one-shots:yaoi

Sadismo

Ya era bastante tarde como para que mi novio siguiera afuera, decidí esperarlo entre la oscuridad con las luces apagadas para que así cuando llegara lo castigara.

Escuche su llegada, entró de una forma bastante sigilosa, parece que no me descubrió, me da la espalda y aprovecho el momento, con toda la fuerza de mi antebrazo le golpeé la espalda -¡agh!- su grito de dolor fue bastante bajo para mi gusto -¡¿POR QUÉ LLEGAS TAN TARDE PEDAZO DE MIERDA?!- le pregunto con un fuerte grito mientras lo jalaba de su cabellera para que me mirara- tengo el derecho de llegar a la casa cuando yo quiera- me dijo en un tono bastante desafiante - ¡NO! No tienes ese derecho- le di un golpe en el estomado haciendo que se inclinara, lo tome del menton y levante su cabeza lo suficiente como para que me mirara -si YO DIGO que vengas temprano vienes temprano, si YO DIGO que cocines, tu cocinas, si te digo ladra, ladras, si te digo que te mueras te mueres y si no lo puedes entender asi.... entonces tendré que castigarte- lo golpeé en la cara, rompiendo su nariz haciendo que esta sangrara y que él comenzara a llorar -shhhh.....amo cuando te pones así, en verdad.... te amo- le dije acariciando su mejilla con mi mano derecha. Con la voz cortada por su llanto me respondió -e-esto...no es amor- el hijo de perra desprecio mis bonitas palabras dedicadas hacia el. Mis manos pasaron de estar en sus mejillas a su cuello empezando a asfixiarlo, lo levanté hasta tenerlo a mi altura, lo miré a los ojos y le dije -aun tienes el valor de despreciar me, hijo de perra, ¡¿quien fue el pendejo que te cojio esta noche y que te puso en mi contra para que te vayas con el? ¿Acaso te gustó más cojer con el que con migo?!Te demostraré otra vez en por qué YO soy el único que te puede cojer- lo lanzé contra el sillón y me quite el cinturón, mi pantalón y mi boxer me los quité rápido, mi pene totalmente erecto ya estaba listo para empezar.

-¡¡no!!, ¡¡no por favor!!, ya no llegaré tarde,¡no me iré con nadie, estaré a tu lado!- entre llantos apenas logró decir todo eso, sin embargo ya me había decidido a castigarlo por la gran falta que me había hecho -esto te dolerá y créeme que lo voy a disfrutar- le di varios golpes, cada uno más fuerte que el anterior, sus gritos de dolor, su llanto y su sangre no hicieron más que exitarme, cada vez era más y más mi excitación, mi pene estaba tan erecto como nunca antes lo habia tenido, empujándolo contra el sillón y abriendo sus nalgas meti mi pene en su apretado culo, extrañaba su apretado y cálido culo, mis embestidas empezaron siendo duras, fuertes y rápidas así permanecieron, cuando cerraba los ojos y escuchar atentamente sus gritos junto con su llanto solo hacia  que me excitara más y deseaba que nunca me viniera, claro que eso era algo imposible.

Me vine, fue de los mejores orgasmos que había tenido saque mi pene de su culo lleno de semen, le di un nalgadas tan fuertes que lo dejé rojo, tome mi ropa y me subí a mi habitación,  no sin antes decirle -espero que hayas aprendido la lección...¡perra barata!- cuando me acosté en la cama seguía escuchando el relajante sonido de su llanto, pude dormir tan tranquilo y feliz como no habia podido en un buen tiempo.