Sadomasoquismo

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-¡¿DÓNDE ESTAS?!- pisadas fuertes retumbaban en toda la casa mientras que el sonido del cuero chocando contra el piso y las paredes hiba en aumento.

De una patada se abre la puerta y el cuero nuevamente opaca el sonido de alrededor -ya busqué en las otras habitaciones, tienes que estar aquí- abre la puesta del clóset de forma brusca, pero no hay nadie, mira por debajo de la cama pero no lo encuentra, por último se fija en el cesto de ropa sucia, lo suficientemente grande para que el pueda esconderse dentro de él, levanta la tapa de este y la arroja hacia la pared, mira al interior.

-¡¡TE ENCONTRÉ!!- un chico de baja estatura, pelo y ojos oscuros, el chico estaba desnudo revelando su pálido tono de piel similar al mármol o el marfil, el chico temblaba, pero no era un temblor de miedo era por otra cosa -¡VEN ACÁ!- este otro chico que era alto como una montaña y fornido como un fisicoculturista puso el cinturón sobre su hombro izquierdo mientras que con su mano derecha tomó la oreja del pequeño y lo jalo azotandolo contra el suelo de la habitación, tirandolo junto con el cesto, jalandolo de su cabellera, lo levantó solo para derribarlo con un golpe, rompiendo su labio inferior, otra vez en el piso, el chico peli negro recibe un golpe con el cinturón de su agresor de tal forma que lo empujó hacia el costado de la cama.

-has sido un chico muy malo y tienes que ser castigado por eso- saca de sus bolsillos unas cuerdas con las que amarra sus brazos y piernas a la cama.

-castigame todo lo necesario para que se me quite lo malo- le respondió el menor, mientras se retorcía sobre la cama a la que fueron amarrados sus brazos y piernas.

-me encanta como sangras por mi- le dijo mientras miraba fluir la sangre de su labio inferior -sangra más- le mordió el labio haciendo que la sangre corriera aun más.

El menor solo se retorcio de placer y su pene respondió a este, poniéndose tan duro como nunca lo había sentido.

-tendras que esperar si es que quieres seguir gozando- se alejo del menor y salió de la habitación, al cabo de poco tiempo regreso con un par de pinzas -sabes lo que haré con estos...¿verdad?- el menor le asintió con la cabeza -pues espero que gimas como me gusta o no continuaremos- pone las pinzas en los pezones del menor haciendo que este gimiera de forma escandalosa y su pene seguía con la erección de antes, sentrandose en su erección el mayor tomo su pene entre sus manos y lo apretó, lo apretó una y otra vez como si fuera un juguete de hule que chilla, por la presión que ejerció en este en un buen rato termino poniéndose rojo, el peli negro solo se dedico a gemir durante todo este proceso.

-Me pregunto...¿que tanto te puedo hacer sangrar?- dijo el chico fornido que se encontraba apretando el pene del menor, empezó a morder todo lo que pudo de su suave y blanca piel dejando la marca de sus dientes sobre su cuerpo, mordió su hombro, su cuello, su boca, mejilla, pecho, torzo, panza, cadera, muslos, piernas, pies y su trasero, el menor tenía mordidas marcadas en todo su cuerpo, tanto que en algunos esos lugares donde tenia mordias sangro.

-ah...ah...ah...¡si!- los gemidos del menor envolvían el ambiente, apesar del dolor que sentía lo disfrutaba mucho -¡quiero más sangre! -dijo el que le estaba dando tanto placer tomando una navaja que estaba en su bolsillo y empezó a hacer varios cortes sobre su cuerpo, cada corte lo excitaba más tanto que no lo soporto y se vino, su semen cubrió su pecho y parte de la ropa de su agresor.

-maldita sea- le golpeo en la cara -me manchaste, tendré que seguir sin esto- se quitó la playera que tenía puesta y clavó la navaja en el lóbulo izquierdo -¿qué otro experimento podemos hacer? Se preguntó el mayor buscando otra forma de excitarse a la vez que con sus dedos acariciaba su boca -¡es perfecto!- dijo después de mirar sus dedos - veamos cuántos dedos puede soportar tu culito- empezó introduciendo el más pequeño de sus dedos, seguido metio sus dedos anulares y lo abrió más, a partir de este punto cada nuevo dedo que metía era un dolor, llego al punto de abrirlo teniendo los 8 dedos de sus dos manos dentro de él, el chico solo podia seguir gimiendo y en momentos gritar de dolor pero de un dolor placentero para ambos.

Otre vez el menor se vino, pero su agresor aún no estaba excitado del todo y quería más de su dolor, dejando su trasero libre de sus dedos, volteo al pequeño de pelo negro poniendo su pecho contra la cama, tomo su cinturón y le azotó la espalda, las nalgas, los brazos y las piernas, sus azotes fueron tantos y tan fuertes que ahora su piel estaba roja como un tomate manchada de sangre, esto lo éxito lo suficiente, tanto que no lo penso 2 veces, se subió en cima de el y lo penetró, envestida tras embestida cada vez eran más fuertes y salvajes, siendo cada vez más dolorosas para el menor, otra vez el mayor lo volteo, pecho arriba, y lo sigo penetrando mientras que con sus grandes manos lo asfixiaba, el menor sin resistirse aceptó el agarre de este mientras se venía. Pronto la asfixia provocó su desmayo.

-ahora ya no tengo a nadie que me excite, y yo queriendo cojer desde hace un buen tiempo- el mayor saco su pene, se puso bien el pantalón y salio de la habitación con una mirada de odio tan clara como el agua, decidió renunciar al placer de follar y ver la tele, que valor tenía el querer follar si no te puedes excitar fue lo que penso durante el resto del día.

(Si sobrevive el uke) :'D 

(Si sobrevive el uke) :'D 

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one-shots:yaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora