Epilogo: LuHan

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LuHan

Termino de acomodarme la corbata del traje blanco que visto y me miro al espejo del baño. Mi cabello, más rubio que nunca, está perfectamente peinado. Tiene que ser así, ya que hoy es un gran día.

Unos ojos que no son los míos se reflejaron a mi espalda. Curvo mis labios en una sonrisa. Kris también sonríe, pero de forma más coqueta y con sus ojos fijos en mi rostro. Su cabello negro, todo revuelto, le hacían verse demasiado sexy. Sus grandes brazos rodean mi cintura y sus labios besan mi cuello. Tengo que hacer un esfuerzo extra para no jadear, no podíamos retrasarnos, nos matarían si lo hiciéramos.

—Al menos esta vez estamos usando traje y olemos bien. —Río, porque sé que está recordando la noche en la que fuimos padrinos en la boda de MinSeok y JongDae en Las Vegas, y ahora, asistimos a la misma boda, un poco más formal y oficial, sin nada de alcohol, para volver a ser los padrinos. Ah, y no estamos en Las Vegas.

La pequeña Kim Ri Se tiene cinco meses. Crece muy bien, demasiado regalona de JongDae, pero sana y fuerte que es lo más importante. Aún recuerdo el día que le envié su foto a Kris. Creo que ese fue el momento decisivo, es decir, creo que en ese momento él decidió que nuestra relación debía dar un paso más.

Oh, Xiumin se enojó mucho conmigo, porque según él le ocultamos todo durante su embarazo, y lo cierto es que tenía razón. Todos procuramos no cargarlo con nuestros asuntos, al menos hasta que su hija naciera. Y ahora que Ri Se se encuentra entre nosotros, volvemos a tener nuestras juntas todas las semanas. Ahora todos estamos al día. KyungSoo tiene novia. La chica es linda, supongo. ChanYeol está solo, y creo que se siente un poco aislado, pero con el regreso de Xiumin y nuestras juntas lo he visto mejor ¿O será algo más? Aún no puedo decirlo con seguridad.

Podría decirse que todo ha sido felicidad, pero lo cierto es que no es tan así. JongIn volvió al enterarse que MinSeok había perdido su capacidad para volver a dar una vida, bueno, en realidad KyungSoo lo buscó hasta debajo de las piedras y le cantó unas cuantas verdades. Nuestro Soo es pequeño, pero increíblemente fuerte. Estoy seguro que el moretón en el ojo de JongIn era obra suya, y la causa de su yeso en la pierna fue obra mía y de ChanYeol, JongDae fue quien lo remató, dejándole otro ojo morado. Como sea, JongIn volvió arrepentido, pidiendo y rogando perdón. Explicó que entendía que estaba fuera de sus cabales, loco. Pero lo cierto es que el daño estaba hecho y esos lazos tuvieron que cortarse.

Para quien la situación fue más difícil fue para JongDae, ya que ellos son familia. Pero por respeto a sus padres, los hermanos Kim fueron capaces de hacer una pequeña tregua, eso sí, Kim JongIn tiene prohibido acercarse a su hogar, el que compartía con MinSeok y su hija Ri Se.

Con los chicos siempre nos habíamos reído de lo dependiente que era Kai con su novia, pero jamás se nos pasó por la cabeza que podría llegar a ser complicado al respecto. Es decir, éramos amigos, siempre habíamos visto nuestra amistad por encima de todo.

Muchas veces, junto a ChanYeol y KyungSoo, nos hemos sentido demasiado culpables, después de todo fuimos quienes planeamos la despedida de nuestro ex amigo en Las Vegas, por ello no me extraña que MinSeok se haya sentido tan mal por lo que sea que aquella noche le haya dicho Kai. Sin embargo, logramos entender que él no tendría que haberse desquitado de esa manera. Podría haber apoyado a su hermano y a su amigo, en vez de haberse puesto a repartir culpas por haber perdido a alguien quien obviamente nunca lo quiso.

—¿En qué piensas? —me pregunta Kris, aislando todos mis pensamientos. Niego con la cabeza.

—Nada importante ¿Nos vamos? Los padrinos tenemos que ser los primeros en llegar ¿Recuerdas? —Me doy vuelta y quedamos de frente. Kris es mucho más alto, así que aprovecho y me pongo en puntas de pie para alcanzar sus labios.

MinSeok no había sido el único que había encontrado su otra mitad en Las Vegas, yo también lo había hecho.

***

—Se va arrepentir, LuHan. Va a decir que no ¿Cómo va a responder que sí? —Dice Xiumin, entrando en una crisis nerviosa y al borde de las lágrimas.

Él viste un traje blanco, con algunos detalles de encaje en las mangas. Si soy honesto, se ve hermoso. Pienso que JongDae tiene suerte que lo vea como mi mejor amigo, porque si hubiese llegado años atrás, hubiéramos tenido que ser enemigos.

Suspiro, repitiéndome que es normal que Xiumin esté tan nervioso, es su casamiento después de todo. Me acerco hasta él y limpio sus lágrimas. Sé por qué teme. Teme que el día de mañana JongDae le rechace por no poder darle más hijos.

—No seas tonto, Xiu. Va a decir que sí cuando todavía ni siquiera sea su turno, es JongDae de quien estamos hablando —Una risa sale de sus labios, sacudiendo el resto del agua salada que cubre sus mejillas. —Además, te tiene a ti y a Ri Se, él no va a cambiarlos nunca por nada.

—Lo amo, LuHan.

—Y él a ti, así que hazme un favor y deja de llorar. Tienes que salir por esa puerta, caminar al lado de tu padre, que está esperando afuera, y dirigirte al altar donde se encuentra JongDae, el padre de tu hija y tu futuro esposo.

***

Me gusta seguir jugando con el pobre Chen, por ello, mientras la ceremonia empieza, llevo mi mano al hombro de Xiumin. El efecto es instantáneo. JongDae quiere asesinarme, pero lo que no me espero es que YiFan quiera hacer lo mismo, así que tragándome mi broma vuelvo mi mano a un costado de mi cuerpo.

A lo lejos, se puede oír a la pequeña Ri Se, en brazos de su abuelo Sung Min, gritar, buscando llamar la atención o tal vez reclamando los brazos de sus padres. Kang In empieza a hacerle caras para se calma, pero logra que la niña empiece a reír cada vez más fuerte.

En la boda que se está llevando a cabo sólo falta alguien, JongIn, pero nadie lo quiere presente, así que básicamente estamos todos. KyungSoo, al lado de su novia, luego está ChanYeol, los padres de JongDae y los de MinSeok. También hay un par de chicos que parecen ser compañeros de JongDae en la universidad. Sus nombres son algo como JunMyeon, BaekHyun y una chica llamada SeolHyun. Me consta que MinSeok miró muy mal al primero, fue gracioso verlo demostrar celos hacia Chen.

—Pueden besarse —oigo decir al cura.

Oh, esto no me lo puedo perder. Las mejillas de MinSeok se encienden, Chen sonríe y ahí está, el maldito Chen, Chen, quien siempre miraba a hurtadillas a MinSeok, el blanco perfecto para nuestras bromas, casándose con él.

Aún recuerdo el día en que dije los meses de embarazo de Xiumin. Yo sabía, por supuesto, que no tardaría en llegar a la conclusión correcta. Pero no imaginé que en tan poco tiempo calara tan hondo en Xiu.

¿Puede haber un mejor final que este? No lo creo. Y todo a raíz de una noche en Las Vegas.


Fin

*** 

Nota: A todos, muchas gracias por leer, comentar y darle estrellas a esta historia. 

Ha sido un placer editarla. Perdón si se me han escapado errores. Me doy cuenta que a veces me faltan conectores. 

Besos.

Muchas gracias en verdad. 



Noche en Las Vegas [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora