태국 Posesivo → Kooktae [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ]

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓼𝓮𝓲𝓼.

Jungkook estaba lavando los platos gruñonamente.

Algo que no le gustaba y que no podía hacer.

Todo había sido por causa de como le había contestado a Joy cuando ella dijo que le encantaban las mejillas de Taehyung.

Él conocía como era su hermana, así que le dijo:

—Si sigues diciendo esas cosas verás como te encantará cuando te ensarte este tenedor en los ojos. —gruñó mientras cortaba su pedazo de carne con rudeza y miraba de reojo a su hermana.

—¡Jungkook! — regañó EunJi, mirando de reojo a Taehyung dándole a entender que respetara.
Pero el pelirrojo solamente apretaba sus labios con fuerza para no echarse una risita juguetona.

Entonces, por ser "grosero", le había tocado de castigo lavar los platos.
Algo que no podía hacer en absoluto ya que éstos chillaban entre sí ruidosamente.

Podían escucharse las risas de sus hermanas en la sala de estar, seguro estaban acosando a Taehyung como comúnmente lo hacen.

Jungkook estaba tan metido en su mundo de enjabonar, gruñir, tronar platos, gruñir y lavar.

Que ni siquiera se dio cuenta que alguien lo estaba viendo por el marco de la puerta.

Justo en el momento en que estaba enjabonando un vaso, siente unos pequeños brazos abrazarlo por atrás.

—¡Te tengo! —le dice apretando mas su agarre y riéndose como un niño.

Jungkook reconoce esa voz y esos pequeños brazos, así que sonríe grandemente.

—Pequeño, ¿ya te dejaron en paz mis hermanas?

—Digamos que si —se ríe y se recuesta en el mueble, con sus brazos apoyados en él, mientras mira al mayor. Hace un puchero adorable. —¿A quién castigaron?

Jungkook sabe que se refiere a él, suelta un bufido. —Ni lo menciones, odio lavar platos.

—Supongo que deberías ser ya un experto. ¿Qué no se supone que el año pasado y todos los anteriores pasabas castigado todo el tiempo y te ponían a hacer estas cosas?

Jungkook ladea una sonrisa pícara. —Oh sí, como olvidar todo ello, principalmente hace dos años cuando pasaba en detención por golpear a chicos que se acercaban al chico que me gustaba. —se burla y de reojo mira la cara ruborizada del pelirrojo. —Además, el niño ni me daba balón.

Taehyung chilla. —¡Por supuesto que te daba balón! — El pelinegro alza una ceja. —Solamente quería hacértela difícil. Aparte, te veías lindo cuando te molestabas.

—A mí no me pareció divertido ser rechazado mas de 22 veces para una cita.

—24 —corrigió Taehyung y ante la mirada de su novio se rió y se paró de puntillas para darle un beso en la mejilla. Jungkook gimió gustoso, bien, ya estaba perdonado. —Además, sabías que me gustabas. Podía rechazarte las invitaciones pero por dentro quería gritarte un ¡Sí!

—Tendrías que haberlo hecho, estaba apunto de darme por vencido.

—¿enserio?

—No —sonrió. —Pero quizás hubiera sido una forma para que aceptaras. Hasta que por fin se te dio la gana de aceptar una cita conmigo y he aquí eres oficialmente mío hace un año. —dice Jungkook luego de secar sus manos y ponerse enfrente de Taehyung para acorralarlo contra su cuerpo.

—Si no me hubiese hecho tanto de rogar quizás lleváramos saliendo aún más. —terminó el pequeño tras deslizar sus manos hasta el cuello del mayor.