3.- Fly away from here

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Kyōka amaba a sus padres a pesar de todo. Su padre no la amaba lo suficiente y su madre, demasiado, al punto de quererla de manera enfermiza, desbordaba su amor a través de neurosis de vez en cuando, muy, muy frecuentemente.

Siempre tuvieron una relación en los extremos, extremadamente linda por momentos y extremadamente mala otras veces.

Como era de esperarse, ésto se intensificó tras el descubrimiento de la niña sobre la familia original de su padre, pues las preguntas a su madre al respecto eran constantes y siempre terminaban en discusiones casi trágicas, llenas de gritos y llantos.

Kyōka estaba muy deprimida, no podía pasar dos días sin medicación y no tener un intento de suicidio. Sus mayores crisis eran por las noches, y eran tales que sentía miedo cada que veía el cielo oscurecer.

Casi a diario llegaba a la escuela con los ojos hinchados por el llanto de la noche anterior o de la misma mañana por haber discutido por teléfono con su madre. Denki se estaba convirtiendo en un refugio, empezaba a verlo como un lugar seguro, como una isla en la que naufragar habiendo nadado en el océano de la tristeza.

—Eres mi lugar seguro —le decía tras silencios, con la voz débil y temblorosa cada que le contaba lo que sucedía con su madre.

—Tienes que seguir viviendo Kyōka, te quiero, me harías mucha falta —repetía cálidamente el chico cada que ella hablaba sobre su hartazgo con su vida y sus ideas suicidas.

Nada de ésto mejoró en sus tres años de preparatoria.

Se graduó, volvió a vivir permanentemente en casa de sus padres, siguió su relación con Kaminari, siguió empeorando su relación con su madre, siguió con su vida como si siguiera haciendo un trabajo que no le gustara.

En una ocasión a medio día, la discusión con Mika Jirō subió tanto de tono, que llegó a la intención de golpear a su hija con una caja pequeña de plástico que tenía en las manos. Kyōka esquivó el golpe que iba hacia su brazo derecho. Observó a su madre y sus ojos realmente se inundaron y enrojecieron en un instante, salió de su casa corriendo lo más rápido que la tristeza le permitía mientras el corazón se le caía a pedazos, corría con una gran pesadez en sus pasos y en su pecho, ese golpe fue la gota que derramó el vaso de la terrible relación con su madre.

Corrió al departamento de su novio, quien sabía que vivía sólo, tocó el timbre desesperadamente hasta que Denki, asustado y apresurado, le abrió y le encontró ahí en frente con la cara deshecha

—¡Si tengo que seguir viviendo déjame vivir contigo! —gritó con la voz entrecortada por el llanto.

El chico, con gesto compasivo, le hizo pasar y ahí cerca de la puerta, la abrazó, la abrazó con todas sus fuerzas queriéndole hacer sentir que podía estar con él para siempre, —no quiero... no puedo volver —susurró Jirō aún llorando, —no necesitas volver —obtuvo como respuesta.

Se quedó en casa de Kaminari un par de días, Mika Jirō no la buscó, Kyoka y su novio platicaron sobre vivir juntos, ella habló de lo imposible que le era ya estar un minuto más con su madre

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Se quedó en casa de Kaminari un par de días, Mika Jirō no la buscó, Kyoka y su novio platicaron sobre vivir juntos, ella habló de lo imposible que le era ya estar un minuto más con su madre.

El muchacho no pudo negarse, la amaba y tampoco soportaba verla sufrir de tal modo.

Tras cuatro o cinco días, ella, armada de valor, volvió a casa de sus padres dispuesta a empacar sus cosas para irse de ahí, por suerte, no se encontró con nadie, ni quiso preguntarse por qué, mientras tanto, Denki se dio a la tarea de buscar un departamento donde pudiesen vivir juntos y les fuese posible pagar con su sueldo de héroes de medio tiempo.

No hubo inconvenientes. Se mudaron juntos, Jirō Kyoka, a pesar de no sentir que estaba en un lugar seguro debido a que su depresión la acompañaba a todos lados, estaba con su lugar seguro.

Naufragio | KamiJiro & MomoJiro | BnHA fanfiction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora