Capitulo 14.

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Hinata.

Estaba horrorizado por todo lo ocurrido hacia unas semanas, Oikawa e Iwaizumi no de miraban a la cara, solo se guiaban por el instinto y los gritos del entrenador. Verlos de aquella me hizo sentir mal ya que Iwaizumi solo me estaba ayudando a causa algo de celos para ver las emociones del otro pero ocurrió todo lo contrario.
Solte un pequeño suspiro suave y decidí que aquel no era mi sitio el día de hoy, el caminar lejos de aquel incómodo lugar sería lo mejor por el momento. Mis pasos eran algo lentos y dolorosos por aquella lesión pero era la cual me permitía quedarme con el "gran rey" todo este tiempo y si tenía que andar y lastimarme un poco más lo haría por el simple echo de quedarme un poquito más.

Por experiencia sabia que era una molestia para todos aquellos con los que me juntaba, no era un pensamiento que saliera de ahora si no mejor dicho era de antes de que empezara el voleibol. El silencio era tan intenso que me asustaba, caminaba cabizbajo para no fijarme mucho en las miradas desconocidas de aquellos hombres y mujeres que me miraban con  cierta lástima.

Siempre odié eso, no pude soportar esas miradas ya fuera por una lesión como esta rodilla o por asuntos familiares como el viaje que hizo mi madre y hermana sin mi. Los problemas de abandono venían de antes y nadie lo sabía.

-¡Hinata! —Se escucho lejanamente mi nombre.

-¿Eh? —Solte de manera suave al mirar atrás y ver a esas dos personas que ocupaban mi mente ahora mismo. Oikawa e Iwaizumi se encuentran recuperando el aliento después de correr detrás de mi por un largo recorrido.

-¡Acaso estas loco! Podría a verte pasado algo Chibi-chan. —dijo Oikawa en forma de regaño.

Mi rostro mostró una conmoción y sorpresa la cual era imposible esconder a estas alturas, pude sentir como mi cara enrojecia de manera violenta y parar la vista. Sentí la gran mano del castaño sujetarme suavemente de las mejillas y escuchar algo de "no esta enfermo" o algo por estilo.
Mi cuerpo deseaba que jamás apartara la mano pero todo ese momento se fue al ver algunas miradas de asco dirigidas por la situación.

-No me siento bien.....me podéis llevar a casa. —Dije en un susurro fingiendo estar enfermo y cerrar los ojos.

Unos brazos fuertes y cálidos me recogieron en forma de princesita sin importar las críticas de la gente del lugar, escondiendo mi rostro en en cuello del castaño me fui quedando lentamente dormido.

¿Continuara?

¡Holaaaaa! A pasado mucho tiempo desde que publiqué y tengo que decir que no voy a dejar muerta la historia ya que se como la quiero terminar y demás uwu. Lamento la tardanza realmente y espero que os guste!!!!.

¡Maldita Convivencia! ~OiHina~ ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora