Azul pastel • AllKara

Capítulo 14

Recordó la increíble relación que tenía con sus hermanos, pues, en realidad sabía muchas cosas de ellos, otras veces las deducía, por ejemplo; sabía desde antes que Ichimatsu estaba enamorado de Karamatsu al igual que él, era bastante obvio a su punto de vista, por otro lado enterarse de los sentimientos de Osomatsu y Todomatsu era algo más complicado, pero debió adivinarlo por la guerra territorial que ellos siempre tenían antes incluso de enterarse a que casta pertenecían, ya que siempre terminaban jalando al segundo de un lado a otro, peleaban por su compañía, también recordó que Jyushimatsu se lo había mencionado una vez, le había dicho claramente que estaba enamorado de Karamatsu, pero él simplemente creyó que era una broma inocente del quinto, pues siempre hacía o decía cosas extrañas.

Recordó también la pregunta de Totoko, y la respuesta que le dieron, "Odiarnos no creo... no importa qué, somos hermanos...", estaban todos tan seguros y determinados en ese momento, parecía incluso un pacto, pero él sabía bien que también tenían miedo, miedo de saber si había alguien entre ellos que había ganado su corazón, miedo de enterarse de la verdad. Era egoísta de su parte compartir a su hermano, pero lo hacían, lo hacían porque era la forma más fácil de no herirse entre ellos, pero también les dolía la situación, pues el que estaba sufriendo todas esas acciones era él, su amado Karamatsu.

Sin embargo también sabían que el segundo era sincero en esa parte, el dulce omega olor a pastel siempre era sincero e inclusive bastante atento; como la vez de los besos, esa vez, parecía que él mismo no quería dejar a nadie sin el derecho de haber hecho tal acción, no golpeó a nadie, no insultó a nadie, y ese día todos pudieron probar sus labios, lo cual era un poco más cruel pero sabían también que a los ojos de Karamatsu, eso era algo justo.

Incluso pensó y recordó sobre las relaciones sexuales que se habían vivido dentro de casa, técnicamente sólo faltaba él y sabía también que podía hacerlo, que le dejaría hacerlo si se lo pedía, y era esa misma situación la que le frustraba, y le llenaba la cabeza de estrés y culpa, y un poco de dolor, porque sí quería hacerlo, incluso aunque no fuese él de quien estuviera enamorado, realmente quería hacerlo.

Y por eso huyó de casa, por no tener la valentía suficiente para decir que probablemente sí le iba a doler saber a quién elegiría Karamatsu, su ego lo protegía, siempre lo había protegido, era más fácil ignorar todos esos sentimientos, todos esos deseos, fingir que no existían y que nunca lo habían hecho, inclusive todas esas ganas de compartir cama con el segundo aunque no hubiese amor reciproco, pero también sabía que eso era algo estúpido, porque no era sólo él el que sufría las consecuencias de vivir en un mundo así, lleno de instintos miserables como los animales, sufría él, sufrían sus hermanos...

Karamatsu... estaba sufriendo, por culpa de todos ellos estaba sufriendo.

—Choromatsu... —susurró el mayor sacándolo de sus pensamientos, el mencionado lo volteó a ver sorprendiéndose de aquel beso espontáneo que le entregaba sin pudor mientras esperaba ser correspondido.

Su cabeza era un lío, pero sus instintos estaban a flote desde hacía un buen rato, toda esa sensibilidad venía desde su enojo y preocupación en el parque, así que no lo dudo y correspondió el beso mientras una batalla de lenguas ocurría entre sus bocas; se puso sobre él y acomodó sus piernas para tenerlo vulnerable, era ese dulce olor a pastel el que comenzaba acariciar sus fosas nasales, y parecía pedir cariño y protección.

—Karamatsu... —susurró separándose mientras le dirigía una mirada aterrada—. No creo que sea bueno que continuemos, ¿no quieres intentar dormir? —preguntó dulcemente acariciando la mejilla del mayor.

—Yo... —susurró—, quiero ser abrazado por ti Choromatsu... —expresó con voz quebrada mientras envolvía al menor entre sus brazos y juntaba sus cuerpos—. Por favor, Choromatsu... por esta noche... —rogó—. Tengo miedo y yo... yo te necesito... perdón... —escondió su rostro en el cuello del menor.