Era una noche fría en la cual Beomgyu se encontraba leyendo una novela en su celular sobre chicos malos. Pasó toda la tarde leyendo en su celular, sus ojos picaban y él solo deseaba que al menos los protagonistas se dignaran a besarse, era realmente exagerada la cantidad de capítulos que leyó en tan poco tiempo como para que la trama no llegara a nada.
"Entonces Minhyun se acercó a Seokhwa, acorralándolo en la pared de aquél oscuro callejón, lo tomó por el mentón y sin pronunciar una sola palabra, lo besó. Seokhwa sintió una corriente eléctrica pasar por todo su cuerpo al sentir los labios del mayor sobre los suyos..."
—¿QUEEEÉ? AL FIN. ¡AL FIN! —exclamó y comenzó a saltar de la cama, ya iba por el capítulo ochenta del libro y apenas se daban un mísero beso los protagonistas, tenía que celebrarlo por haber gastado horas de su vida leyendo tanto.
—¡Beomgyu, son las nueve, deja de hacer tanto escándalo!
—¡Lo siento! —se disculpó e intentó calmarse, aunque no iba a ser nada fácil porque esa emoción que sentía no podía quitársela nadie.
Había leído diversos libros en donde el protagonista se enamoraba de un chico problemático —sí, novelas gay—, y eso era lo que quería, conseguir un chico malo. También quería ser rebelde y sentirse libre de las presiones que le ponían.
Le parecía realmente increíble que los personajes podían hacer todo lo que quisieran sin que nadie les reprochara nada, y si lo hacían, simplemente no les importa.
Quizás podían hacer lo que quisieran sin problemas porque... son personajes ficticios. Pero ese no es el caso con él.
Deseaba ir a detención, escapar de casa para salir con sus amigos, quería tener una noche de paseo con su futuro novio, entre otras cosas más. ¡Incluso hizo una lista mental de las cosas que debía hacer!
Estaba harto de complacer a sus padres, de ser el típico chico nacido en cuna de oro con la vida planeada por sus mayores. Incluso le habían buscado una novia, hija de un famoso CEO de la ciudad. Cuando se graduara tendría que casarse con ella. Todo por conveniencia, Beomgyu no quería nada de eso.
Porque para empezar, no le gustaban las chicas.
Para él, las chicas eran como los tomates, y a él no le gustaban los tomates. ¡Y no es que las odiara! Al contrario. Simplemente no eran tan compatibles como pensaba que lo eran.
Resopló y se levantó de su cama para ir a buscar su laptop, la cual tenía un fondo de pantalla de gatitos blancos en una cesta con flores. Lo miró por unos momentos y pensó:
"¿Debería cambiar esto? El fondo es muy... lindo para mi gusto".
Abrió la biblioteca de imágenes y buscó una foto más adecuada para su nueva personalidad. Esa imagen sería una calavera con fondo negro. Lo puso de fondo de pantalla y abrió el navegador para seguir buscando cosas en las qué distraerse.
Se quedó un rato viendo vídeos de animales tiernos hasta que recordó que el día siguiente empezaban las clases y que no podía quedarse más tiempo despierto.
Una idea llegó como un rayo a su cabeza. Tal vez podría estrenar a su nueva personalidad “traviesa” para que todos vieran que él no estaba jugando. Solo esperaba no verse ridículo.
Apagó el equipo y recostó su cabeza sobre el escritorio. Miró a su loro Toto en su jaula, y sabía con certeza que le estaba juzgando con la mirada.
—Oye, no me mires así, parece que puedes leerme la mente.
—...
—No me conoces en lo absoluto.
—...
—Tienes razón, pero...
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pretending to be a bad boy · yeongyu
Fanfictionen donde yeonjun quiere enamorar al chico que le gusta pero no sabe cómo hacerlo · fluff · intento de comedia · yeonjun top · beomgyu bottom