The Gate [Yoontae]

1

La noche iba cayendo de a poco y las nubes negras que se notaban a lo lejos se iban amontonando cada vez más, sintiendo como el fuerte viento chocaba con su rostro.
Eso significaba, que una fuerte lluvia se avecinaba y posibles granizos podían caer en la ciudad.
Así que con pasos apresurados trataba de llegar lo antes posible a su casa para no mojarse y enfermarse, asi poder estar con su futuro esposo y dormir acurrucados, de solo pensarlo le ponía feliz.

Recuerda aquel día cuando Hoseok le invito a un restaurante, lleno de velas y pétalos con música de fondo, ese día lo había visto tan nervioso que terminó tropezando con la cajita de anillos en su mano.
Ese día lloro y río de alegría que cuando Hoseok se levando termino saltando arriba de el y terminaron cayendo en el piso, para al final con un "si, si acepto" y un beso que lo dejaba en las nubes.

Río tontamente de solo recordarlo, que no se percataba que las personas lo veían raro pero aun así no le tomaba mucha importancia, solamente era el y su felicidad.

Ya a lo lejos divisó su casa, que con mucho esfuerzo lo pudo comprar junto a su prometido, tenia tantos planes para el futuro que habeces la realidad golpeaba muy duro.

Una vez llego a la puerta de la casa se dispuso a sacar la llave de su bolsillo delantero, cuando quiso insertar la llave se dio cuenta que la puerta estaba abierta y eso le parecía extraño, ya que Hoseok nunca dejaba la puerta sin cerrar.
Sin tomarle mucha importancia al asunto entró, fue directo a la cocina para tomar agua pero durante el transcurro del camino se encontró con la camisa de su prometido tirada en el suelo.

- ¡Hoseok!- llamó, pero no le contesto
así que primero fue a buscar agua y subió las escaleras que iban directo a su pieza, mientras más subía más se le presionaba el pecho sin entender porque.

Cuando llegó escucho ruidos, pero no era cualquier ruido si no que los que escuchaba eran gemidos que parecían ser otro hombre.
Con su mano libre agarro la perilla temblorosamente y abrió la puerta, encontrándose con la escena más horrible y dolorosa que pudo haber encontrado, sin darse cuenta el vaso que tenía en su mano se le callo al piso; viendo como Hoseok y el otro chico se separaron rápidamente.

- T-Taehyung ¿En que m-momento llegaste?- pregunto con mirada preocupada, tratando de cambiarse rápidamente.

El menor que había quedado en shock salio de su transe y corrió hasia abajo pero una mano lo sujeto del brazo.

- ¡Sueltame!- grito furioso el pelirubio tratando de zafarse del agarre de quien suponía que iba a ser su esposo.

- Taehyung tranquilízate, déjame explicarte- hablaba con desesperación el contrario, pero Taehyung solo se negaba.

- ¡D-dejame!- sus gritos se iban desvaneciendo, sintiendo como sus lágrimas caían por sus mejillas.

- Porfavor bebé déjame explicarte- rogaba el contrario pero lo que no se esperaba era que el pelirubio le hubiera dado una cachetada que resonó en todo el lugar y eso fue lo suficientemente para que lo soltase.

- ¿Explicarme?¡¿Explicarme de que mierda?!¡de como te como te rovolcabas con otro mientras yo no estaba!- grita el menor- ¿¡eso me ibas a decir!?

- N-no mi vida yo...-

-¡No!¡nada de "mi vida","mi amor","bebe"! S-solo cállate- dice a lo ultimo con voz rota, se saca el anillo que tenía en su dedo y se lo revolea- ¡vete a la mierda hijo de puta!-

Con toda sus ganas salio corriendo hacia afuera, siguió y siguió sin rumbo alguno sintiendo como la lluvia lo iba mojando de a poco.
No quería saber nada, completamente nada solo quería desaparecer para nunca volver
Todo lo que quería hacer se derrumbó y solamente quedo con un profundo dolor en el pecho, sintiendo como le ardía y quemaba completamente.

La velocidad a la que iba fue disminuyendo hasta quedar completamente quieto, respirando irregularmente y sintiendo como sus lágrimas eran mezcladas por la lluvia. Levemente levanto la cabeza para saber en donde estaba,
no reconoció absolutamente nada era completamente de noche y llovía a mares, apenas podía distinguir la calle por las luces.

Mientras caminaba iba observando a su alrededor; un ruido lo hizo sobresaltar y cuando se giro vio a un grupo de chicos acercándose a el, así que con pánico empezó a caminar más rápido escuchando como los pasos de atrás le iban siguiendo, no le quedo mas opción que correr apresuradamente.

- ¡Hey!, detengalo- se escuchó una voz gruesa, sin saber que hacer dobló en un callejón sin salida, con el corazón a mil divisó una puerta e intento abrirla pero no cedía y así siguió tratando de poder abrirla.

- Por favor ábrete- suplico entre lágrimas escuchando como a lo lejos se escuchaban las pisadas

-hey lindo, no tengas miedo solo queremos unas cosillas- dijo el desconocido, escuchado como los demás del grupo reían.

- Porfavor ábrete- siguió forzando

- acaso eres idiota, esa puerta esta cerrada, con tus súplicas no vas a poder hacer nada- las voces se iban haciendo cada ves fuertes y la desesperación lo mataba.

- Solo abrete porfavor! -grito, sintiendo como la puerta se abría; con desespero entro y cerró la puerta cerrando los ojos con fuerza, con el pulso acelerado.
No escucho gritos, ni siquiera sintió si la puerta era forzada, con un suspiro de alivio abrió lentamente los ojos pero solo vio todo árboles y pasto verde sintiendo como el viento fresco chocaba en su rostro.

Sorprendido mira por donde entro, pero la puerta blanca en la que estaba apoyado iba desvaneciendo, hasta solo ver parte del bosque.

- Ah...-suspiro y sin darse cuenta ya se había desmayado.

Espero que les guste, no es nada del otro mundo (?

Bueno, que yo sepa nunca leí si había una historia así pero Yoontae, si hay me vale yo ya lo hise.
Perdonen mi asquerosa mala ORTO-grafia, trato de mejorar  (?
Cualquier cosa avisan.