Capitulo 22:

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Hoy ya es viernes, estoy algo triste porque no veré a Martina durante el fin de semana, a no ser que acepte ir por un helado o no se…
Me levanté como siempre y me di una ducha, los viernes era el único día que nos dejaban ir sin el estúpido uniforme, asique me puse un jean color negro, mis all star blancas y una camisa, lo mismo de siempre, baje hasta la cocina y desayuné con mi madre y Gemma.
-Diego, hoy Martina viene antes ya que ordenara unas cosas para Gemma que tiene una fiesta de cumpleaños, no sé a qué hora vendrá pero seguramente tenga que ir a buscar a tu hermana al colegio.- Dijo mamá
-Sí, yo también salgo antes, porque la de derecho se quebró un pie- reí.
Me despedí de ambas con un beso en la mejilla. Fui hasta el garaje y saque mi moto, pero antes de ir para la Universidad, me prendí un cigarrillo. Cundo lo terminé lo tire al piso, lo pise con la suela y arranque hacia el infierno. El día paso como los otros y si no fuera por Jorge, estaría peleándome con Peter, un chico que hace ya vario tiempo viene insultándome, a mí, y a mis amigos. No me suspenderán, pero me citaron en la oficina del director.
-Hay jovencito Dominguez, ¿cómo le hago para que usted no esté metido en problemas?- dijo el director dando vueltas por su oficina- No quiero verlo más en esta habitación por lo que queda del semestre, ¿Me escucho bien?- dijo el anciano.
-Hay señor Smith, no le prometo nada pero haré un intento- Me paré y golpee su hombro, puede que sea mi director, pero, siempre lo trate como un amigo mas.
-Ya jovencito Dominguez, puede retirarse.- Ni bien dijo esto Salí corriendo de la habitación, miré mi reloj, faltan 15 minutos para que suene la campana, no vale la pena entrar a la clase. Salí del edifico y me tire bajo un árbol a escuchar música, en mi Ipod sonaba Payphone de Maroon 5, pero alguien me distrajo…
-¿Otra vez metido en problemas Dominguez?- Dijo
-No te importa Peter, y además sabes que es tu culpa el que yo haya ido a la dirección.- Dije parándome ya muy molesto.
-No es verdad, sabes que tu y esa manga de estúpidos con los que te juntas tienen la culpa de todo lo que paso hoy.- Fue la gota que derramó el vaso, me abalancé sobre Peter sin controlar mis sentimientos, y lo golpee duro en la cara.
Se armó una gran pelea por suerte estábamos nosotros solos y algún estudiante que se escapo de su clase. En uno de mis golpes pude partirle el labio a Peter, el cual sangraba mucho.
-¡Ya Diego! Suéltalo.- dijo Xabiani intentado separarme del infeliz.
-No, el se metió con ustedes y conmigo, no lo soltaré.-
dije dándole otro puñetazo
- Diego si no lo sueltas, tendrás más problemas de los que necesitas para que te suspendan.- Dijo Ruggero con toda la razón del mundo. Le di otro puñetazo y me pare, lo mire por última vez y seque bruscamente un chorrito de sangre que caía de mi ceja.
-Me voy a casa.- Junte mi mochila y caminé hasta el estacionamiento, en el camino encendí un cigarro, sería lo único que me calmara. Cuando este se acabo lo arrojé al suelo, subí a la moto y conduje hasta casa.
Cuando llegué, me baje de la moto y la metí en el garaje, mi cara seguía sangrando, entré a casa con la intención de limpiarme pero ella estaba allí…
-¿Martina?.- pregunte al ver una pequeña silueta en la cocina ¿como le hace para verse tan jodidamente sexy?. Esta se dio vuelta agitada.
-Diego, uno de estos días me mataras de un susto.- Reí.
-Hola, mamá me dijo que llegarías antes, no pensé que tanto.- Reímos.
-Sí, pero ¡Diego!, mira tu cara ¿Qué te paso?- Pregunto Martina acercándose rápidamente a mí.
-Nada Martina, tranquila estoy bien..- Dije mientras Martina analizaba mi ceja cortada.
-No Diego, no estás bien, iré por un botiquín.- Martina se fue de la cocina dejándome solo, en verdad mi ceja si me dolía, solo que no quiero que Martina se preocupe.
-Ven, déjame ayudarte.- Martina me tomó fuerte del brazo, y me sentó obligado en la mesa de la cocina.
De cerca es mucho más hermosa, Martina comenzó a pasar alcohol por mi ceja para desinfectar, pero solté un gemido de dolor.
-Lo lamento.- Dijo Martina apenada.
-No fue nada linda.- Estaba tan cerca de ella que si inclinaba hacia adelante un poco mi cabeza, podía besarla….

La Niñera-Dietini....*ADAPTADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora