𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸

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TaeHyung acariciaba de arriba hacia abajo con sus delicadas manos todo el torso de Jungkook, mientras éste apretaba sus glúteos desnudos para frotar sus miembros y sacar suaves gemidos del menor.

Quizás es demasiado decir que Jungkook y TaeHyung habían iniciado el año con un pie derecho y la estaban pasando increíblemente perfecto.
Con muchas palabras bonitas, miles de citas, millones de caricias y constantes besos.
Sin dejar pasar por alto aquellos simples susurros de te amo que hacían ruborizar a ambos.

TaeHyung se fascinaba viendo a Jungkook sonrojado.

Sentados en la tina del baño del menor; con el mayor seduciéndolo, y él rozando con intensidad sus sexos, parecía que el ambiente empezaba a tornarse caliente.
Ambos desnudos, cubiertos solamente por el agua que empezaba a quedarse sin burbujas, no parecía que tenían deseos de salir.

Las manos de Jungkook ascendían por la espalda del menor y sus labios besaban con humedad su cuello, dejando marcas de propiedad en éste. TaeHyung, mientras gemía en el oído del mayor, no sabía si aquello era demasiado tierno -por la forma en que lo tocaba- o era demasiado excitante.
Aunque es más seguro que ambos.

Cuando Jungkook se apartó de su cuello y se dedicó a contemplarlo, casi se queda sin aliento.
TaeHyung tenía su cabello mojado hacia atrás, con todo su delicado cuerpo empapado, mejillas furiosamente rojas y sus ojos cerrados mientras se sumía de placer.

TaeHyung recostó su cabeza en su hombro, sonriendo como si supiese que lo está viendo. Abre sus ojos.
—Te amo, Kookie.

El corazón del mayor empieza a latir con fuerza y TaeHyung se da cuenta de ello.
Sonríe tímidamente y vuelve a enterrar su cabeza entre el mentón y su hombro.
—Pero yo te amo más.

El menor muerde su labio inferior, evitando soltar una risita boba que siempre le sale cuando su novio por completo lo sonroja.
Jungkook siempre sabe cómo enamorarlo todos los días, incluso puede sentir tranquilidad con solamente tener su presencia.

Empieza a mordisquear su cuello, pasando también su lengua en algunas zonas y luego vuelve a besarlo con sus suaves labios.
Jungkook gruñe y puede sentir como su piel se eriza ante sus besos y ante un TaeHyung sensual.

—Mierda... — maldice con dificultad.

El menor ha iniciado a restregarse contra él, pero ésta vez frota sus nalgas en la dura erección del mayor y éste aprieta el agarre de su cadera, pues empieza a ver la lujuria en sus ojos y el roce de la entrada de TaeHyung con su miembro le hace agua la boca.

El mayor no puede resistirlo más, busca sus labios para unirlos con los suyos y se mezclan en un beso húmedo que hace palpitar el mismo miembro del menor.
La lengua de Jungkook está saboreándolo con tanta determinación que podría quedarse así todo el tiempo del mundo.
TaeHyung empieza a jadear sobre sus labios, sintiendo una ola de escalofríos cuando Jungkook toca su miembro.

Pero aquella preciosa melodía fue interrumpida por el timbre de la casa, incluso llegó a cortar aquel momento de intimidad pura para ambos.
Como no había nadie en ella, excepto por ellos, TaeHyung tenía que pararse y ver quién era.
Jungkook soltó un gruñido cuando él se apartó de su lado, pero TaeHyung, brindándole un beso tierno, pudo calmar su repentina incomodidad.

El mayor contempló su pálido cuerpo cuando el menor se puso en pie y salió de la tina así como Dios lo trajo al mundo para buscar su bata color lila.
No quiso atraerlo hacia él y hacerlo suyo, al contrario, tenía el deseo de acariciarlo y hacerle ver con unos simples toques el cuánto podía amarlo y cuidarlo.

TaeHyung desapareció del cuarto de baño y se acercó al balcón para observar quién era.
Justamente, en ese momento, aquella persona miró hacia arriba y sonrió al menor en una ancha sonrisa.

태국 Posesivo → Kooktae [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora