Pov Mikasa
- Señorita koisumi se le condena a 5 años de prisión, por difamación hacia un personaje público-
No podía llorar, las lágrimas no querían salir, mi corazón estaba vacío, mi mente solo podía pensar en la manera de pasar los días en una jodida prisión.
Aún no podía creer lo ingenua que fui... Le creí al enemigo, me deje engañar, me deje utilizar... Por Él.
Talvez fueron sus falsas palabras de amor, Talvez fueron sus besos, Talvez fue su sonrisa.
¿Era doloroso?
Yo no sentía dolor, yo sentía decepción, yo sentía amargura, yo me sentía una estúpida, yo sentía un profundo odio en mi interior... Un odio... Un deseo de venganza.
1825 días sin ver la luz solar...
Te juro por mi vida Levi Ackerman... Te juro que te arrepentirás de haber destruido mi corazón...te haré sufrir mucho mas de lo que tú hiciste conmigo...eso tenlo por seguro.
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5 años después
- pagaré con tarjeta-
Finalize la compra y me dirigí hacia mi hogar.
Mi estadía en la cárcel había dado fin hace algunos meses gracias a mi buen comportamiento, por mi parte me encontraba recuperándome de todo... , mi padre falleció y me heredó la compañía, era bastante obvio que el dinero no era mi problema... Desde un inicio nunca lo fue... ¿Porque no pague para salir de la cárcel? Simple, mi Padre creyó en todas esas mentiras y no me ofreció ni un mísero centavo.
Tampoco necesitaba su ayuda... En todos estos años no necesite la ayuda de nadie y así me mantendria.
Yo sola podía levantarme sin la necesidad de apoyarme en algo o alguien.
Subí las escaleras y me recosté en la cama.
- Señorita ¿desea cenar algo? -
- no es necesario-
Por temas de tiempo y trámites para hacerme la dueña oficial de la mansión, no me atrevía aún a botar a todas esas empleadas que acompañaron a mi Padre en sus últimos momentos.
¿Soy mala? Desearía que las palabras me afectarán... Lastima que así no sea... Siendo sincera me importa una mierda lo que piense la gente sobre mi.
Durante el poco tiempo que voy fuera de la cárcel he aprendido a valorar las pequeñas cosas.
La luz del sol entrando por mi ventana al amanecer, la deliciosa comida, los bellos lugares, la ropa...
Todo aquello se terminaba cuando ponías un pie en la prisión.
Mi celular comenzó a bivrar incontables veces.
Sonreí al ver de quien se trataba.
- Hola Farlan ¿cómo estás? -
- hola Mika, pues ya sabes estoy en las audiciones para la nueva película que estrenaremos. ¿Y tú? Hace mucho que no te veo-
- me alegra oír que estés tan ocupado, pero te corregiré. Nos vimos ayer... eso no es mucho tiempo que digamos.
- Pará mí no verte, es una verdadera tortura-
Él no tiene ni la más remota idea de lo que es eso... idiota.
