Ocultar secretos siempre había sido una pesada carga, necesaria para sobrevivir o proteger a los demás, pero seguía siendo, al fin y al cabo, un peso sobre los hombros que no todo el mundo podía soportar. Además, había algo que la mayoría no lograba comprender: la verdad no podía ocultarse eternamente. Jeonghan debería haberlo sabido, entendía el significado de la inmortalidad y sabía que era un periodo de tiempo lo suficientemente largo como para no ser descubierto. Cuando vivía escondido en los límites del bosque, oculto de aquellos que no tuviesen buenas intenciones y apareciendo solo ante quienes le necesitaban de verdad, había sido fácil que el mundo no supiese quien era o lo que había hecho.
Cuando ayudó a Seungcheol a desaparecer, fue sencillo mentir al pueblo y fingir que no sabía lo que había ocurrido. Incluso después de escuchar como le culpaban por una maldición que él no había puesto, pudo mantener el secreto. Cuando su maestra murió y tuvo que buscar a Junhui, el mundo siguió sin conocer qué era. El humano atrapado en el cuerpo de un gato se marchó del pueblo sin que nadie sospechase sobre su partida. Cuando hechizó a Joshua para salvarle de una muerta prematura, pudo mantenerle a salvo de ojos indiscretos y protegerse al mismo tiempo. Cada maldición y hechizo que tuvo que hacer fue mantenido en secreto hasta que se lo contó a él, su eterno compañero y el amor de su vida. Pudo hacer desaparecer parte del peso que cargaba sobre sus hombros, parte de la responsabilidad que traía consigo su poder. Sin embargo, el pueblo convertido en ciudad seguía sin saber quién era hasta aquel día, hasta el momento en el que convivir entre los humanos como uno más le pasó factura. Ninguno de los tres fue capaz de prever que ocurriría. Ninguno pudo protegerse.
Un lunes como cualquier otro, el pequeño grupo que habían formado se reunió en la nueva casa que compartían desde hacía unos meses Mingyu, Wonwoo y Minghao. Por aquel entonces, solo eran ocho. Tardarían un poco más en ampliar su círculo, en recuperar amistades perdidas y en ver como se formaban relaciones que aquel día creían imposibles. Se habían reunido por la mañana, conscientes de que Joshua no podía ir con ellos por la noche. El informe oficial era que trabajaba como guardia nocturno, la realidad era aquel manzano que solo surgía cuando la luna ascendía. Iba a ser la primera vez que Minghao y Soonyoung se veían desde la despedida, la primera vez que conocerían a Seokmin y serían testigos de como el amor entre ellos surgía cada día más fuerte. Podían haberse escaqueado, haber buscado alguna excusa, pero aquel encuentro era inevitable: Seungcheol cumplía años y no iban a dejar que pasase el día solo.
— Bienvenidos a nuestra humilde morada —Saludó Mingyu con una exagerada reverencia al abrir la puerta—. Está todo preparado, solo faltabais vosotros ¿Habéis traído el vino?
— ¿Seokmin y Soonyoung ya están aquí? —Preguntó Joshua levantando la mano para que viese las botellas que traía con él.
— Está bien y sonriendo —Informó consciente de que sus amigos solo querían saber como lo estaba llevando Minghao—. El chico nuevo ha traído tu tarta favorita, pero está prohibido comer hasta que llegue Seungcheol —Le recordó a Joshua al ver su sonrisa ante la mención del pastel de manzana—. Debería estar aquí en quince o veinte minutos, ¿Por qué no os ponéis cómodos y yo guardo las botellas?
Abrazaron a su amigo y colgaron los abrigos en la percha de la entrado antes de ir al salón. La mesa estaba puesta impecablemente, una guirnalda hecha a mano ocupaba gran parte de la pared y miles de globos estaban desperdigados por la habitación. Saludaron al resto de los invitados, deteniéndose en Seokmin para presentarse. Como buenos amigos deberían haber odiado al chico, pero era imposible hacerlo con esa sonrisa y la inocencia que parecía emanar de él. Además, contribuyó que no había tensión entre ellos, Minghao sonreía sin fingir y hablaba animadamente con Soonyoung sobre lo que se habían perdido. Unos minutos después, cuando comenzaban a prepararse, el timbre sonó con insistencia anunciando la llegada del cumpleañero.
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Historias de una ciudad (Fictober 2019)
FanfictionUna ciudad con miles de historias que merecen ser contadas. » Historia de mi propia invención, si alguien ve que ha sido copiada, que me avise. La he creado con todo mi cariño. » Todos los relatos incluidos en esta historia son parte del reto Fictob...