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Sofia

Chloe me deja pasar, y a penas entro noto como todo se encuentra completamente ordenado.

Le sonrío y ella también lo hace, sigo estando complemente nerviosa, solo que espero que con la sonrisa lo pudiera disimular.

—¿Qu-é hacés aquí? —Pregunta tartamudeando nuevamente, mi sonrisa aumenta un poquito más, es tierna cuando se pone nerviosa.

—Hay un trabajo de Matemáticas, y el profesor me pidió que lo haga contigo sí o sí —Miento, es obvio que dicho trabajo no era obligatorio que lo haga con ella, pero por elección elegí eso. Chloe alza el ceño un tanto confudida, y siento que mi corazón late con fuerza, seguramente ya me descubrió.

Solo espero que Sabrina no le haya dicho que era a elección del grupo.

—Entiendo... —Responde, y su mirada va hacia el pasillo que tiene el apartamento—. ¿Puedes quedarte aquí? Voy a agarrar la mochila con las cosas a mi cuarto.

—Claro —Asiento.

Comienzo a ver todo el alrededor mientras Chloe va hacia su habitación, sonrío al ver un osito de peluche en el sillón.

Mi mirada va hacia un mueble que tiene puertas de cristal, por lo cual puedo ver el interior. En un cuadro, aparece una foto de Chloe, Sabrina y... Ava.

Mi corazón late con fuerza y muevo la perilla de la puerta de aquel mueble, abriéndola. No entiendo si las conocía por qué nunca me habló de ellas.

Se suponía que éramos unidas, y nos contábamos todo.

No tengo recuerdos de ella hablándome de Chloe, y menos de Sabrina. Simplemente no lo entiendo.

Escucho que pasos se acercan y mantengo el cuadro aún en mi mano. Chloe me mira con el ceño alzado y suspiro mientras continuo viendo aquella imagen

—¿Eran muy cercanas? —La pregunta sale de mi boca, y Chloe comienza a tartamudear bajo.

—Em... sí, era mi mejor amiga —Responde, la miro con el ceño alzado sin entender, pero no se lo dije de una mala manera, me da tristeza que mi prima me haya ocultado que tenía un mejor amiga, y que ese era la ojiverde.

—Nunca me habló de tí y de Sabrina —Admito, Chloe se acerca a mí y me saca lentamente el cuadro, dejándolo en donde estaba.

Al verme, sé que nota como mis ojos se encuentran cristalizados, gracias a que su mirada cambia, y ahora solamente puedo ver en ella aquel dolor que siento cada vez que recuerdo que mi prima no está.

Chloe siente lo mismo que yo.

Chloe siente que Ava nunca debió de haberse ido.

—¿Cómo la conocías? —Pregunta con la voz un tanto quebrada, miro hacia la imagen y suspiro.

Veo nuevamente el rostro de Ava en aquella imagen, y mi corazón late con fuerza. Una lágrima cae por mi mejilla, y noto que Chloe quiere levantar su mano para quitármela, pero luego no lo hace.

—Era mi prima —Admito, ella abre los ojos con sorpresa y comienza a balbucear cosas que no logro entender.

—Tu pri-ma —Tartamudea Chloe, dejo de mirar la foto y me concentro en ella, mientras me saco la lágrima que caía por mi mejilla con la yema de los dedos.

—Sí, bueno... —Digo mirando hacia mi mochila—. ¿Comenzamos el trabajo?

—Em... sí —Dice asintiendo.

No quiero traerle este tipo de momentos tristes a Chloe, ya que por lo que veo ella no está bien.

Chloe está rota, y me encantaría poder arreglarla.

Me siento junto a ella en el sillón y comienzo explicándole exactamente lo mismo que dijo el profesor en el salón. Al comienzo le cuesta, ya que faltó cuatro días en los cuales dimos temas importantes, pero luego gracias a que les paso mis apuntes y le explico parece entender.

Le regalo una sonrisa al ver su cara de satisfacción al haberle salido bien un ejercicio, pero luego bufa.

—¡Terminamos uno! Ahora solo nos faltan diez más —Río al escucharla hablar y asiento con la cabeza.

—Estoy seguro que podremos hacerlos, juntas —La sonrisa de Chloe aumenta, y eso me alegra.

Me alegra poder alejarla de los momentos tristes.

Me alegra poder demostrarle que no todo está mal.

Logramos hacer otro ejercicio hasta que alguien toca la puerta del apartamento de Chloe, la ojiverde se encamina allí y abre, abrazando a un moreno.

—Llegó el mejor —Dice riendo, simplemente le sonrío, aunque sentí algo extraño al ver cómo abrazaba a Chloe.

Yo quisiera poder abrazarla.

—Hola, Boo. Ella es Sofia, una compañera del instituto —Me presenta Chloe, le doy la mano al tal Boobo y él me sonríe amablemente.

—Solo venía a saludar, y a avisarte que Sab me dijo que se encuentra en la casa de una tal Rowan haciendo un trabajo juntas —Admite Boobo haciendo una mirada pícara, acaso cree que Rowan y Sabrina...

—Bueno, no hay problema, yo también estoy haciendo un trabajo con Sofia—Admite Chloe sin entender la referencia del moreno, creo—. Y nos está yendo muy bien haciéndolo.

Boobo se va sin más, y me vuelvo a quedar a solas con Chloe para intentar hacer los demás ejercicios, aunque... me encanta Matemáticas, y sé hacerlo a todos.

Podría hacerlos en quince minutos, pero ver a la ojiverde feliz cada vez que logramos terminar después de muchos minutos un ejercicio me hace feliz.

Y eso es bastante reconfortante para mí.

Aún Te Recuerdo-Dofia AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora