Capítulo 3: Primer día, primer problema.

236 24 5
                                    

Luego de cambiarme ropa salí con intención de ir a fumar un cigarrillo, pero me encontré con el idiota otra vez, justo cuando iba a abrir la puerta.

-Hey, ¿Vas a salir?- preguntó con su cara de idiota.

-No, solo quería abrir la puerta para que todos vengan a mi fiesta de bienvenida- dije bastante sarcástica.

-No puedes hacer fiestas, está en contra....- y otra vez más lo interrumpí.

-No puedo creer que seas tan idiota, claro que voy a salir, puedes venir, quizás nos podríamos divertir juntos, tinturitas- dije y abrí la puerta, salí rápidamente y bajé por los pequeños escalones del edificio y llegué a una banca detrás de unos árboles, eran casi las 5:30p.m. Encendí mi cigarrillo y empecé a darle caldas, cuando ya iba por la mitad del tercer cigarrillo, veo que el idiota tinturado venía caminando hacia mí.

-Oye, apaga eso, te vas a meter en muchos problemas si alguien te ve- dijo algo asustado, es un idiota.

-¿Y tú, tinturitas, crees me importa? ¡Claro que no! Me importa más una mierda que me atrapen fumando, todos aquí son unos miedosos hijos de mami que no saben vivir y siempre están protegidos. Ahora, dejame en paz- dije ya muy enojada.

-En serio, dejalo, dame eso ahora- se acercó e intento tomar el cigarrillo, pero en vez de eso se quemó-, ¡Mierda! Que dolor- hizo una mueca de dolor y yo me acerqué rápido a su mano.

-Mira, eres un idiota, vamonos antes de que alguien llegue y...

-¿Y, qué? Dígame, señorita.

-Eh.. ¡Directora! Hola, bueno....

-Es que yo estaba fumando y ____ quizo que no me vieran y me intentó quetar el cigarrillo y me he quemado.

-Michael, ¿Tú, fumando? No intentes cubrirla, sé que tú no eres capaz de hacer algo así, no te gustan esas cosas.

-No, es en serio madre, perdón, nunca se volverá a repetir, sé que es una falta grave y merece expulsión inmediata -me miró, claramente para que supiera que era una indirecta para mí-. Mejor me voy con ____ a nuestra habitación, ella iba a curar mi quemadura.

-Está bien, pero para ,a próxima no contarás con tanta suerte, puedes ser mi hijo pero no significa que te comportarás mal.

-Ok, entendido, ahora mejor nos iremos, hasta mañana madre.

Luego de eso, me miró y empezamos a caminar en dirección al edificio de donde está nuestra habitación. Entramos a la habitación y me miró.

-Mira, te lo diré una sola vez, sé quien eres, no me importa, podríamos divertirnos todo lo que quieras juntos, yo era igual que tú, y lo sigo siendo, pero me comporto aquí, ahora, no estamos tan lejos de fin de año, comportate como se debe y listo, no quiero ni un puto problema más.

Y se fue a el baño y me dejó ahí, callada, íncreible, ese idiota si que me pone, pero no cambia que sea un idiota. Jugaré un poco con él y luego adiós tinturitas, adiós internado y hola vida independiente. Si quiero disfrutar con el idiota, tendré que empezar desde ahora. Salió del baño arreglando su camiseta para dormir y apagó las luces y nos acostamos en nuestras respectivas camas. No pasaron más de 10 segundos y me levanté sin hacer mucho ruido y me acerqué a su cama, él estaba de espaldas, y me recosté.

-¿Qué haces?- preguntó muy confundido.

-Cállate y besame, idiota- lo tomé del cuello lo besé fuertemente.

Y empezó la guerra de besos más exquisita que he tenido, ¡Dios, este chico besa como nadie! Lo acerqué un poco más a mí y el empezó a acariciar mi cintura. Cuando ya estaba lo bastante satisfecha, empecé a besar su cuello y el sonido que salió de él, fue el sonido más excitante de mi vida, después él se apoderó de mi cuello y me sentí como en el cielo, pero si no paraba ahora, mi plan no sería divertido. Me separé bruscamente de él, salí de su cama y me fui a la mía.

-Hey, no, vuelve, eso estaba genial, linda- dijo algo frustrado por el gran problema de sus pantalones.

-Lo siento, pero estoy cansada y quiero dormir- dije de lo más normal, aunque mi corazó latiera como loco.

-No puedes dejarme así, linda. Vamos, por favor, estábamos muy bien hace unos segundos.

-Eh... Si puedo dejarte así, si tienes un problema, tu mano creo que podría ayudarte ahora, así que hasta mañana, tinturitas, que tengas una buena noche- le guiñé un ojo y me di vuelta y dormí plácidamente.

En un internado con un idiota -Michael Clifford y tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora