pretending to be a bad boy · yeongyu

two

Las horas transcurrieron, los días pasaron y ya llevaban una semana de clases, una semana llena de trabajos pesados y exámenes complejos.

Beomgyu salió del aula y se dirigió al baño en la hora del receso. Estaba lavando sus manos cuando una voz interna comenzó a advertirle varias cosas, y haciéndole caso a su cabeza, terminó entrando a un cubículo sin razón aparente.

Yeonjun entró a las instalaciones junto a Soobin, sin verificar primero si alguien indeseado estaba dentro.

—No sé qué hacer, lo vi hace unos momentos y creo que voy a llorar por lo precioso que es, yo- —por cada palabra que decía, su rostro se coloreaba más de un rojo brillante.

—Relájate, pareces una chica de secundaria enamorada, mira lo rojo que estás —apuntó al espejo, Yeonjun dio unos pasos hacia el lavabo y observó por unos momentos su enrojecida cara.

—Lo siento, es que... —se llevo las manos al rostro apenado—. Soy muy cursi.

"Oh, están hablando de un chico..." pensó Beomgyu, intentando prestar atención a lo que decían ambos como todo chismoso que es.

—¿Apenas lo notas? ¿Crees que a Beomgyu le guste un chico así? Estaría totalmente decepcionado de ti —bromeó el más alto, Yeonjun lo miró fastidiado mientras torcía los labios en un puchero.

"¿CÓMO DICES QUE DIJISTE? ¿QUIÉN? ¿YO LE GUSTO A ALGUIEN? ¡ESTO NO PUEDE SER POSIBLE!" Se sobresaltó al escuchar su nombre, debía ser cuidadoso si no quería ser descubierto. Ahora esperaba que alguno de los dos revelara su nombre para así poder "investigar" la identidad del supuesto enamorado que tenía.

—Oye y... ¿por qué el gorro? —señaló la cabeza del mayor, ya que el nunca cubría su cabello con nada, pero ese día había llegado con un gorro color negro.

—Esperaba que me lo preguntaras, pues digamos que mi hermana se puso a experimentar con mi cabello y... —se quitó el gorro, dejando ver su —ahora— cabellera de un color azul fuerte.

Soobin abrió la boca sorprendido, lo último que se imaginó fue a Yeonjun cambiando su color de pelo.

—Cierra la boca, te van a entrar moscas.

—Sí, lo siento. Te queda bien.

—¿En serio crees eso? —sus ojos brillaron al escuchar la oración anterior y luego sonrió. Volvió a colocarse el gorro, de todas formas no quería llamar la atención de nadie, todavía. Al menos no hasta que tenga todo su plan listo.

—Deberías aprovechar tu nuevo color para el plan.

—Eso es exactamente lo que haré.

Los chicos se retiraron y Beomgyu finalmente salió del cubículo, con su cabeza hecha un revoltijo de dudas.

Para su mala suerte, en ningún momento nombraron a otra persona que no fuera él, la curiosidad lo estuvo comiendo durante todo el tiempo que pasó dentro de los baños.

Suspiró y miró su reflejo en el espejo. Lo único que sabía era que su "enamorado" tenía un gorro puesto ese mismo día. La tenía algo difícil.

"La verdadera pregunta sería; ¿quién no se enamoraría de mí? Si soy hermoso". Comenzó a hacer muecas en el espejo, sin darse cuenta de la presencia de Kai en el lugar.

—¿Qué haces?

—Nada. Vamos afuera, ¿no viste eso, cierto?

—No he visto nada.

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—Kai, pasó algo extraño en los baños —rompió el hielo mientras se dirigían a la cafetería.