Flight

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El sonido del teléfono despertó a Taehyung en mitad de la noche. O de la madrugada. No tenía muy claro en qué momento de la noche se encontraba. De hecho, era la tercera vez que sonaba el teléfono, pero no lo había escuchado debido a que estaba agotado.

Las últimas semanas habían sido devastadoras para él. Su novio había estado muy distante, como ausente. Y eso en los pocos momentos en los que no había huido de él para encerrarse en su propio mundo.

Taehyung suspiró mientras se levantaba de la cama. Su trabajo como idol le estaba consumiendo y él, o no se quería dar cuenta, o amaba demasiado lo que hacía como para proponerse siquiera dejarlo.

Dejando esos pensamientos de lado, el joven descolgó el teléfono y trató de no bostezar.

-¿Sí?

-Tae... Soy Yoongi.

-Estas no son horas... ¿qué te ha pasado esta vez?

El silencio se tornó incómodo.

-Vamos, no quería ser borde. Sabes que puedes llamar cuando quieras o incluso pasarte por casa. Es sólo que estoy cansado, pero no te preocupes.

-Tae... no soy yo.

El pecho de Taehyung se llenó de oscuridad por un momento. No quería pensar, pero su mente estaba funcionando a toda velocidad.

-Yoongi, si no hablas me va a...

-Le han encontrado... no saben si... bueno...

La respiración del mayor se desconsoló de repente. Se mordió el labio inferior, tratando de controlarse, pero no podía. No era capaz. Porque sabía exactamente de quién estaba hablando. Y lo único que sentía era que quería explotar.

-¿Qué ha pasado? ¿Está bien? ¿¡Dónde está?!

-Tae... por favor... cálmate...

-No me pidas que me puto calme, joder.

-Lo sé, lo sé... Ahm... Te he pasado la ubicación, ¿vale? Cálmate, prepárate y nos vemos ahí.

-Yoongi, espera, por favor, no cuelgues -pidió el más joven desesperado.

El mencionado suspiró con dificultad y permaneció en silencio.

-¿Está... bien?

El silencio ante su pregunta dolía más que cualquier otra cosa que hubiera podido imaginar. Sus lágrimas le impedían ver bien y el ritmo acelerado de su respiración le impedía pensar con claridad, y mucho menos hablar.

-No vamos a hablar de esto por teléfono, Tae. Nos vemos allí.

-Yoongi, no, espera...

Pero colgó el teléfono.

¿Cómo cojones iba a calmarse en esa situación? No sabía lo que había pasado. No sabía si estaba bien o si iba a estarlo. No sabía... absolutamente nada.

Y eso era lo que le estaba devorando desde sus entrañas.

Necesitaba salir de su casa ya. Así que se vistió con lo primero que encontró y salió a la calle con nada más que su móvil y sus llaves en los bolsillos. Caminó hasta la carretera principal, notando que estaba comenzando a llover, y comenzó a caminar en dirección a la ubicación que su amigo le había mandado; el hospital.

Al verse reflejado en uno de los coches, observó su rostro y se mordió el labio inferior. Estaba despeinado y ojeroso, debido a la privación del sueño, y las lágrimas que no paraban de emanar de sus ojos no ayudaban en absoluto.

One ShotsWhere stories live. Discover now