Me gustas

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• School au!

• Wooyoung y San, veinte años.

• HongJoong veintiún años.

─¿Qué opinas? ¿HongJoong hyung y yo nos veríamos bien saliendo juntos? ─El mayor preguntó animadamente a Wooyoung, quién lo miraba con una expresión de desinterés

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─¿Qué opinas? ¿HongJoong hyung y yo nos veríamos bien saliendo juntos? ─El mayor preguntó animadamente a Wooyoung, quién lo miraba con una expresión de desinterés. El salón de clases estaba vacío y los dos se encontraban de pie, charlando, o más bien, debatiendo.

─¡No sé! ¿Por qué me preguntas esto solo a mí? ─Se quejaba el castaño, cansado de la misma conversación. San llevaba semanas con una pequeña atracción hacia el pelirojo que cursaba en el último año, y al castaño le fastidiaba el hecho de que solo eso fuera su tema de conversación. Extrañaba pasar tiempo con su mejor amigo. Ya no eran fines de semana para jugar videojuegos o para salir a comer con San, ahora solo eran fines de semana para espiar al querido amor platónico del rubio: HongJoong.

─No te molestes!~ Solo estoy hablando de mi punto de vista. ─Protestó San, arrugando la nariz. Wooyoung rodó los ojos.

─Uhg. ¿Qué es lo que te gusta de él? ¿No crees que yo soy mejor? ─Se atrevió a preguntar, tratando de hacer entrar al rubio en razón.

─¡No, No! ─San hizo un ademán con las manos de negación.─ Olvídalo, Woo-ssi. Pondré mi plan en marcha de una vez. ─Wooyoung le miró con algo de tristeza, esperando más de él, pero San solo dijo.─ Antes de que se vaya de la universidad, me confesaré. ─Afirmó con una sonrisa, teniendo muchas imágenes mentales de cómo manifestaría sus sentimientos al más bajo. Wooyoung se cruzó de brazos, tratando de mantener la calma. Sabía que su mejor amigo era muy guapo, y sabía que había más de un cincuenta por ciento de probabilidades para San, pero este no sabía lo que era ser realista. ¿Qué pasaría si no es correspondido? No todo en la vida es rosado y Wooyoung tenía eso en claro. El único que no tenía aclarada su realidad era San, y el menor solo quería protegerlo. Porque desde que un mar de sentimientos surgieron por el rubio, Wooyoung empezó a comportarse más sobreprotector. Seguía al rubio en casi todas partes, vigilando que nadie se pasara de listo con él. Su única excusa era que si lo dejaba podría perderse como la vez en el centro comercial.

Wooyoung suspiró.

─Bien, puedes hacerlo, hyung. ─El castaño tomó su mochila y la colgó en su hombro derecho.─ Cuándo sean novios me llamas y te llevaré a comer para celebrar. ─Le regaló sonrisa afligida, para dar la vuelta sobre sus talones y caminar a la salida. Escuchó un grito de emoción por parte de San, y antes de poder salir por la puerta, unos delgados brazos rodearon su cintura. Su cuerpo se congeló y sintió un nudo en la garganta.

─Gracias Woonie, prometo llamarte y contarte todo. ─El rubio apretó al menor contra él para luego soltarlo, tarareando una melodía mientras guardaba sus cosas. Wooyoung bajó su cabeza y volvió a caminar, saliendo del salón con el pecho ardiendo.

❤❤❤

Así como él lo había dicho, San se encontraba en la biblioteca, unos minutos antes de que el pelirrojo saliera del lugar. Sentía su corazón bombear de manera rápido y sus manos se encontraban sudorosas. En verdad tenía miedo. Nunca se había sentido tan atraído por un chico, y estaba a punto de darle primer paso; HongJoong tomó sus cosas y al pasar frente al menor, este le llamó. Era ahora o nunca. Las palabras resbalaban de sus labios nerviosamente, y la mirada del más bajo se llenaba de un extraño cariño.

─Ah.. ─El mayor soltó una pequeña risa y el rubio creía que se iba a desmayar.─ En verdad eres muy tierno, Sannie, pero.. ─Los ojos del menor empezaron a arder.─ Solo pienso en nosotros como amigos cercanos. ─San bajó la cabeza.─ Lo siento. Espero que sigamos hablando después de eso, en verdad me agradas. ─Lo último lo dijo con una sonrisa reconfortante. El rubio asintió y se despidió con una sonrisa avergonzada. Una vez fuera del lugar, dejó que sus lágrimas brotaran de sus ojos desconsoladamente. Sacó su teléfono y marcó el número de su mejor amigo.

¿Aló?¿Hyung? ─La suave voz del menor solo lo hizo sollozar, cosa que inmediatamente alertó al chico al otro lado de la línea.─ ¿Se encuentra bien?

─W-Woonie, Él me n-negó y.. ─Otro sollozo se escapó de sus labios. No pudo terminar por la saliva en su garganta. Un silencio se formó y Wooyoung supo que hacer.

Voy para allá con un tarro de helado. ─Sin dejar al rubio responder, Wooyoung cortó y se dirigió a la tienda más cercana. Sabía que algo iba a pasar. Debió acompañar al mayor, pero su orgullo no le permitió, y se arrepentía. No era culpa de HongJoong, pues no era su obligación corresponder a los sentimientos de San, pero algo hacía que el castaño guardara algo de rencor y talvez algo de ¿envidia? Podría ser. El pelirrojo tenía la suerte de tener a alguien tan dulce como el rubio detrás de él. ¿Tan difícil era corresponder? Wooyoung no comprendía. De ser por él, habría dicho que sí, sin dudarlo ni pensarlo por más de dos segundos. Para el castaño, San era un joven muy lindo y cariñoso, atento y guapo. No lo admitía en voz alta, pero era todo lo que buscaba.

Estaba muy mal.

Una vez tenía el producto a mano, subió a un taxi y dio la dirección a la casa de San. Le mandó un ya voy en camino por mensaje de texto y cerró los ojos bloqueando la pantalla. Desde el vehículo podía escuchar el llanto del mayor. No estaba listo para ver al mayor de una manera destrozada. Su llanto le apretaba el corazón, odiaba verlo llorar. No pasó mucho tiempo. Ya se encontraba enfrente de la casa del mayor, tocando el timbre.

La puerta se abrió lentamente, y un rubio con la mirada apagada y la nariz rojiza se hicieron presentes. San le dio lugar al menor para pasar, y este lo hizo, cerrando la puerta detrás de él. Sacó el pote de helado junto con las cucharas plásticas y lo puso todo en la mesita de la sala. Se giró, viendo al mayor, quién en un abrir y cerrar de ojos se encontraba tirado en el piso, sosteniendo la pierna derecha de Wooyoung mientras lloraba. El castaño quería llorar con él, pero no estaba ahí para eso, estaba para consolar al mayor.

─Oye, deja de llorar. ¿Por qué lloras de esa manera? ─Preguntó el menor en una queja, acariciando la cabellera rubia del mayor.

─Mis lágrimas no dejas de caer. ─Respondió en medio del llanto.─ ¿Qué se supone que haga en una s-situación así? ─Tenía hechos sus labios un mohín. Sus ojos estaban hinchados y los hipídos aumentaron.─ Creo, c-creo que.. ¡En verdad me gusta mucho! ─Grito de manera desconsolada.

Wooyoung masajeó su cien.

─¡Oye! ─Regañó el menor, preparándose para lo que iba a hacer a continuación.─ Deja de llorar por un chico como él. ─San alzó la mirada, conectando con la del castaño. Este le ayudó a ponerse en pie, quedando ambos frente a frente.─ Deja de llorar y.. ─Las pupilas de Wooyoung brillaron─ ..y sal conmigo.

─¿Eh? ─San no entendía nada, pero por alguna extraña razón, su pecho se infló de calidez y su corazón parecía querer salir de su pecho. ¿Por qué se sentía como si estuviera cerca de HongJoong, pero más nervioso? No comprendía.

Wooyoung suspiró.

─¿En serio tengo que decirlo? ─Se acercó al rubio, rozando sus narices.─ Me gustas.



Woosan (에이티즈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora