Azul pastel • AllKara

Final 💚ChoroKara💙

A los pocos segundos de balbucear algunas palabras, fue tomado por sorpresa de la muñeca para así comenzar a correr mientras se alejaban de aquel lugar, podía escuchar cómo los estaban siguiendo pero no mucho rato después esos sonidos de persecución habían desaparecido; Karamatsu sólo sentía su rostro arder mientras la mano ajena se entrelazaba en la suya con bastante fuerza, el viento a causa de la carrera sólo le hacía sentir una adrenalina más intensa, mientras su mente confundida trataba de concordar con los latidos de su corazón, los cuales tenían un ritmo cual casqueteo de caballo; con una mano se aferraba a la ajena mientras que con la otra tomaba fuertemente su sudadera en la parte del pecho.

Después de un buen tramo recorrido, ambos chicos se detuvieron para tratar de regular su respiración, para por unos segundos comenzar a reír con cierta dificultad.

— ¿Estás bien Karamatsu-niisan? —preguntó el de polera verde con cansancio y un rostro abochornado, sus cabellos se encontraban algo despeinados.

—S-sí... —respondió mientras veía de frente a su hermano menor, quien tenía una piel perlada por el sudor de la carrera, por obvias razones asumió que debía verse de la misma forma—. ¿Y... tú Choromatsu?

—Bueno... —dijo mientras aseguraba el perímetro, esperaba de todo corazón que aquellos hombres ebrios no los siguieran, pues ahora mismo no tenía ganas de pelear—, creo que estamos bien por ahora...

—No debiste hacer algo tan peligroso Choromatsu —habló autoritario el mayor, se había preocupado bastante por aquella patada que proporcionó su pequeño hermano, sabía que era muy fuerte, pero definitivamente se preocupaba por él.

— ¿Y qué hay de ti Karamatsu-niisan? —Preguntó con reproche—. ¿Por qué terminaste en un lugar tan peligroso mientras estás liberando un poco de tu aroma?

—Ah... —dudó—. Yo...yo...

— ¡Eso fue muy peligroso Karamatsu-niisan! —esta vez utilizó su típico tono de regaño.

El mayor sólo bajó la mirada con un puchero mientras volvía a sonrojarse; pues había huido de aquel lugar por la misma razón de temer declararse en frente de todas las personas que iban a ser afectadas por dicha acción, quería evitar tanto aquello que no se dio cuenta de la dirección que había tomado.

—Oye... Choromatsu... —dijo cambiando el tema.

— ¿Hmmm?

— ¿Qué hay de los demás?

— ¡Ah! ¡Cierto! Nos separamos en la avenida para encontrarte más rápido, así podíamos abarcar más territorio.

—Ya veo... —susurró tímido mientras comenzaba a caminar—. Lo mejor será que regresemos pronto a casa...

El de verde miro la espalda de su hermano mientras avanzaba, y también pudo distinguir que parte de sus orejas se encontraban completamente rojas.

—Karamatsu-niisan, espera —pidió en voz alta haciendo parar al omega mientras se ponía nervioso—. Karamatsu-niisan... ¿Puedo preguntarte algo...?

—No... —soltó con una voz bastante tímida sin voltear.

—Karamatsu... —mencionó con voz apacible pero autoritaria, algo que hizo tensar al mayor mientras era tomado de los brazos por su hermano para plantarse de frente—. ¿Estás cansado por correr? —esta pregunta sorprendió al Matsuno de azul dirigiendo su mirada a los ojos de su hermano, no era algo que esperará, pero sí que era una pregunta sincera, el menor se veía preocupado—. Si gustas puedo cargarte de vuelta a casa.

El mayor no pudo evitar reír un poco ante dicho suceso, lo cual confundió al de verde quién frunció el ceño sintiendo que era burlado por su hermano.