Capítulo 05

1.4K 128 19
                                    

Después de aquella incómoda vez de los besos, Karamatsu se decidió a defenderse de sus hermanos por si alguno se quería propasar, no era realmente un problema para él, porque como le había recalcado Choromatsu, tenía la fuerza suficiente para oponerse a sus acciones. Todo eso había resultado perfecto, los hermanos (a excepción del tercero) ya habían probado los golpes de defensa del mayor, era imposible acercarse a él y eso lo tenían claro, aunque también tenían claro que si alguno de ellos lo quería atacar sería cuando entrase en celo y estuviese más débil.

Pero aquella situación parecía tardía, estaban conscientes de que el mayor se cuidaba rigurosamente y estaba atento a la hora de tomar supresores, por lo que más de una vez buscaron deshacerse de sus medicamentos, siempre siendo interceptados por el tercer hijo y así siendo descubiertos por el segundo; pero pasados unos dos meses sin ningún inconveniente similar, volvieron a acostumbrarse a su rutina diaria, aunque aprovecharían ciertos momentos para coquetear con el segundo, cada uno a su manera.


— ¡Karamatsu-niisan! —Habló feliz el de amarillo recibiendo la atención del mayor—. ¿Te gustaría ir conmigo esta tarde a jugar béisbol?

—Claro my little Jyushimatsu —sonrió el mayor dejando de lado el espejo que siempre tenía, para dirigirse a la salida.

—Aburrido ~ —habló el mayor de todos quien leía un manga—. ¡Traigan sake de regreso!

—Y algo de frituras si se puede —pidió el menor quién veía su celular, los otros dos hermanos se encontraban leyendo unas revistas.

—¡Hai hai! —dijo alegre el menor.

Ambos hermanos se encontraban en la entrada poniéndose sus respectivos zapatos, el menor abrió la puerta y empezó a hacer sus típicos estiramientos mientras gritaba feliz "Hustle hustle, muscle muscle", sin embargo el de azul comenzó a sentirse mareado, había notado que su celo parecía volverse irregular, por lo que tembló de miedo notando que estaba bastante lejos de sus supresores, sabía que se había olvidado de algo, se encogió un poco en la entrada escuchando que sus hermanos dentro habían comenzado a moverse en su dirección.

—Karamatsu-niisan —escuchó y vio al menor de amarillo sonreírle con una sonrisa extasiada y posesiva en su rostro.

Sin pensarlo dos veces y con la poco de consciencia que tenía, corrió escaleras arriba siendo detenido por la mano de Ichimatsu, volteó para encontrase con todos los hermanos frente a él, por su parte el tercero parecía tratar de detener al menor y al mayor sin mucho éxito.

—Suéltame... —rogó ante la mirada pervertida del cuarto—. Ichimatsu...

El agarre se sintió más fuerte, pero sabía que aún estaba en sus cinco sentidos, así que con la fuerza que pudo pateó al menor cayendo hacía atrás y volteándose rápidamente para subir gateando, sin embargo el de amarillo se lanzó sobre él y lo retuvo por la espalda.

—Karamatsu-niisan, hueles delicioso —susurró en su oído lamiendo su lóbulo, lo cual le hizo estremecerse por un momento.

—...No... —dijo con la poca fuerza que le quedaba para lanzar una patada al menor quién cayó sobre el cuarto e ignorando eso corrió hacía su habitación.

Mientras todo eso ocurría el mayor había estado forcejeando con el menor y el de verde, su autocontrol se había ido por los suelos cuando entre ambos trataron de detenerlo, ¿acaso habían olvidado quién era el mayor ahí?, esta vez con un aura completamente opresiva que incluso hizo temblar a los otros dos que apenas se levantaban, miró a los cuatro con una sonrisa prepotente.

—Osomatsu-niisan... —susurró Choromatsu tragando un poco de saliva ante la mirada amenazante del mayor. Este con superioridad se dirigió a las escaleras para subir siendo interceptado por el de amarillo y el de morado.

Azul pastel • AllKaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora