ー𝑂𝑛𝑙𝑦 𝐵𝑒𝑠𝑡 𝐹𝑟𝑖𝑒𝑛𝑑𝑠ー 𝑀𝑖𝑘𝑒𝑙𝑙𝑖𝑛𝑜

†. . . . ❝１１

Él frío del aire acondicionado estaba por toda la habitación, las luces de noche estaban prendidas y una suave melodía de piano adornaba él ambiente.

-Entonces, ustedes dos terminaron -cuestiono él albino.

-si- respondió con melancolía él dueño de la habitacion.

-Pero aun no entiendo por que, ¿que acaso no estaban bien?

-Se fue con Sparta- le respondió bajando la mirada con un tono triste.

-Pero si ustedes dos armaban tan hermosa pareja, ¿como pudo quedarse con él?

-Yo lo deje ir

-¿Por que?

-Era lo mejor para ambos, ya no nos entendíamos y pensé que al darnos tiempo lograríamos mejorar -explico- pero todo empeoro- sus ojos comenzaban a cristalizarse y sus sollozos se volvían mas notables- jamás pensé que me dejaría por alguien mas, pasamos demasiado tiempo juntos y creí que ya lo conocía lo suficiente para decir que no me dejaría -sus dedos jugaban con la orilla baja de su camiseta, sus lagrimas empezaban a caer gota lo gota sobre las manos del ahora castaño con mechas amarillas- creo que mi error en él amor siempre es pensar que en verdad me van a querer incondicionalmente.

-¿Cuando te lo dijo?- le cuestiono él albino.

-Él no me dijo nada, yo termine con él- murmuró para sus adentros mike, quien ya se encontraba llorando desconsoladamente.

-¿¡Pero que tienes en la mente?! ¿¡Como se te ah ocurrido mismísima locura!?- le grito agitado él albino quien se había levantado de la cama de golpe.

-Su mirada lo dijo todo

-No te entiendo Mike

-La ilusión y él amor, eso se podía apreciar en sus ojos cada vez que hablaba sobre él o cada vez que lo mencionaban, lo mira como me miraba a mi.- explico a duras penas con sollozos.

-Oh Mike, como lo siento- abrazo fuertemente al castaño con dolor en su pecho.

-No te preocupes Rius -secando sus lágrimas se para apagar las luces de la habitación-¿ Te quedaras?

-Sabes que si

-Okay, buenas noches

-Buenas noches, Mike

Las luces fueron apagadas, la temperatura seguía baja mientras él sonido del piano relajaba mas a ambos cuerpos cubiertos por las sabanas y almohadas.

Sus sollozos del castaño ahora eran ahogados en una almohada mientras que los recuerdos inundaban su mente.

Unos brazos lo rodearon por detrás y su cuerpo se sintió protegido por primera vez después de mucho tiempo.

Él sueño les inundo completamente y cayeron dormidos en un sueño blanco.

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