Capítulo 8: ¡Al agua patos!

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P.O.V Noah:

Me acerqué a la calle donde se escuchó el grito. No me lo podría creer, era Lucía, estaba muy débil y a punto de desmayarse, con la cara roja y tenía algunos rasguñones con sangre.
Cuando miré al chico el cuál le estaba maltratando, mi cara se puso blanca, era el puto Hardin y eso dicho ¡HARDIN! el puñetero, menudo gilipollas.
No tarde en salir corriendo y abalanzarme sobre él. Le pegué un puñetazo el cual le provocó una raja en el labio y otra en la ceja. Antes de que le pegase de nuevo noté que Lucía casi se cayó al suelo, así que salí corriendo hacia ella. No tarde nada en cogerla como un saco de patatas y marcharme con ella lo más rápido de aquel lugar.
A mitad del camino escuché que Lucía me estaba diciendo algo casi susurrando debido a su estado débil.

- No me lleves a mi casa mi madre me matara si me ve así...

- Shhh, no te preocupes te llevaré a mi casa, te curaré las heridas y podrás dormir ahí tranquilamente, ¿vale?.

Ella no me contestó creo que se quedó durmiendo. Al llegar a mi casa subí a mi habitación y la acosté en mi cama para empezar a curar sus heridas. A los pocos minutos ya estaban curadas sus heridas y no se qué coño se me pasópor la cabeza pero si, yo Noah me acosté al lado de Lucía sin hacer nada inapropiado e intentanto que no fuera incómodo.
Después de pasar la noche con Lucía me desperté a las doce en punto de la mañana. Lucía seguía durmiendo plácidamente, así que se me ocurrió la magnífica idea de despertarla de una manera un tanto especial: Cogerla en brazos como un bebé y tirarla a la piscina. Pués dicho y heco, así hice. La desperté un poco y cuando ví que abría los ojos, no tarde en cogerla como un bebé y salir corriendo hacia la piscina. La tiré y seguidamemte me lancé yo al agua. Cuando saqué la cabeza del agua pude ver aquella cara de asesina que tenía Lucía, mirándome que hacia que se me pusieran los pelos de punta y no tardé en rezar para que no me matara, pero simplemente me miró y dijo:

- De esta no te escapas.

Me quedé pensativo y, cuando menos me lo esperaba me hundió en el agua. Por mi parte no tarde en reaccionar. La cogí de la cintura y en ese momento nuestras respiraciones se juntaron, estaba a tan solo unos milímetros de besarla pero ella me dió una patada en el tobillo así que la solté, ella salió nadando hasta las escaleras y se puso una toalla que había en una hamaca.
Cuando yo salí me acerqué a ella y los dos nos sentamos en aquella hamaca.

- ¿Me puedes decir lo que pasó ayer?

Pregunté en un tono serio mirándola.

- Pués yo había quedado con Zet para ir al cine. Cuando terminamos de ver la película el intentó besarme pero le dije que era muy pronto para besarnos ya que solo nos conocemos desde hace una semana. Al decir eso él me dejó plantada, mi único recurso para llegar a casa era andar porque no había traído más dinero aparte de para la entrada del cine, por lo que no me alcanzaba para coger un taxi o el autobús. Estaba caminando tranquilamente y pués esa parte yo creo que ya la sabes, tu amiguito ese al que le debes pasta me cogió del brazo a la fuerza, me llevó a un callejón y empezó a pegarme... Ahí fué apareciste tú.

- Joder si que te paso cosa en una noche. Ostia es verdad, por cierto ¿como van tus heridas?

- Emm... Bien ya casi no me duelen.

- Bueno yo tengo hambre, vamos a desayunar ¿si?

Ella asintió con la cabeza.

- ¿Te gustan las tortitas?

Pregunté sonriendo leve mientras caminábamos para ir dentro de la casa.

- ¡SI!

- Pués tienes suerte, el mejor cocinero de tortitas está aquí frente a tí.

- Eso ya lo veremos.

Al llegar a la cocina fuí en busca de los ingredientes que necesitaba. Cogí la harina, huevos, azúcar etc y empecé ha hacerlas.
Cuando terminé de hacerlas me dirigí al comedor donde se encontraba Lucía. Ella estaba con su móvil y de repente una sonrisa apareció en su cara.

- ¿Y esa sonrisa?

Pregunté curioso mientras dejaba el plato con las tortitas y el sirope encima de la mesa.

- ¡Mis mejores amigos, Marta y Roberto, van a venir aquí, a Los Ángeles!

- Pués que buena suerte, ¿cuándo vienen?

- La semana que viene.

- Podríamos quedar mi hermana, tú, tus mejores amigos y, por supuesto yo e irnos de fiesta por ahí.

- Me parece bien.

Dijo aún con esa sonrisa en la cara.

- Pero bueno ahora ha comer que se van a enfríar las tortitas.

Cuando terminamos de desayunar ella se fue ha su casa.

P.O.V Lucía:

Me lo he pasado bien con Noah esta mañana, pero ahora en lo único que puedo pensar en que me voy a ir a la playa después de un montón de tiempo. Así es, Salma me ha invitado a la playa para pasar dos días allí.
Cuando terminé de hacerme la maleta, me asomé a la ventana y ahí estaba Salma con su coche. No tardé en bajar las escaleras y montarme en su coche.

- ¡Hola!

Le saludé.

- ¿¡Estas lista para el mejor fin de semana del mundo!?

Me dijo emocionada y entusiasmada, casi gritando.

- ¡Yes baby!

Salma arrancó en coche y nos dirigimos directas a la playa. El trayecto era bastante corto, en menos de media hora ya estábamos allí.
Nos fuimos al hotel de cinco estrellas, que por cierto ese hotel es de Salma, bueno mejor dicho es de su familia ya que su madre y su padre tienen una cádena de los mejores hoteles de la ciudad de los cuáles ellos son los dueños de la empresa.
Nos dieron las llaves de nuestras habitaciones. Primero fuimos a nuestras respectivas habitaciones a dejar nuestto equipaje y después de eso nos dispusimos a bajar a la playa._
Al llegar a nuestro destino vimos a un grupo de chicos bastante guapos. Espera... uno de aquellos chicos del grupo era... ¡JODER ! ¡NOAH!…

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¡Hola de nuevo! Por haceros esperar taaanto tiempo con el anterior capítulo hemos decidido subir este antes 😀. ¡Esperamos que os guste y lo apoyeís! Hasta el próximo capítulo uwu. 💖💖💖

❤ ️Un Paso Del Odio Al Amor ❤️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora