Capítulo Vigésimo Tercero: JongDae.

459 58 4
                                    


JongDae

Kang In está manejando a toda velocidad. Mi madre me llamó y dijo que Kai se había hartado y había ido a casa. Lo cierto es que mamá se ha empeñado en creer que mi hermano no va a hacerle daño a MinSeok, pero sé que le tira toda la culpa por el fracaso de su matrimonio, esto lo tiene tan loco, que hasta yo me he alejado de él.

Intento llamar a MinSeok, pero me salta la casilla de mensajes. No hago más que soltar improperio tras improperio, hasta que finalmente mi celular suena. Es MinSeok. Contesto de inmediato.

—Xiumin —digo —¿Estás bien? Mamá me llamó y me dijo...

—Kai estuvo aquí... —-me dice, y sé que algo está mal. Su voz se oye cansada, destrozada...

—Xiumin ¿Por qué te oyes así? —Kang In, al escuchar mis palabras, acelera más. Puedo sentir como Xiu respira en busca de aire. —Maldición ¿Qué sucede? Dime algo.

—Kai... ¿De verdad yo tengo la culpa de todo?.... ufff... JongDae, te necesito aquí... —sus lágrimas no se hicieron esperar, pese a que no podía verlas, escucho su llanto.

Todo, pero absolutamente todo se apaga, no escucho ni veo nada en específico. Lo único de lo que soy capaz es de gritarle a mi suegro que se apresure. Me grita y me exige que le diga que ha sucedido, pero no soy capaz de decirle nada más que el hecho de que MinSeok me necesita.

No puedo parar de imaginarme que Kai le haya hecho algo malo. Es mi hermano, y me cuesta pensar en algo así, pero... Empiezo a llorar, a rezar por MinSeok y mi pequeña princesa, Ri Se, estén bien.

***

Apenas llegamos a casa, corro hasta la habitación. Sung Min está abrazando a MinSeok. Me acerco y tomo su lugar.

—No debes hacerle caso, mi hermano es un idiota —le digo mientras reparto besos en su rostro. MinSeok no para de llorar. Quiero ir por Kai y golpearlo. Todo esto es malo para mi hija.

—Lo siento, no pensé... yo... lamento tanto haberle arruinado la vida... de verdad... no sé, tal vez debí seguir con mi mentira, tal vez jamás debí haber tomado tanto...

¡Dios! MinSeok, por favor, deja de llorar. No puedo evitarlo, al parecer las lágrimas son contagiosas, ya que yo también empiezo a llorar desconsoladamente.

—No digas eso, tonto... —-descubro por qué lloro, lo hago por sus palabras —Si eso nunca hubiera pasado no estaríamos esperando a Ri Se ¿Quieres eso? —–Siento el movimiento de su cabeza, negando, sobre mi pecho.

—No... —sus manos van a su vientre y empieza a pedirle perdón por sus palabras. Sonrío y beso su cabeza una vez más.

Así es como nos quedamos dormidos, derramando lágrimas. Yo pensando en que romperé mis lazos con Kai, y MinSeok seguro sintiéndose culpable, pero al final, somos capaces de cerrar los ojos por unas horas.

Veo a MinSeok, está con sus manos sobre su barriga, doblándose de dolor.

Me acerco, pensando que tan sólo está sufriendo una contracción, pero cuando estoy lo suficientemente cerca, me doy cuenta que su nariz está sangrando.

Veo las gotas rojas manchar el piso.

Se me hela la piel.

Saco un pañuelo de mi bolsillo y me acerco, poniendo el pañuelo sobre su nariz, pero él hace otro gesto y tose.

Mi corazón da un brinco cuando noto que también sale sangre de su boca.

Estoy desesperado. Grito por ayuda, pero nadie viene. La sangre cada vez es más, y MinSeok se pone cada vez más pálido hasta caer, inconsciente, en mis brazos.

Despierto con un grito ronco proveniente desde lo más hondo de mi pecho. Esa ha sido la pesadilla más tenebrosa que he experimentado en toda mi vida. Aprieto a MinSeok contra mi cuerpo y lo observo. Increíblemente sigue dormido, pero el alivio no recorre mi cuerpo hasta que veo que no sale sangre de su nariz ni de su boca.

Me sacudo un poco la cabeza, desparramando algo del sudor que se ha acumulado en mi rostro. Todo esto es culpa de Kai, sin duda alguna hablaré con mis padres, ellos no pueden ponerse de su lado ahora. Ri Se es prioridad en este momento.

Me pregunto ¿Qué mierda piensa mi hermano? Echándole la culpa a MinSeok y a todos, porque lo cierto es que ChanYeol, KyungSoo y LuHan también han sido víctimas del carácter explosivo de Kai los últimos meses. Después de todo, él se quedó con nosotros en Las Vegas ¿No? Puede que diga que no bebió, pero no lo exonera, no por completo, él podría haber usado su tarjeta y sacar un pasaje de vuelta ¿No?

¿Es así como termina uno cuando la persona que ama le deja? Esto me remueve un poco por dentro. MinSeok y yo hemos avanzado, ahora nos decimos que nos queremos, pero... ¿Será un sentimiento lo suficientemente fuerte para seguir adelante? ¿Si mañana MinSeok me dice que no podemos avanzar, terminaré como mi hermano?

¡Dios, no! Yo tendré a Ri Se, sé que soy menor, que tengo 18, para mis 19, pero también sé que soy más maduro que Kai.

Siento como MinSeok empieza a moverse, inquieto. Acaricio su cabello, pero él se aparate con un movimiento demasiado brusco, como si quien acabase de tocarlo fuera alguien no deseado. No me gusta, hay algo en su expresión que hace que mí estómago se contraiga, lastimándome.

—Xiumin... —le digo despacio, pero él empieza a negar y alejarse de mí. —¿Qué sucede? Soy yo, JongDae... ¿Por qué te asustas? —Y de repente reacciona y se ríe.

¿Qué demonios está pasando? Su carcajada se hace cada vez más fuerte, tanto que debe llevarse ambas manos a su gran vientre. Cuando se calma, me dice palabras que conozco...

"Eres el mejor amigo de Kai... por lo tanto serás un buen esposo..."

Mi rostro se enciende, porque esas palabras son mías. Además, él empieza a reírse de nuevo, sin reparo alguno. Vergüenza es lo que siento en este momento ¿Cómo puede reírse así de mí? Estaba borracho, aunque ahora que lo pienso, menos mal que no conocía al verdadero Kai en ese entonces, sino, jamás me hubiera acercado a MinSeok.

—¡Jesús, JongDae! Eres pésimo flirteando. —abro mi boca, ofendido. Quiero decirle que este "pésimo flirteando" se casó con él y le hizo una hija, pero mi boca no se mueve. Soy tan estúpido —En fin, creo que eso fue lo que me gustó... Ay, Dios... lo siento Ri Se, sé que tienes poco espacio allí como para que yo lo empeore, ufff... ahora me calmo.

¡Un momento! ¿Él está diciendo que me hizo caso porque apesto coqueteando? Eso no tiene sentido. Yo diciéndole que fue la mejor noche de mi vida, y él diciéndome que fui tan patético que me siguió la corriente...

Voy a reclamarle, pero veo como su carcajada se pierde y una mueca de dolor la reemplaza. Acurruca las piernas a la altura de su cintura y cuerva su cuerpo entre medio de ellas. Un grito escapa de sus labios. Sus contracciones se me han hecho normales, no, mentira, pero sé que esta es distinta, porque la veo, veo la sangre gotear de su nariz. 

Noche en Las Vegas [ChenMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora