❝0006❞

232 28 4
                                    

❝dominic.❞

Salió del baño en ropa interior con un cigarrillo entre sus labios, dejando todo su cuerpo lleno de marcas a la vista mía, al ver que yo lo estaba viendo se sonrojó fuertemente y sonrió.

—No sabía que tenías tanto historial escolar. —reí.

Levantó un hombro. —Llego a un punto que canso, que deseo dispararles a todos.

Se acercó a mí quedando entre mis piernas, comencé a besarlo lentamente mientras mis manos viajaban por todo su cuerpo y las suyas apenas de movían por mis mejillas de una forma lenta.

—¿Qué carajos me hiciste? —pregunté contra sus labios. —Me fascinas.

Sonrió. —También me gustas.

Sus palabras me hicieron sonreír de una forma estúpida, lo atrapé entre mis brazos controlando los suaves movimientos que hacía contra mi, escuchando los pequeños gemidos que soltaba contra mi oído izquierdo lo cual era como música para mí, una música buena.

—Contigo puedo ser quien soy. —susurró.

Asentí. —Esque yo estoy más loco que tú.

Ataqué directamente su cuello, alejando su cabello de la zona puesto que era bastante largo.

Sus gemidos rápidamente se volvieron más, hasta que decidimos al mismo tiempo quitarnos el resto de ropa que nos cubría aunque en ambos era solo los interiores que llevábamos puestos, lo puse debajo mío capturando sus ojos verdes claro al instante de que entrada en él sintiendo una gran onda de calor incidirme así como su gemido que más bien fue como un chillido invadió mis oídos, sintiendo sus manos en mi espalda mientras me movía con fuerza y dejaba escapar gemidos que cuando él escuchaba solo lograba sonreírme. Nos juntamos en un desesperado beso, mientras sentía como su cuerpo se ponía un poco pegajoso del sudor del momento, mientras comenzaba a hacer marcas en todo mi cuerpo y en mi pecho que eso era lo que más quería en ese instante.

—Joder. —mordió mi labio sin mucha fuerza.

Le di la vueltas dejando varios besos en su espalda hasta abrirme paso dentro de él nuevamente, tomando su cabello rizado con mi mano derecha solo para levantarlo un poco y escuchar mejor esos gemidos, esos lloriqueos, como si cuerpo temblaba por debajo de mí, con mi mano libre dejaba líneas rojas debido a mis uñas. Haciendo movimientos profundos, que le sacaron un sonoro grito así como mordió las sábanas luego de que comencé a moverme así, mirándome de reojo con una pequeña sonrisa, definitivamente no era el chico que había conocido la primera vez.

—¿Dónde quedó ese chico tímido? —pregunté con la respiración sumamente agitada, gimiendo y jadeando contra sus labios.

Rió negando lentamente y seguido besándome. —Lo mandaste al suelo, ahora estoy yo acá.

ʟᴏᴠᴇʟʏ┊ʏᴜɴɢʙʟᴜᴅ. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora