Capítulo Decimotercero: JongDae

538 67 3
                                    



JongDae

¡Mierda! La cabeza me duele horrores. Definitivamente debo dejar de tomar, pero es que al llegar a casa, después de dejar a MinSeok, vi a mi hermano sentado en la cocina, solo, con una botella de bebida en las manos, y ...

—Ja... ¿Vienes de jugar a la familia feliz? —Se mofó Kai. Odiaba que fuera tan hostil con MinSeok, ellos habían sido amigos, y no es que como que se embarazó a propósito para cagarle la vida matrimonial.

—Hemos comprado una cuna. ¿No te duele ser tan malo con él? ¿Hasta cuándo vas a seguir pensando que miente? —Él sólo solo soltó una risa y me hizo señas para que me siente. Lo hice.

—Toma, bebe algo... te hará bien... —Y una vez más, hice lo que me dijo.

De repente recuerdo y me siento sobre la cama. Todas esas copas que bebí con Kai removieron mis memorias sobre la noche en Las Vegas.

¡Dios! Lo recuerdo tan claro.

ChanYeol y KyungSoo hacían que Kai bebiera más, pues decían que era aburrido verlo tomar solamente cola. LuHan bailaba con un chico alto. Los únicos que quedábamos en la mesa éramos MinSeok y yo. Podía ver sus mejillas rojas por el alcohol.

¡Jesús! se veía tan comestibles, que no dudé en coquetear con él.

Me sentí tan masculino cuando él me miró y siguió mi juego, pero lo que me sorprendió fue que cada vez que hablábamos encontrábamos más cosas en común.

Nos gustaban las mismas bandas, películas y un montón de cosas más. No perdí mi oportunidad y empecé a tocar sus manos, su cintura, su trasero. Él tan sólo reía.

El momento más sexy de toda la noche fue sin duda cuando me miró con aquellos ojos gatunos y se acercó a mi rostro, dejando sus labios cerca de mis orejas, diciendo: Puedes llamarme Xiumin. Me reí y lo imité, diciéndole que podía llamarme Chen.

La noche avanzó y el alcohol empezó a acumularse en nuestros sistemas. Y luego sucedió, abrí mi gran boca y le propuse matrimonio. Propuesta que Xiumin aceptó.

—Pero faltan muchas cosas... —dijo arrastrando las palabras —Anillos, flores... padrinos...

—Lo primero se puede comprar —dije como si fuera yo quien pudiera hacerlo —Aunque no tengo un séptimo...

—Yo puedo comprarlos... —reí, feliz, porque nuestra boda seguía en píe —¿Y los padrinos? —Observé el bar donde estábamos. No había pistas de nadie, excepto de...

—LuHan y ese tipo que se la quiere meter hasta el fondo... LUHAN...

Recuerdo lo que pensaba en ese momento: Miren todos, Xiumin, el chico lindo, el que tiene cara de Baozi se va a casar conmigo... porque somos almas gemelas.

Tal vez dije eso último en voz alta, porque después fue la frase más repetida por ambos.

—¿Por qué tienes esa cara de maniático? ¿Tanto tomaste anoche? —Me enderezo, eso nunca me lo dijo Xiumin, pero es su voz. Vuelvo al presente de un sopetón y miro a la puerta de mi habitación, y es él, MinSeok, aquí, ahora, en mi habitación, la que está.... completamente desordenada, tenía muchas figuras de personajes celebres, comics acumulados en las esquinas, ropa desparramada en el suelo, posters en las paredes

—¿Este es tu cuarto? Dios ¿Qué edad tienes? ¿Cinco?

***

MinSeok se sienta en mi cama, mientras me acerco a él pongo mis manos sobre su vientre y saludo a nuestra hija.

Noche en Las Vegas [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora