Por supuesto al otro día, Minho no recordaba absolutamente nada de lo que había sucedido la noche anterior.
Tenía un horrible dolor de cabeza, y casi no podía concentrarse en nada más que en el maldito dolor. Innie se había levantado con ganas de jugar, mientras corría por toda la casa feliz de que su profesor Jisung se había quedado toda la noche con ellos.
Jisung, no estaba de acuerdo, por un lado, Minho lo había besado y le había contado un par de secretos, secretos de él, de su pasado, pero, por otro lado, el chico no recordaba nada. Se sentía fatal y hasta frustrado.
Así que antes de que sus ojos lo traicionarán se puso de pie para poder encerrarse en el baño, darse una ducha y poder volver a su departamento lo más rápido posible. Pero sus planes se fueron al carajo cuando Minho le informo que las calles estaban cubiertas de nieve, y debían esperar hasta que la máquina recorriera las calles para sacar al menos un poco de la nieve acumulada y que se restaurará la locomoción colectiva para que se fuera.
-Mi perro no tiene comida, Minho, ¿Qué pasa si se muere de hambre?
-¿Tienes un peyo, tío?
Jisung asintió.
-Que malos gustos tienes-Acotó Minho observando disgustado a Han.
-¿Perdón? Los perros son los animales más fieles del mundo.
-Los gatos son mejores-alego Minho sentándose en el sofá de la casa de su hermano mientras inspeccionaba a Jisung de pies a cabeza-¿Quieres que te presté ropa?
Han se miro, no lucía mal, pero ayer se había manchado con vino tinto y pasta verde.
Observo a Minho, estaba sumamente relajado, Innie se acercó y se sentó en las piernas de su padre, ambos observaron a Jisung.
-Esta bien-asintió tímidamente.
-Bien. Innie, quédate aquí. Iré por ropa limpia para tío Han y vuelvo.
El pequeño asintió tomando al presidente oso para ponerlo en sus piernas. Minho le hizo una seña con la cabeza a Jisung para que lo siguiera hasta la habitación al final del pasillo.
-Bien, este es mi cuarto, lo comparto con mi hijo. Eres bienvenido.
Cuando Jisung ingreso a la habitación, lo primero que llamo su atención fue la cantidad de fotos que había en el espejo, algunas de Innie de bebé, otras con su osito, algunas de Minho más joven haciendo caras o simplemente haciendo poses raras, y muchas fotos de gatos. ¡Demasiados para su gusto!
-Amo a los gatos-río Minho dándose cuenta de lo que observaba Han atentamente.
-Se nota. ¿Dónde están ahora?
-Son todos los gatos que tuve durante toda mi vida, o por lo menos, los que recuerdo. Fueron muriendo de viejos.
-¿No que tienen 7 vidas?
Minho se giro y encogió de hombros-Al parecer es un mito inventando para justificar sus increíbles habilidades.
Jisung sonrío de lado negando con la cabeza-¡Claro que no! Los perros son mucho mejores, tienen habilidades milagrosas, como curar tristezas y ayudar a salvar gente.
-Los gatos también.
-No liberan la misma cantidad de dopamina que los perros cuando ven a sus amos.
Minho enarco una ceja para mirarlo a los ojos-Ya, está es mi casa, así que no se habla de perros.
-¡Que poco cortés eres!
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•◦✿ Pequeños Pasitos - 《Minsung 》
Fiksi Penggemar•◦✿ Minho es un padre soltero, que da todo por su pequeño hijo, Jeongin. Después de su gran fracaso amoroso decide irse a vivir a la casa de su hermano mayor, Woojin para terminar sus estudios y que Jeongin se integre al jardín infantil. Pero la vid...