Purple Mess || BakuJirouWeek2019

#3

Tercer día: dulce.

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Cuando Bakugo y Jirou comenzaron su relación se sintieron en la obligación de comentarlo a sus compañeros para que no se sintieran extrañados por si de repente algo comenzaba a cambiar en su entorno.

Y todos lo esperaban ansiosos realmente.

Querían ver a Bakugo calmado, a Jirou sonrojada, manos unidas, besos tiernos, querían ver algo. Sobretodo Mina, que era la más adicta a la idea del romance entre sus compañeros, era la que prácticamente necesitaba verlos actuando como novios reales.

Pero no. Nada de eso pasó. Bakugo seguía siendo una granada, un idiota que no paraba de insultar a todos, incluso a su propia novia aunque levemente más sutil y no tan cruel. Jirou seguía siendo indiferente a todo, siendo sería, fría y sarcástica. Ni siquiera los habían visto tomarse de la mano.

No entendían cómo estaban en un relación, o si siquiera estaban en una, ya que pasado un mes sin cambios empezaron a sospechar que todo fue una clase de broma o experimento sobre cómo reaccionarían. Así que un día cualquiera, en el que encontraron a Jirou sola, varios de su propio grupo junto a otros se acercaron a ella para preguntarle.

La de cabellos morados estaba en la sala principal, mirando televisión mientras comía una caja de lo que parecía ser dulces pocky, luciendo distraída.

Mina fue la que se sentó a uno de sus labios y Kaminari en el otro. Todoroki, Sero, Uraraka, Momo, Kirishima y Tsuyu se acomodaron como pudieron en la sala, pero todos mirándole mientras ella fruncia el ceño al darse cuenta de eso.

— ¿Qué?

— ¿Realmente Bakugo y tú están saliendo?

La pregunta tan directa de su amiga rosa hizo que ladeara su cabeza en confusión, dejando de comer al no entender.

— ¿A qué viene eso?

Fue Kaminari el que empezó a hacer gestos extraños mientras empezaba a hablar.

— ¡Porque no lo parecen! ¡No son tiernos! ¡No son como novios! ¡No parece ni que se gustaran!

El silencio reinó por unos segundos en el lugar, haciendo que se hiciera incómodo por unos momentos, o al menos, hasta que Jirou soltó una carcajada que trató de cubrir con su mano en sus labios, fallando.

Todos la miraron en espera que parara, cosa que pasó segundos después ya que era la única que tenía una sonrisa en la cara, que ni siquiera se borró cuando se encogió de hombros.

— ¿Por qué asumen que actuamos de la misma manera estando solos que cuando estamos con ustedes?—Comentó todavía en un tono divertido.— Sí somos novios, pero son ustedes los que no se dan cuenta de las cosas, no nos culpen porque sean unos idiotas.

— ¡Oye!—Ocho voces sonaron al unísono para quejarse de su comentario. Haciendo que volviera a reírse.

— Ahora veo por qué está con Bakugo, son igual de crueles.—Observó cómo todos sus amigos se cruzaron de brazos a la vez, siendo Mina la que habló nuevamente.— ¡Pero sigo sin ver cómo te puede gustar Bakugo! ¡Es un monstruo!

— ¡Claro que no! ¡Bakugo puede ser muy dulce si se lo propone!—Defendió Jirou cruzándose de brazos sobre su torso.— Y lo dicen porque no lo conocen en esa faceta.

Sólo eso faltó para que todos comenzaran a exigir el saber su historia, de inicio a final. Kyoka, divertida por su desesperación, no pudo evitar el contarles.