Capítulo 3

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Aunque fue algo que iba en contra de su voluntad, Haley dio muchas vueltas en su cama antes de quedarse finalmente dormida. Se sentía rara. La insistencia de Seungcheol la agradaba y a la vez no. Por una parte le incomodaba tenerle cerca, pero otra pequeña parte de sí misma que se mantenía oculta en su interior, deseaba que él siguiese insistiendo, que acercase aún más. Aunque poco después esos pensamientos se desvanecían en el aire presa del miedo. Era como si dos personas completamente distintas luchasen en su interior y ninguna de las dos fuese capaz de asestar el golpe final que le otorgaría la victoria.

Nunca había sido realmente receptiva en aquel tipo de situaciones, no era alguien al que le resultase sencillo hablar con un desconocido del sexo opuesto con naturalidad y más aún después de haber resultado herida tras una larga y tortuosa relación.

Ahora más que nunca desconfiaba de los hombres y por supuesto desconfiaba de él y su actitud prepotente, aunque había algo de él que la confundía, aquella tierna sonrisa parecía tener el poder de noquearla y aún así no quería permitirse confiar en ella. No quería creer que fuese sincera. Ya había tenido suficiente y no estaba dispuesta a dejarse engañar de nuevo. No estaba dispuesta a volverse vulnerable.

Norah por el contrario, cuando se tumbó en la cama se quedó mirando el techo sin poder borrar una amplia y bonita sonrisa que iluminaba su rostro completamente. No era capaz de dar crédito a todo lo que había pasado aquella noche. Wonwoo había estado la mayor parte del tiempo con ella, a solas y para su sorpresa disfrutó de su conversación como pocas veces solía hacer con personas con las que apenas tenía confianza, con personas que acababa de conocer. Cada palabra que salía de los labios del moreno parecía estar impregnada de inteligencia, disfrutaba escucharle hablar y el movimiento de sus labios dejando escapar aquella grave voz era un placer oculto que había descubierto sin siquiera pretenderlo.

Tenía un millón de sensaciones distintas en su estómago y durante unos minutos sintió miedo porque sentía que caía cuesta abajo y no tenía forma de parar, los frenos parecían no estar por la labor de funcionar y se dirigía directa hacia un sentimiento que la abrumaba. Estuvo inquieta unos minutos pero cuando finalmente la sonrisa de Jeon apareció en su mente, los miedos parecieron desaparecer dejando paso únicamente a un suave cosquilleo en su estómago. Prefería no sacar conclusiones anticipadas a cerca de esos sentimientos, por ahora no quería preocuparse por lo que sentía o dejaba de sentir. Ahora tan sólo quería conocerle, saber más cosas de él y eso es lo que haría.

No fue hasta mediados de semana que Norah recibió el mensaje de Wonwoo. En aquel momento estaba en el trabajo mirando con pesadez el ordenador de la oficina, cuando su teléfono se iluminó y al dirigir la mirada a esté dejó escapar un pequeño grito de emoción y sorpresa que hizo que varios de sus compañeros desviasen las miradas hacia su zona.

Cuando llegó a casa prácticamente arrojó el bolso sobre la cama y se dispuso a arreglarse a toda velocidad para acudir a la cita que tendría en apenas hora y media.

Haley llegó aproximadamente media hora después y se dejó caer sobre el sofá cerrando los ojos cuando el canturreo de Norah desde la otra habitación le sacó de su ensueño.

¿Y esta felicidad repentina? — Preguntó la morena que se asomaba a la habitación de la rubia desde el marco de la puerta — Hacía siglos que no volvías así del trabajo.

Me ha llamado Wonwoo — La sonrisa en el rostro de Norah al decir el nombre del chico se iluminó aún más mientras removía las perchas de su armario buscando el outfit perfecto para la ocasión.

Y el amor surgió, si ya lo sabía yo — Haley se sentó en la cama mientras miraba a su amiga levantando las cejas esperando su reacción.

Healing » SeventeenWhere stories live. Discover now