Acendrado

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• Wooyoung humano! San Híbrido!

• Alteración de edades.

• Dedicado a sannichrs,
Se lo debía. Gracias por todo
el apoyo y el amor que le
da al libro, espero que le guste;
Lo escribí con cariño. ❤🥰

Wooyoung tenía el ceño fruncido

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Wooyoung tenía el ceño fruncido. La luminiscencia de su laptom chocando en su cara se reflejaba en los anteojos de marco fino. Sus largos dedos tecleando hábilmente y su lengua siendo atrapada entre sus dientes. El pelirosa se encontraba hablando por teléfono, mientras hacía nuevas presentaciones para su trabajo. Su oreja pegada al aparato, hablando seriamente.

─Changbin, de verdad, tienes que negarle el puesto. ─Con su mano izquierda tomó la taza que descansaba en la mesa y dio un sorbo al café, luego arrugó la nariz con disgusto; estaba muy fuerte y no le gustaba, pero lo mantenía despierto. Suspiró y dejó la taza de nuevo en su lugar, alejando las manos del escritorio. Tomó el teléfono y masajeó su cien.─ No importa si es muy bueno en la cocina, es un tipo tramposo y traerá una mala imagen al restaurante. ─Se acomodó en el asiento y encendió la pantalla.─ Bueno, está bien, hablamos después. ─Colgó y otro suspiro se escapó de sus labios, demostrando el estrés y la tensión del momento. Quería mucho a su amigo, pero estaba harto de escuchar sus consejos, simplemente no le parecían. Sabía que tenía buenas intenciones, pero no quería. Encontraría a un mejor empleado y Seo estaría agradecido.

Al otro lado de la habitación, unos grandes ojos marrones observaban la cabellera de Wooyoung con curiosidad. Un gato negro con manchas blancas asomaba su cabecita por la ventana entreabierta, queriendo saber que pasaba. Con sigilo, pegó un saltito y cayó en el colchón de aquella cama pegada al marco. Luego, un sonido inexplicable se escuchó. Wooyoung se giró sesenta grados con todo y silla, sorprendido.

─San, ¿Qué te he dicho de aparecer así por así? ─Lo regañó respirando irregularmente, fingiendo estar muy asustado.

─Perdón.. ─Le escuchó decir. El de piel canela suspiró por tercera vez en el día, resignado. Cerró la computadora, guardando su trabajo antes de apagarla, y palmeó sus piernas con una pequeña sonrisa.

Las orejitas del otro se movieron levemente, entendiendo el mandato. El híbrido obedeció sonriendo enormemente, y se sentó en las trabajadas piernas de Wooyoung, acurrucando su cabeza en el pecho de este. El rubio acarició la cabellera, escuchando aquellos ronroneos con mucho amor.

Wooyoung tomó impulso con sus pies y logró mover la silla con ellos, hasta llegar a la cama, Estaba desordenada, las sábanas casi tocando el piso y un diccionario descansando sobre las almohadas. Sin dejar de acariciar la cabeza de San con su mano izquierda, tomó el libro y lo puso en su escritorio. Besó al híbrido en la frente y lo acomodó, dejándolo en una de sus piernas.

─Alguien está un poco más pesado, ¿has tomado leche últimamente? ─Preguntó el pelirosa inclinado hacia un lado su cabeza. El híbrido hizo un puchero.

─Sí, pero intento no hacerlo, no quiero engordar. ─Había arrugado su nariz levemente. El pelirosa lo apretó entre sus brazos y acomodó sus cabellos, negando con una triste sonrisa. No le gustaba que su gatito dejara las cosas que amaba comer por culpa su apariencia; le apretaba el corazón fuertemente verlo deprimido por unas libras extra en su abdomen que no existían.

─Sannie, ya te dije miles de veces que no puedes engordar por más que quieras, o incluso pienses; tu contextura no te lo permite, eres delgado por naturaleza. ─El mohín del azabache creció y sus ojitos brillaron.

Wooyoung juró ver estrellas en aquellas pupilas de chocolate.

─¿Seguro, Woo? ─Preguntó de una manera inocente, por lo que el pelirosa sonrió y asintió lentamente.

─Más que seguro, Sannie. ─Tomó el rostro del chico y una vez sus respiraciones chocaron, dijo.─ Te amo, demasiado. Desde que te encontré todo ha mejorado de manera perenne. Eres muy hermoso, y no quiero que pienses de ti como alguien feo, como alguien malo. Eres todo lo contario a eso. ─Su dedo pulgar acarició el pómulo derecho del híbrido, siendo un toque suave, casi involuntario.─ Para mí, eres acendrado.

Esta vez fue San quién inclinó la cabeza hacia un lado; vaya que ambos chicos tenían esa linda costumbre al estar confundidos.

─¿Qué significa acendrado? ─Aún como un bebé descubriendo al mundo, según Wooyoung. El pelirosa dejó el rostro ajeno, tomó el diccionario que antes había usado y buscó aquella palabra. Ya sabía el concepto, pero le gustaba observar de reojo comi aquellos grandes ojos esperaban la respuesta a su interrogante con muchas ansias.

Encontró la palabra y dejó expuesta su gran sonrisa. San sintió que su corazón explotaría y perdería una de sus siete vidas.

─Acendrado. ─Pausó un momento, sintiendo algo de timidez.─ Puro, sin mancha ni defecto. ─Dejó de observar el libro y se dedicó a contemplar el color carmesí que aparecía en las orejas del híbrido.

San soltó un maullido y se transformó, saltando y corriendo a la cama, dónde tapó su nariz con sus dos patitas. Wooyoung soltó una de sus risas estruendosas, por lo que el gato gruñó en forma de protesta.

El pelirosa no tardó mucho en dirigirse hasta él, pidiéndole que regresara a su forma humana. No hizo caso a la primera, por lo que Wooyoung solo se acostó y esperó a que el híbrido se calmara, cosa que pasó al recibir unas caricias detrás de las orejas.

─Te quiero mucho, Wooyoung. ─Habló una vez su sonrojo cesó y volvió a ser humano. San estaba encima del chico que lo había cuidado de todo peligro, del chico que lo alimentaba y le daba mucho amor, rodeado por aquellos brazos que lo refugiaron en las frías tormentas.─ Por favor, no me dejes.

Un beso lo interrumpió antes de que pudiera continuar, dándole a entender que todo estaba bien.

─No lo haré, San, no te dejaré.

Woosan (에이티즈)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora