¡Caballero, el dragón ha secuestrado una princesa otra vez!

Capitulo 12: Jugando al gato y al ratón

Con el movimiento repentino, los brazos de Shiloh se hundieron, y su corazón cayó desconcertado: Tammy.... no ha cambiado nada.

Abrazó a Tammy de forma automática, y con sus movimientos suaves. Como si hubieran cooperado juntos durante muchos años.

Eso era cierto. Cuando Shiloh había sido un dragón, no sabía cuántas veces Tammy había saltado en sus brazos de esta manera.

Tammy gritó alegremente: "¡Shiloh, por fin estás aquí! "¡Si no hubieras aparecido, habría reclutado a todos los caballeros del mundo para participar en el torneo!"

Shiloh vaciló un momento, levantó la mano y rozó suavemente el pelo negro y corto de Tammy. 

Su cabello era muy suave, ya que se rizaba ligeramente alrededor de los dedos.

Un sentimiento nostalgico surgió en el rostro de Shiloh, pero fue suprimido rápidamente. Retiró el dedo y LO empujó suavemente lejos de sus brazos. Él le preguntó: " ¿Para qué me buscabas?"

Tammy se rió como si no tuviera importancia: " HE echado de menos, tu carne asada".

Sus palabras se demoraron mucho tiempo, y el latido del corazón de Siloh pareció detenerse por un momento.

Shiloh dijo con calma: "Voy a asar un poco para ti".

El fuego que Tammy hizo para Shiloh fue muy, muy pequeño. Tammy dijo: "Quiero que lo ases muy, muy lentamente".

"Mm, lo sé. Sabe mejor cuando está asado así". Dijo Shiloh.

Tammy agitó la cabeza y dijo: "No, eso no es lo que quise decir".

¿Quería que lo asara más despacio?

¿Él quería.... que estuviéramos juntos... mas tiempo?

La mano que Shiloh estaba usando para sostener el palo de la barbacoa se tensó inconscientemente, y las yemas de sus dedos se volvieron blancas por la fuerza del agarre, 

"¿Qué querías decir entonces?

Tammy habló muy seriamente: "Ahora soy humano. No puedo comer demasiado rápido. Si asas la carne lentamente, podré comerla constantemente mientras esté caliente".

Entonces fue así.

Shiloh inclinó la cabeza y lentamente asó la carne, sintiéndose perdido.

Tammy mordisqueó las alitas de pollo, con la cara llena de satisfacción mientras charlaba con Shiloh sobre los caballeros que participaban en el torneo y sus cómicas anécdotas.

"¿Por qué de repente se te ocurrió organizar un torneo?"

Tammy terminó de roer la alita de pollo y dijo: "Al rey se le ocurrió".

"... ¿Cuándo dejarás ir a los caballeros?"

Tammy no respondió a estas palabras. Dejó los huesos de pollo en sus manos, y una especie de emoción apareció en su cara. Entonces, como si de repente se hubiera decidido por algo, gritó hacia una gran roca: "¡Ratoncito! ¡Ve a la otra cueva y comprueba el torneo de la princesa!"

El ratoncito gris chirrió dos veces, agarró un ala de pollo y desapareció de la vista.

En la cueva sólo quedaron los dos.

Tammy lamió el aceite sobrante de su mano, y de pronto se levantó para decir a Silo con mucha serenidad: "No, no, no, no, no, no, no"

"Shiloh, el ratón gris y la princesa me dijeron que me calmara. Dijeron que tenía que aprender a jugar al gato y al ratón, permitiéndote hacer lo que quieras para que sea más fácil atraparte más tarde, pero realmente quiero decirte la verdad".

Tammy respiró hondo. Sus mejillas estaban ligeramente enrojecidas, pero aún así continuó: 

"Acabo de mentirte sobre tres cosas".

"Primero, sí quiero tu carne asada, pero... yo... más que eso... te extraño."

"Segundo, quiero que ases la carne lentamente porque quiero quedarme mas tiempo junto a ti."

"Por último.... ¿Sabes por qué se celebra el torneo? Es porque el príncipe de Pip Kingdom le dijo al rey que el linaje real podría terminar con él, porque...."

Tammy finalmente levantó la vista. Su cara se había enrojecido y sus ojos brillaban: "Porque me gustas."

"Shiloh, tu me gustas."