-Vamos chica, ya llegó tu madre- Dijo el guardia de turno, para luego abrir la celda que tenían en la comisaría.
-No es mi madre, ya se lo dije- Dije con algo de desespero.
Caminamos por un pasillo largo y luego la ví, estaba con su típica ropa de trabajo y con una cara de enfado, me moría de risa, solté una gran carcajada y ella me miró con el seño fruncido.
-¿De qué te ríes, mocosa? Hiciste que perdiera una gran inversión por estar haciende de rebelde- Dijo con un tono de enojo, que me dio más risa.
-De tu cara y tu forma de hablar- Dije con una risa suave.
-Veamos si te ríe cuando lleguemos a casa y tengas que hacer tus maletas- Dijo ella, camino hacia la puerta y la abrió para que pasara yo y después ella.
-¿Por qué?¿Nos iremos de viaje otra vez?- Dije algo irónica, ya que siempre que viaja me deja aquí y ni siquiera me llama.
-Que graciosa,- Dijo, para luego hacer una risa falsa- pero lamentablemente tengo que informarte esto. Te irás a un internado, ya no puedo con tus problemas adolecentes, estás descontrolada y yo no puedo con eso.
-Espera, - la interrumpí- ¿Un internado?¿Es qué acaso tú estás loca?, yo no pienso ir a un internado, me largo de casa si quieres, pero ni sueñes que iré a un internado.
-Veamos, mocosa, yo soy tu tutora legal, yo mando, yo decido que hago contigo hasta que seas mayor de edad, así que ve preparando tu maleta, te vas mañana- Terminó de decir eso y se bajó del auto, para que luego yo la siguiera hasta adentro de la casa-.
-Está bien, iré al internado, -Dije, de una forma fría- pero no iré porque tú lo dices.
-¿Entonces por qué más irás, mocosa? No tienes más razones para irte de aquí.
-Oh claro que tengo más razones, por ejemplo, no ver más tu cara plástica de mierda, no soportar tu carácter estúpido y no ver más a todos esos imbéciles con enfermedades sexuales, que seguro ya te transmitieron de todo- Cuando termine me fui a mi habitación, cerré con un portazo y empecé a hacer mi maleta.
*4:30 PM del otro día*
-Bienvenida señorita Miller, espero que no tenga más problemas aquí en el internado Brookstone, puede ir a informaciones y pedir la llave de su habitación- Dijo la directora del lugar, tenía más plástico en la cara que una barbie.
-Gracias, directora, hasta pronto- Dije que una voz inocente, lo que menos quiero es que la directora me tenga "en la mira".
Caminé tranquilamente hasta la odicina de informaciones, entré y me encontré con una señora que vestía un abrigo, jeans y unos lentes, la saludé, le pedí toda la información que necesitaba y salí de la oficina, me dirigí hasta mi edificio, subí hasta el último piso y entre en la habitación nº94. ¡Íncreible!, la habitación tenía 2 camas y era enorme, no me molestaba compartir, pero si la chica o chico que estuviera conmigo es demasiado idiota, creo que no lo soportaré mucho. De un momento a otro me siento caer en algo blando, alguien está encima mío.
-¡Hey ímbecil, quítate, me estás aplastando! -Grité furiosa, la persona se levantó y me dí vuelta para encararla o encararlo- ¿Qué diablos te pasa?¿Acaso eres retrasado?-Y lo ví, era un chico con el pelo de colores, mucho más alto que yo.
-Lo siento, pensé que estaban robando, no me dijeron que vendría alguien más- Dijo algo apenado-, me presento soy.....
