❤ ️Un Paso Del Odio Al Amor ❤️

Capítulo 1: Nuevos Comienzos

Hoy es un día muy triste para mí. Hoy me voy de Argentina a Los Ángeles, porque mi madre a encontrado un trabajo mejor allí. Ahora me encuentro enfrente del aeropuerto con las lágrimas a flor de piel ya que no voy a poder ver a mis mejores amigos de Argentina; Roberto y Marta. Ellos dos son como mis hermanos, aunque algunas veces nos hemos peleado, siempre acabamos solucionando las cosas. Mi madre, que está a mi lado, me pasa la mano por el hombro y me habla:

- Venga Lucía, no estés triste ni enfadada, la vida sigue.

Me dice sonriendo para animarme.

- Gracias mamá... Pero estoy bien.

Contesté.

- Vamos, ya es hora de entrar.

Añade mi madre.

Yo asentí y fuímos a la puerta del aeropuerto... Derrente noto como me cae una lágrima. Mi madre estiró el brazo y me la quitó de la cara sonriendo levemente.
Pasamos por el control y fuimos al Starbucks a pedirnos un café cada una mientras esperamos a nuestro avión
Derrepente suena en el altavoz una voz diciendo:

- El próximo vuelo con destino Argentina-Los Ángeles despegará en unos minutos.

En ese momento mi madre y yo nos dispusimos a ir. Después de unos minutos, me encontraba sentada en el avión, al lado de una chica de pelo corto y rizado, escuchando lo que parece ser K-Pop... La verdad hubiese preferido sentarme al lado de mi madre.
Pasé entre una y dos horas más o menos escuchando trap argentino (Duki, Khea, Cazzu, Paulo Londra, Wos y Trueno).
El trap argentino me recuerda mucho a Roberto porque a él le encantaba Duki y cuando fuimos de concierto a verlo nos pusimos a llorar los dos, me hace mucha gracia ver la cara de Roberto llorando.
La chica que hay a mi lado, que por lo que se ve le gusta el K-Pop, me habló:

- Hola..., me llamo Salma...

Dijo tímida mirándome.

- ¿Quiéres ser mi amiga?

Me preguntó.

- Si claro, me encantaría.

Le respondí con una sonrisa en mi cara.
Nos pasamos como dos horas hablando de Harry Potter y Stranger Things, ya que a las dos nos gustaba, hasta que las dos nos quedamos profundamente dormidas.
Después de unas horas nos despertamos las dos ya que habían anunciado por los alta voces que estábamos a punto de aterrizar en Los Ángeles. Después de unos minutos aterrizó por lo que tuve que despedirme de mi nueva amiga y seguir mi camino con mi madre. Fuimos a recoger las maletas, mientras tanto, aproveché para llamar a mi mejor amiga de Arentina, Marta:

- ¡Holaaaa!, te echo de menos.

Dijo Marta unos segundos depués de coger la llamada.

- Y yo a ti Martuki.

Contesté riendo levemente.

- ¿Qué tal el vuelo?

Me preguntó Marta con cierta curiosidad.

- Muy bien la verdad, hice una amiga y todo.

Respondí sonriendo.

- ¡¿HAS SOCIALIZADO?! ¿ENSERIO? ¡ALUCINO TÍA!... Haber si socializas también en la universidad.

Añadió Marta en tono burlón.

- Bueno... Me tengo que ir ya, tengo que ir a por mi maleta, luego hablamos cuando llegue a mi "house".