Carta atropellada de una muñeca de cristal.

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La Sociedad no espera que yo sea activa, no espera que yo tome el control, que tome mis decisiones, solo quieren que obedezca y si alguien toma las riendas de mi vida por mí, es mejor.

No me enseñan a tener confianza, en mí, no me enseñan a ser libre y decidir realmente por mí sola, no puedo decir que todo sea porque soy mujer, pero si todo el mundo pretende que seas pasiva ante la vida, busques un buen marido y por buena parte de tu vida te dediques al hogar ¿Qué otra cosa puede ser?

A ustedes se les permite, jugar, correr, saltar, trepar árboles, acampar, nosotras parecemos de cristal y debemos estar más atentas a los vestidos y zapatos caros antes que a ser nosotras mismas y caer en el fango o luchar con ustedes.

No sé si este sea el caso de todas, pero cuando te cruces por cosas de la vida con una chica que sabe más sobre platillos, cosas de limpieza o le guste más la ropa y zapatos que el juego, el deporte y esas cosas, no dudes en que es lo que se ha moldeado en ella.

Yo nunca jugué futbol, nunca pude dejarle el temor a la pelota, no puedo ni ver que haya un grupo de gente jugando con una porque me aterra y me alejo de donde estén, no me siento segura de probar e interesarme en videojuegos, tuve la posibilidad de apartarme de ellos cada vez que quería y nadie me retaba a intentarlo una vez más

No sé si realmente esto esté relacionado, pero no soy competitiva, no me enseñaron a jugar con equipos y ahora solo quiero brillar por mí misma, no sé si le pasara a los demás, pero mi refugio son las charlas trascendentales, esas charlas donde se supone que mi físico no importa, que mis habilidades manuales pasan a segundo plano, donde no tengo que correr, saltar, sudarme y esforzarme físicamente.

Quizá soy una princesa por jugar siempre deportes donde las chicas nos destacamos más, pero lo siento, aprendí muy tarde a resistir cánones sociales y todo lo que se me vendía se integraba perfectamente a mí, cantar, bailar y... ser princesa, vaya, entonces es más real de lo que esperaba.

Esto es solo una fuga mental de muchos de mis pensamientos sobre el deporte y mi vida anti-deporte grupal pero nunca pretendieron mostrarme otro camino, no sé si ese existe, si sea real, quizá las grandes deportistas lo tuvieron o quizás es algo de suerte y de personalidad que no vino conmigo...

No sé qué tanto le deba una disculpa a aquellos que me quieren libre y feliz, no sé qué tanto les deba decir lo siento cada vez que rechazo jugar con un balón o algún otro juego, así sea el de mesa, no quiero humillarme, no sé lo que es parecer una tonta o quizá sí lo sé, y por eso me protejo de paralizarme ante unos dados o un mousse porque no me queda más que aparentar que no me interesa antes que demostrar lo mala que soy en algo o lo tonta que puedo llegar a ser, mi único refugio es eso, aparentar, esa es la única arma que me queda.

Ser como siempre, una muñequita de cristal.

Firma. La nieta de una bruja.

MeditacionesWhere stories live. Discover now