Era de noche y Sizhui los abandonó una vez tomadas unas copas. Jin Ling molesto subió a su cuarto a dormir y Jingyi se quedó ahí solo pensando si subir o aprovechar que no había nadie para pasear. Tomó un trago dispuesto a darse valor a salir, pero cuando menos esperaba su cabeza ya iba camino a azotarse en la mesa.
Cuando despertó se sentía mareado aún era de noche, así que siguió con su plan. Caminando si rumbo hacia los árboles atrás de la posada choco con alguien sin notarlo haciendolo caer sobre esa persona.
-Lo siento lo siento- dijo torpemente sentándose y ayudando a la persona a hacerlo mismo.
La luz de la luna iluminó aquel rostro, delicadas facciones... Pero algo le decía que no eran de una chica aunque su cuerpo no era tosco, su ropas definitivamente eran de hombre. Pero se sentía tan mareado que no podía discernir. - Pareces un ángel- dijo pensando en voz alta haciendo al otro sonrojarse sacando un abanico para evitar el calor en su rostro, pero por alguna razón lo noto y lo guardo rápidamente.
-¿En donde te hospeda y en que habitación?- le pregunto aquella persona haciendo que Jingyi solo notará que se había norteado y estaba perdido.
Al no tener idea aquella persona lo levantó, y lo llevó derecho al hostal, Jingyi solo vio con sorpresa como había vuelto tan fácilmente pero al no recordar su habitación no dijo nada. Su ángel consiguió otra habitación y lo llevó ahí. Lo sentó y tomó una silla para acercarse.
Le comenzó a preguntar muchas cosas a las que respondía sin pensar demasiado. Porque hablaba tanto. Sólo comenzó a ver sus vibrantes labios y se abalanzó a tomarlos sin pensarlo mucho. - ¿Eso es lo que quieres a cambio? - Jingyi solo asintió.
Continuaron besándose,inclinandose el otro sobre Jingyi en la cama. Jingyi se giro quedando sobre el otro cuyo cabello negro se esparció, y su tunica se abrió.
Jingy se dejó llevar besando los espacios de piel visible haciendo que el otro se retorciera ligeramente bajo el. No pudieron parar más y más besos, y las ropas de su "ángel" iban cayendo más y más. Ligeros gemido iban saliendo del otro que intentaba soportar el tacto sobre su piel sin éxito.
Completamente desnudo se veia aún más celestial con aquella piel pálida, delgado cuerpo contrastando con su cabello.
Casi por instinto Jingyi se coloco en aquella entrada con su miembro y lo metió lentamente. El otro se retorcido. Por lo que Jingyi siguió tocándole hasta que se relajo de nuevo y comenzó a moverse. Cada vez más rápido. Gemidos sonaron más y más.
Sin soportarlo más soltó su semilla y todo se volvió oscuro de la nada.
Despertó al otro día. Estaba a medio vestir, una cama desordenada pero nadie a su lado. Un dolor de cabeza lo atacó, pero aquel rostro no abandonaba su mente.
Se arreglo la ropa cuando escuchó a alguien llamándolo. Abrió y vio a Jin Ling cruzado de brazos. - ¿Donde demonios estabas? Todos desaparecieron... Porque estas en esa habitación, no la rentamos-
Jingyi a pesar de querer responder no tenía respuesta. Pronto Hanguan Jun también salió y le dijo que se alistaran a salir. Fue a su cuarto verdadero e intento abrir pero estaba cerrado. Escucho sonidos que no quizo escuchar. ¿Que acaso eran conejos? Sizhui y el señor Wei ¿Acaso era lo único que hacían? Bueno en este punto no era como si tuviera calidad moral para criticarlos. Solo les grito que se apuraran o partirian sin desayunar.
