16. M I L A Ñ O S L U Z

56 7 5
                                    

[Capítulo 16]

| Liam Edwards |

–El listado te lo tengo y la lista es supremamente larga. Scoot me dice que solamente invitó a las personas que estudian en el instituto, ni siquiera llamó a sus amigos de la antigua escuela que su madre quería que estudiara, ni a personas externas que él quisiera que fueran a su casa. Solo gente de la escuela, feas, bajitos, nerd, a todos Liam. Agendó todo su plan y su secretaria me hizo el papel con nombre completo. Solo es cuestión de que me cuentes a mí. ¿Qué pasa? ¿Por qué quieres saber quiénes estaban en la fiesta?

–Solo quiero saber con quién bailé. –¿Cómo así, no le preguntaste su nombre?

–No. –Entonces será fácil de buscarla, tranquilo que te ayudaré en esto hermano.

–Espera, no quiero que me ayudes, ya hiciste suficiente. Te agradezco demasiado. –¿Enserio no necesitas ayuda?

Podré solo

–Te llamaré si aún no la encuentro–me mira y sonrió–Sé que lo harás.

Nos encontramos a Sebastián y a Zac en la cancha de básquet, conversaban y cuando nos vieron dejaron de hacerlo. Andy le hace un gesto a Zac y este le sonríe son su risa torcida.

–Un partido o que, ¿no se le miden? –Grita Scoot a lo lejos y con él un balón de baloncesto.

Todos como si fuera instinto se quitan las camisas y deciden jugar. Suena la campana y todos los estudiantes salen de la institución. Las niñas se sonrojan al vernos sin camisa, otros llegan a quedarse a jugar hasta que cada quien decide irse para sus diferentes destinos.

–Liam no te vayas, quiero hablar contigo.

–¿Qué harás mañana? –Me estoy quedando con mi madre, no creo que tenga planes.

–He visto que no has llegado a la casa, me preocupa. –mientras nos dirigimos al estacionamiento, en su coche busca algo y apenas lo encuentra me lo lanza–Estaba con Lina en mi habitación y escuche un ruido en el tuyo, estabas dándole la espalda a la puerta, mirando hacia la ventana, repitiendo una y otra vez.

–"Quiero saber la verdad"–No recuerdo que dijera eso.

–No es la primera vez que tienes pesadillas–lo miro fijamente–no he ido a tu casa desde que mi padre apareció, no sé de qué me hablas.

–¿Que hablas tú? te vi con mis propios ojos. –me acerco a donde él está–¡No he ido a tu casa!

–Sé que no has ido, te siento apenas llegas, y hace tiempo que no escucho tus pesadillas en las noches. Pero ayer fuiste y no estabas consiente de lo que hacías, quizás es por eso que no recuerdes.

–No hace falta que me lo digas, lo sé.

–¿De qué mierda hablas Scoot? –Solo quiero ayudarte a encontrar la verdad.  Igualmente quiero saberla.

Lo miro o supongo que lo estoy mirando, pero mi mirada se pierde y no encuentra punto exacto ni dirección. Me encuentro confuso, cómo es posible que no sepa que en la noche me escape y fui directo a mi habitación, al hogar de los Foster, sin que la portería o las cámaras me vieran.

¿Por qué no recuerdo?

Solo recuerdo que hablé con Rose toda la noche después de aquel trágico suceso. Como si no hubiese pasado, como si ella me diera paz y me olvidará de todo. Me confunde lo que me dice, no pude haber sido yo.

–¿Qué pasa hermano? ¿Tienes algo?

–No, estoy bien. –Decido abrir el papel, pero él me recomienda que mejor lo abra cuando este en buenas condiciones para leerlo. Nos dirigimos cada uno a su destino y yo no logro de visualizar lo que él me acaba de contar. Estaciono la motocicleta en la entrada de mi casa y pienso antes de entrar.

La miro una y otra vez.

La casa que solía amar de niño. Por fuera era la casa más bonita en ese entonces, pero por dentro estaba destruida, materialmente hablando no, pero su aura por así decirlo, era distinta. Mi madre le gustaba tenerla ordenada, a pesar que somos del sur, de pocos ingresos, parecía casa de ricos, eso decía ella cada vez que entraba y la veíamos de lejos.

Corría a sus alrededores, con el primer regalo de mi madre, era Andy con su mejor amigo, su dueño, su luz. Jugaba sin que hubiese un mañana. Todo cambio, mamá cambio. El hogar pasó de ser una casa conformada por 3 integrantes, entraban hombres, amigos de mi padre. Y el trabajo de este, se volvió lo más importante para su vida. Al principio me mostraba afecto, con tan solo decirme "hijo" ese era una gran muestra de amor para mí.

Pero escuchabas todo el tiempo de parte de él.

¡Liam! ¡Liam! ¡Liam!

Mi madre era una esposa ejemplar, ofrecía su amor lealtad. Era su luz, creía todo lo que le decía, hasta que se dio cuenta que era una sustancia toxica en su vida, un veneno contagioso y con suma importancia de alejarlo antes de que se llevará y destruyera lo que en realidad importaba. Duró muchos años, esperé muchos años su visita, que me buscaran y fueran por mí. Cuando por fin lo hicieron, entrar a mi hogar, era una pesadilla, ninguno podía estar estable y los Foster me ayudaron a escapar, mamá lloraba, pero era otra persona, otra persona en su ser, otra.

Entrar y verla de lejos, no es como era antes. Sin duda mamá no dirá que es la casa más bonita de todas, grafitis adornan nuestro "hogar"

Rose Macadams:

Deberías ver las estrellas, y acordarte de mí. Porque de seguro estoy viendo lo mismo que tú. No importa la distancia que la luz recorre en un año terrestre. Yo seguiré buscándote mil años luz.

–Era mi turno de dedicarte un poema recopilado de vareas canciones.

Necesito encontrarte Rose, lo necesito.







NOTA DE LA AUTORA:

Es lunes, son las 12, no puedo dormir, comencé a leer la historia, me senté, escuché música mientras editaba la historia y en mi laptop escribí algo que se me ocurrió escuchando Bad bunny, si amores míos. (Como están leyendo) Bad Bunny. Luego edité otros capítulos e imagine este capítulo una y otra vez, decido montarlo por si el sábado no aparezco, para otra actualización.

Muawwh

Krys Mart.

PERFECTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora