Conectada con great wedding.
Pov Mikasa:
Arrastre mis manos por toda su cabellera negra, enroscando mis piernas alredor de su cintura en busca de más fricción.
Sus manos presionaron mi cintura mientras sentía un cosquilleo en la parte baja de mi abdomen.
Bese sus labios con desespero sin tomar en cuenta el lugar, la hora o cualquier otra cosa que no sea él.
Solté un ligero gemido mientras sentía sus manos acariciar mi cintura lentamente.
Me estaba torturando el muy hijo de puta.
Bien... ¿Quieres jugar? Pues juguemos.
Sin vergüenza alguna mordí su labio inferior ocasionando que él soltara un gruñido.
Deje de besar sus labios y me acomode sobre su escritorio mientras abría mis brazos con una sonrisa sugerente, invitándolo a tomarme ahí mismo.
Joder, ni siquiera me importaba si alguien entraba y nos encontraba follando sin ningún descaro.
Nada me importaba cuando estaba con él y eso no me gusta en lo absoluto.
Sin pensarlo dos veces, volvió a atrapar mis labios con los suyos, dejando sus manos descansar sobre mis muslos, mientras los acariciaba sin reparo alguno.
Odiaba la forma en que me ponía.
Lo odiaba tanto, pero era malditamente adictivo estar con él.
- Te vi hablando con el mocoso de Jeager, joder... realmente me estas destruyendo Ackerman- susurro con la voz ronca mientras acercaba sus labios a mi cuello sin dejar de recorrer mis piernas con sus manos.
- No creo que eso sea de su incumbencia, profesor Rivaille - conteste de la forma más retadora posible.
Perfecto Mikasa.
- Exactamente, no es de mi incumbencia, pero es inevitable no sentir mi sangre hervir cuando lo veo cerca de ti. - volvió a susurrar esta vez dando una mordida en mi oreja derecha, acto que me hizo temblar.
- Eren es mi novio, no puedo solo ignorarlo, lo quiero -
Un jadeo salió de mis labios cuando sentí sus manos apretar uno de mis pechos.
- Hijo de puta - lo insulte mientras él sonreia.
- ¿Jaeger te hace lo mismo?- preguntó con molestia lamiendo mi cuello como si de una paleta se tratase.
- ¿Ese mocoso siquiera te hace sentir la mitad de cosas de las que yo te provoco?- siguió jugando con su lengua mientras buscaba quitarse el cinturón
- Apuesto que el no te toca tan bien como yo, ese imbecil nisiquiera puede hacer esto, o ¿si? - quite sus manos de su cinturón y las puse en mi cintura mientras me acomodaba sobre él.
- Él nunca te hará sentir como yo, no puede. Solo yo hago esto -
No podía soportarlo ni un segundo más, mis piernas temblaban y el calor se adueñaba de todo mi cuerpo.
¿Cómo es que había pasado de odiar al estúpido maestro a estar metiéndole la lengua hasta la garganta sobre su escritorio?
Solté una carcajada y me separe de él bajo su mirada confundida.
- Tengo que irme ahora - susurre acomodando mi blusa.
- ¿A donde exactamente? ¿Buscaras a Jaeger? ¿Seguirás engañandote? -
Una sonrisa involuntaria apareció en mi rostro tras oír aquellas palabras.
- ¿Piensas que tenemos algo solo porque follamos unas cuantas veces?- pregunté con sorna terminando de abrochar el último botón de mi pulcra camisa blanca.
