DOS

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Ángeles era amargada, enserio, lo era. Y no era porque se lo decían constantemente, ella bien lo sabía. Y es que habían pocas cosas que le divertían o distrajeran que no fuera causarle dolor físico y emocional a Tony - Claro cuando estaban ellos solos - Ángeles era muy madura para su edad y extremadamente sarcástica y algo caprichosa. Vieja prematura le llamaba su Abuela.

Solía ser un pequeño demonio con rostro de dulce angelito. Un algodón de azúcar solía ser solo con su madre y con personas que le caían relativamente bien, relativamente. Mientras que con el resto de la población que no catalogaba como "Relativamente no te odió"  ella era.. - No mala, por supuesto que no. No era una Bully... bueno solo con Tony Stark - Ángeles con el resto era totalmente indiferente.

Por eso tenía su cara de hastío extremo mientras esperaba al idiota del novio de su madre que se suponía la venía a recoger hace media hora. Bufando y ya maquinando ideas de como hacerlo sufrir, saco su teléfono de su bolso desbloqueandolo para luego darle al mini telefónito al lado del contacto llamado Idiota Man.

Después del tercer tono al fin se escucho la respiración del hombre al otro lado de la linea.

—Mira grandisimo imbécil, ¡Olvidaste recogerme!

Tony, quien en aquel momento se encontraba en su gran y moderna piscina sobre un flotador cómodamente relajado y sin pensar en nada más que en un buen bronceado natural, frunció las cejas.

—¿Quién es?

Escucho un chillidito indignado al otro lado — ¡Soy yo!

—¿Yo? No recuerdo conocer a ningún Yo... — se mofó antes de ver el identificador de llamada. El bicharengo, se leía en la pantalla —Mierda — hay fue cuando cayo en la cuenta del problema y también cayo del inflable al sobresaltarse, sumergiéndose en el agua de la piscina con todo y lentes puesto.

Emergió segundos después con una bocanada de aire, los lentes chuscos y sin teléfono en la mano. Volvió a maldecir en voz alta antes de sumergirse de vuelta y volver a aparecer con el aparato en la mano.

—Engendro del mal, es completamente falso que te allá olvidado — agradeció al cielo que la adolescente no le hubiera cortado la llamada por sus segundos de ausencia no voluntaria bajo el agua.

Ángeles, molesta y con ganas de patearle en el estomago, bufó —¿Ah, no? ¿Y dónde estás que no te veo? — hizo que su voz sonara con fingido interés —Anthony Stark, ¡Mi madre se enterara de esto!

Tony salió con un salto de la piscina y camino con rapidez al interior de la mansión —Calmante, Draco Malfoy. Estoy... — se detuvo en la estancia de golpe, mojando la alfombra, y pensó en una buena mentira — ... Comprando pan.

Dios, que si estaba bien menso. Esa mini Malefica maléfica le estresaba hasta el extremo.

La rubia lanzo la que podía ser la carcajada más falsa en el mundo, en la galaxia —¿Tú? ¿Pan? ¡Siquiera sabes que comprar! — le chilló, provocando que los alumnos que salían del instituto tras ella se voltearan a mirar. Gesticula un "¿Qué rayos me ven?" hacia ellos y continuó  —Casi me intoxicas cuando me compraste jugo para estreñidos para desayunar, ¡Ni sabía que vendían esa clase de cosas! 

Tony hizo una mueca ya continuando con prisa su camino hacia su habitación —Si tenías cara de estarlo — jamás admitiría que se había equivocado de jugo —Tranquila, las personas con cara de estreñidos son completamente normales. Ya se te pasará... Si un milagro pasa primero.

—¡Seras imbécil!

Rodó los ojos —Ya deja de chillar y no te muevas de ahí, Moco — dijo al fin entrando a su habitación.

—Te odio — soltó ella entre dientes.

—Escribelo en tu diario.

Y colgó, dejándola con su próximo chillido en su contra en la punta de la lengua. Ángeles miró el teléfono en su mano con ganas de lanzarlo lejos, soltó una grosería y miró mal a un grupo de chicas que cuchicheaban hacia ella antes de soltar un suspiro y bajar sus tensos hombros.

Una sonrisa algo malvada surgió en su rostro cuando tuvo una idea, se enderezó y echo su mochila azul en su hombro. Miró de izquierda a derecha, no sabia dónde rayos estaba, pero eso no le importaba. Alargo una pierna hacia adelante y al tocar la carretera con la punta de su pie, giro a la derecha comenzando a caminar.

—No te muevas de ahí, mis ovarios, puto — murmuró con malicia alejándose del instituto para caminar por Queens.









Teen - Tony Stark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora