Jugando al mismo juego (Max Valenzuela y tú)

Capítulo 3

- ¿Pasa algo?.-voltea y Max se hace el que estaba escribiendo.

- Na-nada.-me volteo.

Las clases pasaron aburridas pero por suerte a mi costado está Andy y no me aburrí del todo, ahora sola estoy en camino a mi habitación.

Abri la puerta y vi a Gaia desmaquillandose.

- Hola bella, acomodé un poco la habitación, perdóname por no recibirte como lo esperabas pero iba re tarde.

- No pasa nada Gaia.-me heché en la cama.

- Verdad, ¿que haces aquí? con esa carita tan inocente que tienes me imagino que por tus padres estás aquí ¿cierto? porque se nota que no matas ni una mosca.

- Ni creas ah.-hice pose diva.

- Cuestión de conocerte nena, pero dale cuéntame qué haces aquí.

- Bueno.-suspiré.-hace 2 días si no me equivoco fui a una fiesta de una mis amigos del colegio y yo siempre a donde voy llevó una mochilita y siempre la dejó en la habitación o en una parte segura de la casa de esa persona, entonces una de mis dos amigas me dice dónde está mi mochila, le digo en dónde está y me puso droga.

- Déjame ver si entendí.-se acomoda en tu cama.-tus padres no te creen a ti ¿cierto? y piensan de que es una drogadicta y que aquí te van a educar y todo ese sermón estupido ¿no?.-rodó los ojos

- Tan cierto, pero no arrepiento de estar aqui.-dije sin quitar la vista a mis cuadernos.

- Yo tambien.-hizo un suspiro.-genial.

-¿Que?.-levanto mi ceja y arqueo una ceja.

- Que es genial, no escuchar como te recalcan que tienes que hacer y que no.-bufó.- y aqui es como si vivieras sola, con tus propias reglas es como normal.- encoge los hombros.

- Yo tambien pien.- de repente escuchaba música desde el otro lado de la habitación y era muy escandaloso.-¿Quien escucha música a las.-miro mi celular.- a las 4:30 de la tarde.

- Así es, te tienes que acostumbrar y te recomiendo que no salgas de esta pieza a reclamarle nada porque te va a mandar por dónde viniste.

- ¿Gaia como estudiaré?

- Acostumbrate linda.-rie.

- Necesito estudiar.-me paro de la cama.

- Conste que te lo estoy advirtiendo.

Fui decidida a reclamarle a aquella persona que tenía el volumen tan alto ¿no puede ser un sábado o un domingo? Así que toque la puerta repetitivas veces.

- ¿No le puedes bajar el volumen a tu música? Necesito estudiar.-empezé a tocar mas ya que nadie salía.

- ¿Puedes dejar de joder mi puerta?

- ¿Tú?.-era Max sin remera oh Dios.

- Si yo.-rueda los ojos.

- Mhm.- pasé un mechón por atrás de mi oreja.- puedes bajar un poco el volumen a la música por favor necesito estudiar.

- ¿Y eso a mí qué?.-dijo fríamente.-puedes ir estudiar abajo, en el parque, hay un montón de sitios donde puedes estudiar pero tú no me vas a decir que tengo que hacer o que no.- iba a cerrar la puerta pero lo detienes con tu pie.

- ¿Siempre eres así?

- ¿Y ahora vienes a decirme cómo soy?

- Eres muy grosero e imbécil.

- ¿Te sorprende?

.- lo miro a los ojos y veo su mirada fría y egocéntrica.-Sabes que no, no me sorprende.-lo fulminas con la mirada y te vas.