Se suponía que hoy sería uno de los dias más felices, se suponía que estaría con una sonrisa de oreja a oreja...
Nunca pensé siquiera que unas cuántas palabras dolerian como una completa mierda, como si fueran estacas, clavandose en mi piel lentamente una por una, para completar su unico objetivo...destruirme.
No existía palabra alguna para expresar lo rota que me sentía y mucho menos las lágrimas, que cayeron como una tormenta sin fin.
El me conoció, el descubrió esa otra faceta mía,lamentablemente fue la primera y última persona a quien se la mostraría.
- lo siento...- me sorprendió lo cínico que pudo llegar a ser,me hirió, y el deseo de venganza creció en mi interior...
2 meses después...
Las lágrimas de amargura en mis ojos no tardaron en aparecer al hacerme el tes de embarazo.
Sola y con un niño que llegaría pronto...
Me seque las lagrimas con firmeza.
Mikasa tu eres valiente...
¿él?
No,no y no.
No pensaba decírselo por nada del mundo,no quería hacerlo,mi orgullo no me lo permitiría.
El ser que llevaba dentro era mi hijo,sólo mío y no dejaría que el se le acerqué....jamás.
Sabía que estaba siendo egoísta,lo sabia perfectamente pero no me importaba con tal de no sufrir nuevamente.
Me mantendría yo misma,sería muy fuerte por mi..., por mi precioso y unico tesoro...mi hijo.
...
FLASH BACK
Baje del auto con prisa, el día de hoy era el cumpleaños de Levi y le tenia un pastel preparado, como el no estaría en casa opté por llevar la celebración a su oficina.
- Hola señorita Mikasa,adelante el señor Ackerman esta en su oficina- me dijo la secretaria con una sonrisa amable.
- gracias Sasha- contesté de la misma forma y me diriji en busca del enano.
Al llegar a la puerta me percaté de sonidos extraños que se oían del otro lado.
No le tomé importancia en absoluto e ingrese a la habitación.
Me quedé estática al presenciar lo que sucedía frente a mis ojos.
Levi se estaba besando con una de sus trabajadoras.
- ¿qué mierda?- logre decir saliendo del shock en el que me encontraba perdida.
- ¿Mi-Mikasa?- devolvió este al darse cuenta de mi presencia.
Me sentía humillada,traicionada de la peor manera posible, de todas la personas que me odiaban, el causante de mi dolor no era nada más ni nada menos que la persona a quien tanto quería.
- Mocosa...- susurró acercándose a mi mientras la chica salía de la oficina acomodandose la falda con descaro.
- alejate...No quiero que me toques...- parpadee varias veces para comprobar si era un sueño,mayor fue mi sorpresa al notar que estaba equivocada.
- Mocosa...puedo explicarlo enserio-
- ¡Cierra la puta boca!- grité enfurecida aguantando las ganas de llorar, sintiendo el nudo que se formaba en mi garganta.
- No es posible...¿Qué mierda te pasa? ¿no soy suficiente para ti?
¿eso piensas?- mi autocontrol se había esfumado hace segundos y al parecer no planeaba volver.
