태국 Posesivo → Kooktae [ ̶a̶̶d̶̶a̶̶p̶̶t̶̶a̶̶c̶̶i̶̶ó̶̶n̶ ]

𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓿𝓮𝓲𝓷𝓽𝓲𝓬𝓲𝓷𝓬𝓸

*Has recibido un mensaje nuevo*

número desconocido:
"Era de esperarse que te pusieras a llorar como una insoportable niña llorona, ¿no?
Solamente con tal de recibir la atención de Jungkook."

El corazón de TaeHyung empezó a latir con tanta fuerza, tanto así que sentía como con cada pálpito de su corazón respiraba más fuerte.
Volteó hacia atrás, mirando como Jungkook, ajeno a lo que repentinamente le pasaba, calentaba en el microondas las palomitas de maíz.

Luego regresó su vista hacia su celular.
Sus manos estaban temblando levemente y dudaba en si querer contestar o no.

Park Ámbar había estado molestándolo después de la época de Navidad, alterando cada uno de sus nervios así como en aquel tiempo en que él empezaba a salir con Jungkook.

No sabía que era lo que a ella le pasaba para que estuviera intimándolo cada vez que podía.
Lo peor era que, como TaeHyung es tan sensible, no hacía más que llorar en silencio sin decirle nada a Jungkook.

Sabía que estaba mal y que no tenía que callárselo a su novio.
Pero Ámbar le había dicho en una ocasión de que él era tan molesto y quisquilloso con Jungkook, que seguramente le estaba irritando.
Lo peor fue que TaeHyung le creyó.

Decidió contestar.
"Traté de no llorar, lo juro :(
Pero me dolía tanto el cuerpo y no pude aguantar."

El olor de las palomitas ya se estaba sintiendo por el lugar, pero aunque habitara ese olor gratificante de la mantequilla, TaeHyung lo ignoraba y quería volver a llorar.
Ámbar había estado todos esos días acompañada de un muchacho alto y obeso, al quién mandaba para ir a golpear a TaeHyung en los momentos en que éste estaba solo.

—Procura no golpearlo en la cara o su noviecito se dará cuenta de qué le están haciendo.

Fueron las palabras de Ámbar, con una sonrisa tan cruel y burlona que hizo sentir al menor más débil de lo usual.

Hoy, ya eran cuatro veces del que éste golpeaba a TaeHyung; y todas esas veces terminó llorando y acurrucándose a si mismo, sin decir nada a nadie.

Habían veces en que Ámbar decía a su amigo que lo dejara. No en tono de ruego, sino con un deje de frialdad que no mostraba compasión.
Pero algunas veces, el llamado Minjun, no obedecía sus órdenes.

➪Has recibido un mensaje nuevo.

Número desconocido:
"Me sorprendo del como Jungkook disimula soportarte."

Entonces, cuando Jungkook pasó a recogerlo al colegio, éste caminando con quejidos llegó hacia su novio, quién lo abrazó en un fuerte abrazo de oso que le hizo lastimar su cuerpo adolorido e incluso hacerle llorar.

—Cariño. —se alarmó Jungkook, apartándose de inmediato—. ¿Te he lastimado?

Pero no.
Era obvio que Jungkook no llegaría a lastimarlo.
El menor no contesto, solo negó con su cabeza mientras escondía su rostro en el cuello de su novio y rompía a llorar. Quería gritarle a Jungkook de que lo ayudara, decirle que lo estaban lastimando y que fuera a protegerlo como en los otros tiempos.

Pero no se atrevía.
Así que solamente puso una excusa.
—Es que... —empezó—. Y-yo... creo que reprobaré matemáticas.

Jungkook frunció el ceño, asintiendo con su cabeza y sin embargo no le creyó.
En primera, porque TaeHyung sería incapaz de reprobar una clase; y segunda, porque tenía el presentimiento de que algo más que eso le estaba sucediendo a su novio.
Se había dado cuenta de ello desde que el menor se mantenía cabizbajo, y porque en los momentos de intimidad, no le permitía tocarlo.
Siempre se apartaba de inmediato, sin dar motivo alguno, lo cual hacía confundirlo.