—Voy a preparar té —anunció Matsuyo mientras iba a la cocina.
— ¡Karamatsu-niisan! —gritaron los menores al unísono corriendo a su encuentro y colgándose a él para abrazarlo con fuerza.
—He... hello my littles burazas —correspondió nervioso el de azul.
—Karamatsu-niisan ¿cómo te encuentras? —preguntó serio el de verde.
—Bien... buraza...
Por su parte los hermanos de morado y rojo observaron con desprecio al beta, se acercaron con cautela a su segundo hermano e inspeccionaron su aroma a lo lejos, notando así que no tenía impregnada alguna esencia ajena.
El mayor sonrió amenazante y habló con tono sarcástico.
—Vaya Chibita, parece que no tendremos problema contigo.
—No soy homo... —se defendió el calvo con una vena en la sien y una mirada llena de irritación.
—Ninis compórtense por favor y tomen asiento —suspiró la madre entrando con una bandeja que contenía té y galletas.
Todos obedecieron compartiendo el mismo sillón, después de estar bien acomodados la matriarca comenzó su discurso.
—Karamatsu ya no podrá vivir con ustedes —soltó indiferente.
— ¡¿Eh?! —gritaron sorprendidos al unísono.
—Como ustedes sabrán, su hermano es un omega, por lo que sería algo peligroso que se mantenga a su lado, así que pretendo que él tenga un lugar propio.
— ¡Si quieres que no viva con los demás! ¡Pero yo viviré con él! —gritó el mayor ofendido.
—Oye Bakaniisan no te adelantes —quejó el de morado.
—Pero... —empezaron a lagrimear los menores viendo a su hermano de azul, haciendo su mejor carita de cachorro.
—Karamatsu-niisan ¿ya no jugará béisbol conmigo? —la sonrisa de Jyushi era triste.
— ¿Entonces no iremos a pescar juntos? —lagrimeó el de rosa.
—Son unos demonios —susurró Matsuyo impresionada por la presión que imponían en su hijo omega, era un excelente chantaje para un hijo ingenuo.
—Karamatsu-niisan ¿de verdad ya no estaremos juntos? —preguntó el de verde con una mirada desolada.
El de azul simplemente no podía ignorar los ruegos sinceros de sus queridos burazas, esa siempre había sido su mayor debilidad, nunca ignoraría esas expresiones de súplica, esos rostros de un animal abandonado que pedían ser atendidos amorosamente.
—Yo... no lo sé... es que... —dudaba ante sus hermanos que lo veían con desespero y atemorizados de recibir una negativa.
—Matsuyo olvídalo, jamás podrás alejar a Karamatsu de esas bestias —interrumpió el calvo aquel "cálido" ambiente.
Lo hermanos lo barrieron con desprecio mientras volvían sus miradas tiernas al hermano de azul.
— ¿Acaso tienen doble personalidad? —susurró irritado el calvo.
— Puede ser que ¿alguno de ustedes quiere marcarlo? —preguntó la madre rendida.
Los hermanos se asombraron ante dicha pregunta, ya que creían que tenían que convencer primero a sus padres para cortejar al segundo, pero prontó vieron al de azul que desviaba su mirada llena de nerviosismo y se sonrojaba, sus corazones se llenaron de ternura.
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Azul pastel • AllKara
Fanfiction« Fue en una tarde de verano en que cierto joven de cabello bellamente obscuro que vestía una polera azul se diera cuenta que su vida definitivamente no volvería a ser normal, no por lo menos como la vida de sus hermanos, todo su entorno cambiaría p...