The Ghost.. {Kookmin}

¿Qué pasó?

Taehyung no podía entender el como fue empujado de esa manera sin que nadie estuviera en ese lugar, por un momento su cuerpo se llenó de miedo mirando hacía aquel muñeco de plástico.

-Ese muñeco regresará a su lugar en el sótano, es mi última palabra-. Sin esperar otro segundo el castaño salió de la habitación dejando solo a Jimin intentando ser fuerte pero muy en el fondo sabía que algo no estaba bien con aquel pedazo de plástico.

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-Kookie, ¿Porqué lo hiciste? No debes hacer eso, es malo empujar a las personas y más si es mi hermano, sé que estás molesto pero no lo hagas, por favor Kookie, hazlo por mí-. Formando un puchero en sus labios aquel rubio miraba hacía aquel cuerpo de plástico esperando alguna respuesta.

-Minnie ya sabes que no me gusta que me traten mal y solo por eso lo hice-.Una voz de un infante salió de algún lugar de la habitación atrayendo la atención de Taehyung quién a pesar de estar a unos metros de la habitación de Jimin podía escucharlo todo.

-¿Por qué me dices Minnie?-. La voz de Jimin se hizo presente en aquella habitación y por unos minutos el silencio se hizo presente, Taehyung estaba atento por si aquella voz de niño volvía a aparecer.

-Pues... Eres un lindo gatito Jimin-. Tras decir estás palabras el muñeco comenzó a acariciar suavemente la mano de Jimin, los ojos del rubio se llenaron de brillo y un tono carmín se hizo presente en sus mejillas. A decir verdad si a Jimin le dijeran que en un futuro estaría hablando con un simple muñeco, inmediatamente iría con un psicólogo para saber si había algo malo en él o incluso si se estaba volviendo loco, pero hasta ese momento aquel rubio no se sentía para nada incómodo ni siquiera tenía miedo, por alguna extraña razón aquel muñeco le brindaba confianza.

-Entonces.. ¿Te parezco un gatito?-.

-Él gatito más lindo que haya visto en mi vida-. Y una vez más una sonrisa de tonto enamorado apareció en su rostro. 

Pasaron algunas horas así, Jimin no salía de su habitación y permanecía hablando con ese muñeco, Taehyung comenzó a preocuparse por su hermano más sin embargo no podía hacer nada, no tenía contacto con sus padres y sabía que si salía de aquella casa dejando solo a Jimin tendría un severo castigo.

-supongo que es normal-. Pensó Taehyung estando en su nueva habitación dispuesto a dormir, se puso su pijama y apago las luces para acostarse y a los pocos segundos quedarse completamente dormido. En cambio Jimin permanecía en su habitación, dándose cuenta de lo tarde que era decidió dormir, claro no sin antes poner a "Kookie" a lado de él. Algunas horas pasaron con tranquilidad, a pesar de que la casa tenía un ambiente tenebroso y que por dentro era demasiado oscura, se podía sentir una especie de paz.

-Minnie.. Minnie..-.

-Mmm-. El rubio abrió lentamente los ojos al escuchar aquellos sonidos, intento ignorarlo y volver a dormir pero fue entonces donde por segunda vez se escuchó aquel apodo, miró a su alrededor y se dio cuenta que su preciado muñeco no estaba a su lado. -Kookie, ¿Dónde estás? Es tardé y no quiero jugar contigo a las escondidas-. El rubio se levantó, encendió las luces y comenzó a buscarlo debajo de su cama, en su armario y en varios de sus cajones pero en ninguno de esos lugares estaba. Jimin se encontraba demasiado cansado como para seguir buscándolo por lo que se dejó caer en la cama cerrando sus ojos.

-Minnie no duermas, estoy aquí-.

Jimin intento levantar su cabeza pero sus fuerzas no eran las suficientes para mover un músculo, lo único que él quería en ese instante era dormir un poco.

-Bueno supongo que el gatito está demasíado agotado como para jugar conmigo-. Pasos se escucharon en aquella habitación y una extraña sombra negra  levanto y acomodo al rubio de mejor manera en su cama, pero está sombra no era para nada parecida a la de un niño pequeño, más bien era parecida a la de un chico joven y alto que al parecer le gustaba estar con Jimin o mejor dicho con ese pequeño gatito. Esa sombra no era buena ni mala, simplemente quería tener a Jimin