Insufrible Amor ❝καιѕοο⁀➷ [EDITANDO]

#1. La ropa del armario

KyungSoo no podía creer lo ridículamente desordenado que era ese hombre. Lo había dejado a solas en el departamento por tan sólo una hora, y ahora todo estaba de cabeza. Gran parte de la ropa, que le tomó horas acomodar en el armario, se encontraba tirada en la cama y regada en el piso.

¿Qué rayos había pasado por acá? ¿Un huracán?

Oh, vaya que sí, y tenía nombre y apellido.

—¡Kim JongIn! —gritó desde las escaleras.

Este no despegó su vista del televisor, y mientras se llevaba otro pedazo de pollo frito a la boca emitió un sonoro "¿uhm?" en respuesta.

KyungSoo bajó las escaleras furioso con una de sus camisas favoritas en la mano. Echaba fuego por los costados, pero su flameante novio continuaba imperturbable en el sillón, mirando su programa favorito.

Inhaló profundamente y exhaló para alinear sus chakras antes de asesinarlo.

—¿Qué sucedió con la ropa del armario? —preguntó fingiendo paciencia, algo que pasó desapercibido por su novio.

—Ah... Estaba buscando mi pijama —respondió en un tono de desinterés y con la mirada fija en la televisión.

El medidor de paciencia de KyungSoo estaba por exceder el límite establecido. Algo dentro de él sonaba como un fuerte "din din din", pero ¿por qué su estúpido novio no podía escucharlo?

—Tardé horas en arreglarla —dijo con una sonrisa rígida—. Tu pijama se encontraba en la cómoda, ya te lo había dicho antes.

—¿En serio? No te escuché —continuó masticando su comida con esa misma pose desparramada en el sofá.

KyungSoo apretó los puños para no lanzarse a ahorcarlo.

—Pudiste haberme llamado. Fuiste muy desconsiderado.

JongIn puso los ojos en blancos.

—Ya, amor, ¿por qué te pones así? Es solo ropa.

"Es solo ropa, es solo ropa, es solo ropa"

Aquella respuesta se repetía de manera insana en su cabeza, como un eco molestoso del que no podía escapar.

—¡Okay! —KyungSoo exclamó sin argumentar nada más, y subió con pasos lentos a la recámara, nuevamente.

Pasaron los minutos y algo en la cabeza de JongIn hizo click. No se sentía normal aquella reacción de su pequeño novio. Estaba esperando una llamada de atención a lo grande, platos rotos o que le volteara el balde de pollo frito encima.

Le aterró.

Dejó el balde a un lado y corrió como una bala hacia la habitación, encontrando a su novio sentado en la cama sin ninguna prenda tirada, como él mismo las había dejado; y con una sonrisa en los labios.

Qué aterradora escena.

Sabía que se traía algo entre manos, por lo que se apresuró en abrir el armario y solo encontró la ropa del otro.

—¿KyungSoo...? —preguntó con temor.

—¿Sí?

JongIn tragó saliva.

—¿E-En do-dónde está m-mi ropa?

—Oh... ¿Eso? Creí que no sería importante —respondió sereno y dirigiendo su mirada hacia la ventana.

JongIn siguió el trayecto y se asomó de inmediato a la ventana, descubriendo, de inmediato, en dónde había ido a parar toda su ropa.

—¡Do KyungSoo! ¿Pero qué-

—Es sólo ropa, amor.

JongIn salió disparado de la casa paranir por sus camisas, pantalones y hasta algunos interiores, recogiéndolos a la vista de la gente que lo miraba extraño y juzgándolo. ¡Pero claro! Si había salido tan solo con su pantalón de pijama y sin nada en el torso ni en los pies.

KyungSoo observaba a su desesperado novio desde arriba, con esa sonrisa victoriosa que no lo abandonaba.

—Es por eso que la ropa debe ir en el armario.