✓ ²𝗛𝗢𝗠𝗘𝗖𝗢𝗠𝗜𝗡𝗚 ━━ richie tozier

𝗢𝟭𝟱. después de la tormenta, siempre sale el sol

DESPUÉS DE LA TORMENTA, SIEMPRE SALE EL SOL

— Déjame ver si entendí, nunca estuviste muerta pero si estuviste literalmente bajo tierra sola por 27 años, hasta que...¿apareció una tortuga?-preguntó Eddie bastante rápido mientras daba vueltas por la sala, Beverly acarició mi brazo mientras limpié mis lágrimas.

— Si, la tortuga me dijo que los podría encontrar, ella me ayudó todo este tiempo-expliqué mientras mordía mis uñas.

— ¿Qué? ¿p-pero estás segura?-preguntó Mike, el se vía confundido y algo alejado de los demás.- Si, escuchen, se que suena como una locura pero es la verdad, si no es por La Tortuga probablemente eso me hubiera comido allá abajo.

— Esto es una locura-exclamó Richie, no había dicho nada desde que pisé un pie en esta sala, y lo entendía completamente, no podía creer que yo estaba aquí, yo tampoco podía creer que estaba aquí junto a ellos en esta sala después de mucho tiempo

— Oh mierda-exclamé mientras buscaba con la mirada un reloj, 10:46 PM marcaba el reloj de aquella sala, probablemente Jonathan este preocupado y preguntándome donde estaba.

— ¿Qué pasa?—pregunta Bill mientras me mira con el ceño fruncido.

— Hace semanas me estoy quedando en casa de un amigo—aclaré y noto como todos fruncen el ceño al mismo tiempo.

— ¿Qué?—exclaman al mismo tiempo, quise reírme pero no era momento para eso.

— Sí, debo irme, ¿me podrían llevar, por favor?—noté como Eddie literalmente tiró a Richie hacia mi lo cual no pude evitar sonreír ligeramente.

— Claro que Richie te puede llegar, no tienes ni porque preguntar—hablo está vez Eddie con una sonrisa mientras alzaba ambos pulgares en señal de aprobación, no dije nada y solo observé a Richie lo cual me dio una mirada de que lo siguiera lo cual (obviamente) hice.

Al llegar al estacionamiento donde al parecer estaba su auto, dejó caer las llaves de su auto, sin embargo las recogió rápidamente dándome una mirada,  también noté que sus manos temblaban, lo cual me dejó una mala sensación.

Al subir al auto un silencio incómodo se produjo, lo cual me hizo sentirme mal ya que no quería que mi presencia sea mala para el, noté como encendió su radio lo cual agradecí mentalmente porque empezaba a odiar el silencio incómodo. Rock and roll se hizo presente y no pude evitar ladear mi cabeza un poco de lado a lado al compás de la canción.

Recuerdos de mi adolescencia se hicieron presente en mi, no era fan de aquel género musical pero sin dudar alguna formó parte de mi adolescencia.

— No sabía que te gustaba el Rock and Roll—traté de sacar tema de conversación debido a que me sentía nerviosa estar en un lugar con el y que ambos no dijéramos nada, sabía que ya de por si era incómodo vernos después de tanto tiempo y más cuando se supone que debería estar muerta.

— Siempre me ha gustado—admitió—Solo que no era mucho de escucharlo, tampoco sabía que te gustaba.

— Lo mismo que tu, no lo escuchaba mucho—noté como sus dedos dejaron de temblar y yo me sentí más relajada, al fin habíamos dejado aquel silencio de lado, sentí como si me hubiera quitado un peso de encima, me sentía más libre.

— Te extrañé—¿suena tonto si decía que me emocioné? aquellas palabras hicieron que lo miraba rápidamente, el también me miraba con una sonrisa ladeada, yo sonreí y sentí mis ojos picar—Extrañaba estar así contigo ¿sabes?—su vista volvió al volante mientras yo lo seguía mirando?—Extrañé hasta discutir contigo—una sonrisa tonta salió de mis labios.

— Yo también te extrañe, Richie, no tienes ni idea de cuanto te extrañe allá abajo, solo pensando en como estarán todos los seres con cual alguna vez interactúe.

Ahora no solo me sentía relajada, ahora me sentía completa, me sentía bien conmigo misma, siempre me imagine como sería esto, verlo después de tantos años y tener una conversación que siempre soñé. Nunca paré de pensar en el, y me alegra que tampoco dejó de pensar en mi aún pensando en que estaba muerta.

— ¡Hey chicos!—el auto de Richie paró de golpe, casi me caigo del siento si no es por Richie que colocó su brazo delante de mi estómago

— ¿Qué mierda?—gruñó Richie en voz alta.

Delante nuestro se encontraba Eso, el causante de que nuestros peores miedos se hagan realidad.

— ¿Quieres jugar otro poco, Richie?—su voz era temerosa y burlona—¿Que te parece si te señalo el pene  y te provoco cáncer de próstata?—la mano de Richie empezó a temblar y mi corazón no paraba de latir furiosamente, ambos estábamos congelados y el payaso no hacia más que sonreír—También puedo apuntarte a la cabeza y causarte un tumor, al igual que a ti Keith—soltó una risa logrando que mi piel se erizara—Pero la gente diría que no hice solo aumentar lo que ya estaba ahí, puedo señalarte la boca y esa lengua estúpida se te convertirá en un montón de pús chorreante, puedo hacerlo, ¿quieren verlo?—sus ojos empezaron hacer brillantes en aquella oscuridad, mis nervios empezaron a subir y mi corazón latía con más fuerza.

— Retrocede, retrocede—grité mientras observaba a Richie, el hizo lo que le ordene  y bajo la palanca, el empezó a retroceder mientras yo solo observaba como el payaso se quedaba delante nuestro con una sonrisa que podría revelar mis mayores miedos.

Cuando ya no pude verlo le sugerí a Richie que parara el auto ya que a este le empezaron a picar los ojos y no quería que sufriéramos un accidente.

— Me pican, me pican mucho, Keith. Me voy a quedar ciego—empezó a desesperarse mientras se rascaba los ojos con mayor fuerza, le tomé de las muñecas y lo hice parar ya que no quería que si siguiera haciendo más daño.

— Estarás bien—aseguré mientras trataba de calmarlo, no quería que estemos en pánico con lo que acabamos de vivir, tomé su cara entre mis manos y le soplé los ojos lentamente, finalizado el procedimiento me separé de el lentamente.

— Gracias, ya no estoy ciego—asentí aún sin separarme de el, estábamos a escasos centímetros de el otro, ambos bajo la atenta mirada del otro.

Y pasó, pasó lo que hace tiempo estuve esperando.

Un beso.

Y supongo que es verdad lo que dicen, después de la tormenta sale el sol.