Cap 2-. Mi Salvador

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Seguia recostada en el sofá de mi sala, miré a mi alrededor y me percaté que ya era la tarde, la puerta de mi casa se encontraba abierta de par en par y Slen seguía ante mí con una expresión neutral pero sus ojos parecían indescifrables

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Seguia recostada en el sofá de mi sala, miré a mi alrededor y me percaté que ya era la tarde, la puerta de mi casa se encontraba abierta de par en par y Slen seguía ante mí con una expresión neutral pero sus ojos parecían indescifrables.

- Slen ¿Qué haces aquí?- tenía un ligero dolor de cabeza pero puede enfocar mis pensamientos... creo.

- Quería agradecerte nuevamente por poner orden a mi familia en mi ausencia, así que te traje un obsequio- señaló una caja de chocolates en la mesita junto al sillón - toque y no habrías, de oí gritar un poco así que entre... ¿Cómo me llamaste?

-¿Slen?- me enderecé lentamente y él me ayudó.

-No - negó con la cabeza- justo cuando despertabas.

Me quedé quieta mirándolo fijamente a la espera de recordar si lo llamé, pero no recuerdo haber dicho algo al abrir los ojos aparte de preguntar por su presencia en mi casa. Quizás Slen se percató de eso ya que suspiro derrotado y se puso debe, tomó los chocolates y me los dió.

-Aquí tienes, espero sean de tu agrado, si me disculpas debo retirarme- dió media vuelta y cerró en salir.

Sus ojos y su voz reflejaban un toque de tristeza, decepción y enojo ¿qué como lo sé? no tengo idea, desde el primer día que lo conocí me es sumamente fácil leer y percatarme de todas sus emociones por más mínima que sea, aunque a los demás les es imposible hacerlo.

Abrir la caja y dentro estaban mis chocolates favoritos, barras de chocolate con leche, con almendras, chocolate negro y chocolate blanco de la marca "H".

- No importa lo que me traiga, siempre atina a mis cosas favoritas, es como si me conociera muy bien- susurré.

Dejé los chocolates en el congelador y me puse a preparar algo para comer, fue una simple pasta con crema y un bistec sazonado con sal y pimienta, sé cocinar pero no soy extraordinaria.

Al caer la noche estaba tranquila viendo una película mientras comía mis chocolates, pero sentí que alguien o algo me estaba observando, me puse calmadamente de pie y fui a dejar los chocolates que me quedaban en el congelador, apaga la televisión y me fui a mi cuarto.

Una vez dentro deje la puerta asegurada, me cambié por un pijama de short y blusa de tirantes, no usaría pantuflas, estaría descalza, abrí mi ventana de par en par y me senté en una mecedora junto en la misma a leer un libro.

Pasaron los minutos y yo fingí haberme quedado dormida, el cerrojo de la puerta un "Click" sutil al ser quitado y la misma se abrió, una presencia se sintió cerca de mí, en cuanto mu instinto de supervivencia se activó tomé un bate que escondía entre la mecedora y la pared y golpea con todas mis fuerzas a quien sea que haya invadido mi propiedad.

La Princesa del Inframundo (Slenderman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora