Possesive | Minayeon.

10: El juicio.

Mina se ponía la camisa intranquila, con ojeras y sin muchos ánimos. Todo lo hacía mecánicamente, en su mente, trataba de prepararse para lo que venía. Se decía a sí misma que no llorara y que se mantuviera fuerte, iba a salir libre, tenía la gran esperanza y lo daba por sentado. La habían hecho tomar una ducha muy rápida y le habían dicho que debía estar presentable pues en el juicio estarían personas muy importantes, incluyendo sus padres y hermano.

Para cuando terminó de organizar su ropa, se escuchó la reja abrirse y dos guardias entrar.

—Bueno, bueno, niña. Es hora de ir a ver por tu sentencia—Se burló uno de los guardias mientras la levantaba de un tirón y la hacía voltear para esposarla. Mina apretó la mandíbula pero no dijo nada, solo se dejó llevar por los dos hombres.

Llegó entonces a una gran habitación donde había una alfombra azul y roble oscuro. Habían sillas esparcidas llenas de personas y en frente en el estrado estaba el juez. Mina pasó a una mesa al lado derecho donde estaba su hermano esperándola. Los guardias la dejaron y ella se sentó en silencio, su hermano le apretó el hombro cariñosamente en señal de apoyo.

Mina estaba llena de temor, de impaciencia y desespero. No sabía lo que pasaría, no sabía si iría a la cárcel o si la encontrarían inocente, no tenía sus pensamientos claros en ese preciso momento.

—La acusada Im Nayeon llega a la sala—Dijo un guardia.

Los sonidos de las cámaras eran ensordecedores cuando abrieron la puerta y dos policías entraban con mirada seria. Los hombres caminaron dejando ver por fin a Nayeon caminando esposada, guiada por los policías hasta su mesa con su respectivo abogado.

Mina sintió su corazón saltar al hacer contacto visual con la coreana. La mirada que tenía no era la misma, era apagada, fría, sin vida. Era como si su verdadero ser se mostrara. Un escalofrío se paseó por el cuerpo de la japonesa haciendo que se sentase recta mientras esperaba que el juicio comenzara.

El juez por fin llegó, haciendo a todos levantarse y hacer una breve reverencia antes de volver a tomar asiento, en un silencio sepulcral.

—El juicio que hoy se llevará a cabo por asesinato. El asesinato de Son Chaeyoung, que pudo ser una complicidad entre la señorita Myoui Mina e Im Nayeon. La segunda sospechosa pasará a decir su testimonio para comenzar con el juicio.Nayeon se levantó y caminó hasta donde se le había indicado. Kai se levantó mientras se organizaba el traje.

—Señorita Im Nayeon, ¿Qué hacía usted el día que pasó el asesinato de la señorita Son?

Nayeon posó su oscura mirada en la de Mina.

—Estaba follando con Mina.

La sala se llenó de murmullos y de cuchicheos con Mina revolviéndose incómoda además de furiosa en su silla.

—Le pido que sea más discreta con sus palabras y que diga la verdad—Pidió Kai después de aclarar su garganta.

—Estoy diciendo la verdad—Contestó la aludida con inocencia fingida—. Mina estaba disfrutando conmigo mientras esa puta debía estarse muriendo.

De nuevo los cuchicheos y los murmullos siguieron.

—Señorita Im. Deje su lenguaje soez—Exigió el juez.

Nayeon rodó los ojos.

Mina pensaba que se comportaba más que extraño, estaba fuera de sí, parecía sin conciencia de lo infantil que estaba siendo.

—Si usted nos dice que es culpable, su condena no será tan larga.

—Yo no la maté.

El rostro de Nayeon de nuevo se tornaba serio.