Te Odio y Te Amo Part. 2

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Pov Mikasa

Me removi en la cama aún algo adormilada, el calor en la habitación no me permitía seguir durmiendo y me sentía ligeramente extraña ... Como si estuviera siendo...

- ¡¿qué mierda?! - grite separando los brazos de Levi de mi cintura con brusquedad.

- No seas escandalosa, intento dormir sabes? - me respondió volviéndo a abrazarme.

- si no quieres que te mate ahora mismo, te aconsejo que dejes de tocarme de forma tan.. familiar- sin esperar una respuesta suya salí de la cama y busque mi ropa entre las prendas desparramadas por todo el piso.

- tú fuiste la que vino ayer en la noche- soltó sin apartar la vista de su celular.

- pues en el trato no hablamos sobre nada de abrazos ni cosas cursis- le reclame colocandome mi camiseta.

- Eres muy dramática, solo fue un abrazo, no es como si te hubiera propuesto matrimonio o te hubiera dicho que me gustas- contestó mirándome.

- igual te rechazaría- le devolví de las misma forma.

- Ambos sabemos que eso es imposible-

- en tus sueños Rivaille-

Termine de vestirme y salí de su habitación dejándolo con las palabras en la boca.

- ¿Tienes café? - grite revisando la alacena.

Llevábamos dos meses con este estúpido pero beneficioso trató, dos meses odiandonos, dos meses pasando mucho tiempo juntos, dos meses actuando como una pareja pero siempre dejándonos en claro que no lo éramos ni lo seríamos jamás.

Teníamos muy presente que apesar de entendernos a la perfección, él nunca sería mi tipo de chico, y yo nunca sería la suya, nosotros éramos tan parecidos que por esa razón no lograríamos funcionar aunque lo intentaramos.

Por otro lado no podíamos pasar ni un minuto sin discutir, ya sea por la comida o cuando él se ponía en modo cursi, que para ser sincera no me desagradaba en lo absoluto pero me divertía negándolo.

- Esta debajo del espagueti! - respondió con un grito al igual que yo.

Revise debajo de estos, y en efecto ahí estaba el café.

Lo puse en la cafetera y lo bebí a los pocos minutos.

Repecto al tema de las libertades, el enano y yo teníamos todas ellas, cada uno podía salir con quien se le diese la reverenda gana, y ninguno tendría derecho a reclamar o  ponerse celoso, después de todo lo nuestro no era más que una amistad con ciertos beneficios.

-  iré a clases, nos vemos enano!- me despedí buscando mi mochila entre todo el desastre de la sala.

- Espera... iremos juntos- habló saliendo de la habitación con el torso desnudo.

Vaya...no me cansaría de admirarlo.
Calmate Mikasa! Se te caerá la baba!

- me encantaría... Pero por desgracia hoy me quede dormida gracias a alguien y si no me muevo ahora mismo llegare tarde - sonreí con ironía.

- No seas amargada solo me arreglaré- propuso.

- No. Además es raro que vayamos juntos a clase, imaginate todos esos rumores, mis pretendientes se espantaran! -

- Pues yo arriesgue a las mías por ti sabes? -

Tú? Dios no me hagas reír.

- así? Cuéntame otro chiste- dije de forma sarcástica.

One-shots RivamikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora