La expresión de Slen era algo sería y molesta mientras un gruñido algo animal salía de la profundidad de su garganta y pecho, parecía como si supiera quién es mi ex-marido y justo antes de que yo le preguntara él hablo.
— Ah, si, Adán... ese bastardo — su molestia hacía que su voz sonara un poco más gutural — es sorprendente que recordarás a ese adefesio en lugar de algo o alguien más pero tomaremos el lado lógico de que fue él el primer ser con quién tristemente tuviste un contacto diario en tu vida y a quien conocías mejor.
— Pareces muy enojado por eso —
— No te mentiré, odio hacerlo — me respondió — no me es nada grato que recuerdes a tu ex-marido y no a alguien más "agradable", no importa si era de nuestra familia o de la de Zalgo ya como mínimamente aceptable, Adán es... Era lo que era y dejémoslo así.
— Lo siento muchísimo pero es algo que no puedo controlar y no se si lo llegue a hacer algún día o sí mis recuerdos volverán por completo — pasaré por alto el evidente odio que le tiene a Adán — lamento no poder recordar a todos los Dedrich ahora mismo, especialmente a tu esposa que al parecer somos buenas amigas — le sonreí tratando de calmarlo, quizás me consideraban como una tía más en esta familia y por eso les afectaba tanto mi situación.
Slen se quedó callado mirándome con calma ante mi disculpa, nuestros ojos estaban fijos unos a otros y podía ver todas y cada una de las emociones que lo alvergaban tristeza, ternura, dolor, ambición, determinación y finalmente amor pero este último quizás sea solo porque pensó en su esposa mientas me miraba.
— Recuperarás tus recuerdos, haremos hasta lo imposible para que eso pase — tomo mi mano y sentí que la quería alzar para acercarla a su rostro pero se detuvo y tan solo la apretó delicadamente transmitiendome confort.
— Gracias — le sonreí con calma y gratitud — verás que lograremos traer a tu esposa devuelta — con mi otra mano dí unas palmaditas a la suya en señal de ánimo y el solo sonrió de lado y asintió.
Me miró con calma y después solo soltó un suspiro, me ayudó a salir de la cama, me guió fuera de su recámara por un pasillo y llegamos a unas escaleras, bajamos y estábamos nuevamente en la sala, no se veían los demás Dedrich y solo estaba el perro.
Este al verme se puso de pie más alegre meneando la cola y corrió hasta mi, volvió a saltar a mis brazos y se froto contra mi pecho pues solo me abrazaba hasta ahí mientras estaba de pie en sus patas traseras.
— Hola, guapo — bese su cabeza y este solo jadeaba con su lengua de fuera y su sonrisa enorme mientras ladraba.
Lo baje y me fui a sentar a la sala, Slen nos miraba con una sonrisa y se sentó junto a nosotros, el perro rojo no se despegó de mi lado y al estar sentada él dejo caer su cabeza en mi regazo, fue tan dulce y tierno que era inevitable acariciarlo detrás de sus orejas... Sentía una gran paz que no había experimentado con anterioridad, que no recordaba a ver sentido antes de llegar aquí.
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La Princesa del Inframundo (Slenderman)
Fanfic"Saga: El Amor de Slenderman" "Libro 2: La Princesa del Inframundo" Había perdido la memoria de mis 20 años hacia atrás y actualmente tengo 25, he vivido en una ciudad durante 5 años y ahora me he mudado a un pueblo cerca de un bosque, al p...