Para bailar no hace falta una pareja, no hace falta un hombre y a veces ni siquiera hace falta música. Personalmente, adoro el sentimiento que me transmite esta actividad y liberar endorfinas u hormonas de la felicidad con solo escuchar ciertos inicios de una canción que sé que irremediablemente me hará, de no poder moverme por completo, asentir con la cabeza a su compás enérgico o lento y me conseguirá controlar las manos o los pies bajo su hechizo.
Adoro moverme por completo desde las puntas de mi cabello hasta las puntas de mis dedos del pie, adoro el ritmo que tienen mis caderas, que siempre marca con una facilidad apabullante, me encanta caer justo en la nota y aprenderme las canciones de memoria hasta que no se me olvide una palabra, ruido o gesto del artista al cantar, es casi como respirar para mí, el son de un tambor, la clave y un piano muy bien acompasados, son como una sensación tan parecida a desear comer tu comida favorita y sentir su sabor unirse a tus papilas gustativas, no hay nada igual.
Porque la música me electriza, me saca de cualquier bache o me hunde un poco más, el baile me lleva a otro sitio, a otra realidad donde no debo ser yo y solo dependo de lo que el cantante decida improvisar, la mayor parte del tiempo soy yo y un par de instrumentos de fondo, es lo mío y aun no lo consigo compartir, no sé si pueda...
Y no sé si deba, soy una buena bailarina por mí misma... ¿Entonces por qué siento que quiero experimentarlo con alguien más? Alguien que sienta lo mismo al mover su cuerpo al compás que entienda, no es la canción, es esa necesidad recurrente de dejarla fluir a través de ti, de dejar que tus sentidos se pierdan, que no importe nada más en el mundo, de sentir tu piel vibrar, tu sangre fluir muy rápido mientras escuchas como ese ritmo se acelera o cae y el cantante interpreta la pieza a su antojo, ese girar y ese mover las caderas con sensualidad o brío
Durante años solo he podido inspirarme sola, llevar mi ritmo y marcarlo sin depender de alguien más, seguir los sentimientos que me dicta la canción al pie de la letra, mover los pies y dedos de las manos a cómo quiero, y no creo que necesita a alguien más, no sé si pueda compartirlo ahora que solo lo he hecho por mí, pero esa desazón persiste, quisiera un parejo que pudiera seguir el ritmo y ayudarme en mis vacíos de acción, cuando ya no sé qué paso hacer para no repetirme
Quisiera alguien que se pueda conectar tanto y no dependa de mi ritmo de vez en cuando aunque vaya perfectamente acompasado a él, que no pretenda enseñarme a bailar, pues llevo mucho tiempo practicando y me las arreglo muy bien sin él o... ella, pero que a pesar de eso quiera compartir el ritmo y el reflector y quiera complacer el toqueteo que mi baile exige, que no pierda la cordura si a veces me caigo, la cago u olvido cómo continuar
Si pierdo la coordinación o el equilibrio por unos segundos, perdón, no soy profesional o la diosa del baile y tan solo pretendo divertirme, disfrutar de todo lo excitante que me resulta el baile, desde el más sensual hasta el más infantil de mis movimientos quiero confiarle a ese alguien, las ideas más locas y que se atreva a realizarlas, no es tarea fácil, lo sé
Pero por una vez, estaría lindo tener de quien aprender y con quien respirar muy juntitos para llevarle el ritmo a la canción que suene en nuestras mentes.
Firma: la nieta de una bruja
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Meditaciones
RandomReflexiones, vivencias y pensamientos se entremezclan en este ejercicio de liberación personal de dos personas que pretenden despojarse de sus juicios patriarcales. Todos los escritos que se encuentran aquí están publicados también en la cuenta de i...