VI

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"La cordura no es algo que necesite, pues ¿De que sirve en este mundo?."

Moon, Sun & Star.
















Mire una gran montaña después de andar por unos minutos y me acerque para descansar unos segundos, y apoye mi lomo sobre la gran masa de musgo y caí. Mi cuerpo pasó en falso vi que era una pequeña cueva, justa para el tamaño de mi cuerpo.

Y como si la suerte estuviera de mi lado, se aproximaba una tormenta, la cual no duraría en desatarse en cualquier momento.

Y se desató. Llevándose  todo rasto de mis pisadas y con ello mi angustia, aunque sea por unos momentos.

Mire con mayor atención el collar de mi madre un bello y pequeño círculo plateado, del cual se su centro emanaba delicadas líneas doradas en una fina cadena.

"Ten este collar. Te sera de mucha ayuda."

Mamá, espero que tengas razón. Por lo que se logra ver, cada vez que hay un relámpago, es que la lluvia no parará en buen tiempo, y que por ende la luna no se vea; ayudándome con la situación de mi cuerpo. La sensaciones no desaparecen pero, por lo menos era manejable.

"Ve en dirección norte."

Al norte, territorio de la manada de Jaguares, sino mal recuerdo su alfa es el hijo mayor de los Jung; desviándose un poco al este, esta la manada vecina su líder, el intimidante tigre Min. Y en dirección noroeste el territorio de las panteras, del cual su linaje se pasa de generación en generación de la familia Kim.

Solo son 3 manadas que foman parte de la gran alianza de 7, y con solo eso ya es más que intimidante. Las que limitaban con nuestros territorios del sur eran; en dirección sureste la otra manada Kim territorio de leones y en dirección suroeste, la manda de los Jeon; la cual a estado en la boca de todos por la elección de su proximo alfa, territorio lobuno. 

Seria mejor descansar, mañana emprenderá un largo trayecto.





°•°•°

Abrí mis ojos y lo que me recibió fue oscuridad, desorientada asome mi cabeza hacia fuera, y mire que apenas estaba amaneciendo, creo. No se notaban bien, ya que aún seguía estando el cielo nublado.

Las sensaciones seguían algo presentes,  pero al no estar en contacto directo con la Luna, sus efectos no eran tan fuertes. Necesitaba algo con que neutralizar mi olor.

Pues el camino que me tocaba emprender, uno iba a ser largo y dos para empezar tenía que orientarme de donde había quedado después de mi caída de la ladera.

Bueno, primero lo primero; mire un gran charco y sin pensarlo refriege mi cuerpo, quedando totalmente llena de agua lodosa y luego me encamine a la hierba, para refriegar mi cuerpo contra ella.

Ahora tenía impregnado en mi cuerpo gatuno, prácticamente, el olor del ambiente, lodo y hierba mojada. Si el sol sale en dirección este y se oculta en dirección oeste, por lo que apenas se puede ver en el cielo, una mancha brillante, allá es este.

Apesar de que mi madre me indicó de fuera en dirección norte, no tengo las posibilidades de ubicar más que dos direcciones, al este territorio de Pumas y al oeste los astutos e ingeniosos Zorros.

- Pues ya valimos, querida.

-¿Quién eres?- pregunte mientras miraba a mi alrededor con miedo.

- Perdón, me presento, soy tu ser gatuno interior, Nemesis.

- ¿Y hasta ahora te presentas?

- De hecho no, pero con todo el escándalo que pasó, no pude hacerlo antes. Lamento que nuestro primer celo no haya sido como una pensaba.

- Si yo también.

-Bien, ¿Y ahora?.

- Pues, no se.

- ¿Entonces?, ¿A dónde apunte la nariz? O en éste caso ¿El instinto?.

- ¿Quieres guiarme?

- Si, vamos ______, deja salir tu animal interno, vamos déjame salir.




















































En la multimedia está la fotografía de un gato montés o lince (como le quieran llamar).

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